Un ex corredor de la Bolsa y un bailarín erótico, se querían y dolía como el infierno. Jimin entendía que Jungkook necesitaba decirle que NO las veces que fuesen necesarias. Pero Jimin también sabía que Jungkook volvería a él, a pesar de ser el herm...
Cuando lo vi entrar a la habitación me di cuenta de que yo era la presa y él, el depredador.
Este chico era el felino más hermoso que había visto, caminando con delicadeza y sacudiendo sus caderas con sensualidad a cada paso que daba.
Mí incredulidad no me dejaba ver, ni mucho menos entender, que era lo que estaba ocurriendo. Lo único que sabía era que mí polla era una roca, a punto de quebrarse si no hacía nada para detenerlo. Me estaba consumiendo, él se estaba presentando frente a mí, con la seguridad de que jamás podría olvidarlo.
Killing me softly with his song, Telling my whole life with his words, Killing me softly, with his song.
Bailó al ritmo sensual de la música, me analizó y estudió con la mirada ¿Qué pensaría de un idiota como yo? Encerrado conmigo entre cuatro paredes, pagando por un baile privado, mendigando atención.
Había caído aquí por una celebración fallida. Yo había sido el elegido para cumplir con la fantasía de Hoseok y Jaehyun. Simplemente fueron y lo pidieron, mientras yo esperaba paciente la atención de este chico, sumergido en alcohol. Mis amigos estaban locos, pero más loco estaba yo por aceptar... pero es que desde que lo vi bailar a solo unos metros de mí, mi mente pareció abandonar todo rasgo de cordura. Quería beber de este chico, ¡Y que digo querer si lo anhelaba! ¡Si, lo hacía!
Las luces empezaron a nublar mis sentidos, al igual que el perfume del felino, suave y sofisticado. La mejor mezcla de flores, ni una pizca de cigarrillos o transpiración como en su hábitat de siempre: el club Akuma.
Comencé a preguntarme inocentemente si tal vez era Dios o una alucinación producto del alcohol y de las drogas.
Y cuando se posicionó entre mis piernas y lamió su mano como un gatito para continuar con su personaje, ahogué un gemido patético que delataría mí excitación. Lo dejé actuar. Lo dejé abrir la cremallera de mis pantalones, jugar con mi bóxer y sacar mí polla con habilidad, haciéndome ver como un desesperado.
Se relamió los labios, agitó su cuerpo, le pregunté su nombre verdadero pero no me respondió.
"Por favor, dime tu nombre" - supliqué, sus ojos brillaron a contraluz.
"Tú dime el tuyo primero" - respondió y pude disfrutar de su voz angelical pero profunda.
"No puedo, soy un hombre de problemas"
"Yo tampoco puedo, guapo. Soy solo un bailarín, pero puedo ser quien tú quieras"
La desesperación de verme enjaulado por su boca, mientras lamía y succionaba mi erección como si fuésemos amantes, me hizo recordar que yo era un hombre, con mis necesidades y placeres, no una maquina de hacer dinero que viajaba por el mundo en busca de más. Golpeteó la punta de mi polla inflamada con su lengua, sonrió cuando dejé escapar un gemido involuntario.
"¿Qué te trae por aquí, hombre problemático? ¿Un corazón roto? ¿Una celebración de negocios?"
"Ambas cosas"
"¿Te dejaron o te engañaron?"
"Solo no somos compatibles" - mis palabras salían de mi boca como en una sesión de terapia, y en realidad estoy siendo injusto con la persuasión de este chico, porque jamás hablé tanto con mi terapeuta personal.
"Entonces dime, ¿Cómo quieres que me llame hoy para ti?" - tragué hondo llegando a niveles de excitación desesperantes. Me dejé abrazar por la canción una vez más.
Strumming my pain with his fingers, Singing my life with his words, Killing me softly with his song.
Lo miré fijo y sus ojos me mostraron una historia. No sabía que ocurriría conmigo a partir de ahora, pero en sus orbes había un destino y una línea de pasión y dolor.
Pero yo no sabía que responder, porque quería saber su nombre y el de nadie más. Me tuve que poner un alto a mi mismo, no quería parecer un jovencito enamorado de la primera prostituta que le hizo una mamada.
Pensé en mi ex, en lo bien que la pasábamos, en lo mucho que nos quisimos, y borré todo lo que salió mal después de nuestra pelea, que fue prácticamente todo.
"...Y guapo, ¿Ya decidiste?"
"Taehyung. Taehyung" - respondí sin pensar.
"Bien, seré Taehyung para ti esta noche"
Me fuí de ese condenado lugar con las pelotas vacías como hace tiempo no podía, con el perfume de mi nuevo Taehyung en la piel. Quería conocer la combinación de flores que adornaban el aroma de su cálido cuerpo, al igual que el dulzor de su shampoo y su cabellera rubia tan perfecta.
No supe cuál era su nombre verdadero, pero le agradecí por mostrarme el brillo de las estrellas.
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Le damos la bienvenida al Jimin de esta historia. Espero me acompañen y lo disfruten <3
