Un ex corredor de la Bolsa y un bailarín erótico, se querían y dolía como el infierno. Jimin entendía que Jungkook necesitaba decirle que NO las veces que fuesen necesarias. Pero Jimin también sabía que Jungkook volvería a él, a pesar de ser el herm...
En una de las mañanas más lluviosas desde que Jungkook llegó a Busan, él y yo hablamos mientras desayunábamos. Jaehyun aún dormía debido a que su noche había terminado hace muy poco.
Jaehyun, Hoseok y Jungkook no tenían nada más que hacer que esperar por las reuniones con sus abogados, por eso, cada noche, perdían tiempo en bares y clubs de la ciudad. Busan no era Seúl, y mucho menos Nueva York, desde donde ellos venían. Aún así encontraban siempre algo para hacer, para volver alcoholizados y dormir hasta el mediodía. Odiaba eso, muchísimo, ¿Pero quién era yo para exigirle a Jungkook que no lo hiciera?
Esa mañana, Jungkook se levantó temprano ya que no salió el día anterior. Cuando llegué del trabajo, él estaba en el sofá, mirando alguna película que ya no recordaba. Solo vernos hizo que mi piel se erizara, antes de correr hacia él como un idiota, dejándolo desvestirme para luego ser follado en la misma habitación.
Le conté sobre mí relación con Namjoon. Una relación abierta siempre y cuando él no se entere de que estaba viendo a alguien más.
Le conté también que, cómo fui indiscreto, la noche de nuestra discusión me abofeteó.
Le dije a Jungkook que no debía preocuparse, porque solo fue un golpe. Se horrorizó cuando le dije “solo” un golpe. La realidad es que él no entendía que Namjoon había ido tan lejos conmigo, con sus amenazas y sus ataques de ira, que yo me avergonzaba de solo pensarlo.
¿Por qué le permitía tratarme así? ¿Realmente salvaría a mi hermano de los años decadentes en la cárcel? ¿Jungkook terminaría representando un problema entre mi relación y la de Namjoon?
¿Por qué me importaba tanto lo que el hermano menor de mi novio tenía para decir? ¿Por qué me hacía estúpidamente feliz que él se preocupara por mi?
Tantas preguntas y ninguna respuesta. Solo tenía una cosa clara, quería seguir disfrutando de la piel de este hombre.
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Pasaron los días y las tardes, en donde discutíamos y follábamos sin ningún impedimento. Cometí el gran error de intentar hablar con él antes de irme a trabajar. Hablar era sincerarme - a medias - y tener la intención de entender que era lo que había entre nosotros. Frente a su negativa y ataque de nervios, le dije que me encantaría repetir con nuestros encuentros... y eso lo enojó. Se enojó tanto que se fue de la casa con un gran portazo.
Los hombres somos divertidos a veces. Jungkook quería cuidar de mí aunque no teníamos porque cuidarnos entre nosotros.
Si Jungkook creía que me apartaría de su cama y él de la mía, estaba equivocado. Un par de palabras o preguntas sin contexto no iban a arruinar esto que teníamos.
Esto que teníamos.
Ya parecía un completo demente hablando de nosotros como si tuviéramos algo más. Porque era una mentira. Él tenía su vida y su lealtad con su hermano, mientras que yo tenía a mi novio y un plan que terminar.
Pero que se haya ido significó que todo esto era más de lo que él podía manejar. Se fue, dejándome confundido y sobre todo frustrado. Tarde advertí que yo tampoco tenía una solución para brindarle porque lo nuestro simplemente estaba mal.
Eso no quitó que me doliera, la cuarta vez que me dijo no.
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