𝕊𝕖𝕚𝕤 𝕧𝕖𝕔𝕖𝕤 𝕟𝕠 → KOOKMIN

Antes de morir

Capítulo 9

Antes de morir.

Casa de los Jeon

Povs Jungkook

Había cruzado un límite y Jimin me había golpeado. No estaba enojado por eso, de hecho me lo merecía, estaba enojado porque había descubierto una parte de Jimin que él tendría que poder usar para defenderse de mi hermano.

Él no era frágil, él era duro y sabía que su dignidad valía más que un par de noches en Akuma sobre el regazo de algún desconocido.

¿Qué es este amor y esta guerra?

Él sabe que lo amo, lo tengo follándome duro. Sabe que no estoy en eso, nunca antes lo hice. El esta en mis pensamientos y ahora estará en los tuyos.

Me hubiese encantado disculparme en la casa para luego ducharme y finalmente irme a dormir. Pero esos no eran los planes que la vida - y que Jimin - tenían para mí.

El LSD se manifestaba con un leve sudor en el cuerpo y la extrema falta de apetito, no obstante la presencia de Jimin a mí lado, sin esbozar palabra estaba matándome.

Me tumbé en el sofá y dejé que Tokyo se posara sobre mis piernas. Eché mi tapado y celular a un costado. No podía decir cuánto tiempo pasé en aquella posición hasta que Jimin llego a mí con un poco de algodón y algún líquido desinfectante.

Yo estaba sangrando pero no lo había notado.

Comenzó a curar la herida de mi boca y luego la de mi mejilla izquierda. Limpió la sangre sobre mi rostro y luego sobre mí cuello. Cuando finalmente terminó, no supe si todo era una mera alucinación o si realmente estaba siendo atendido por un ángel.

"Lamento haberte golpeado" - escuché su voz y juro por dios que era real - "pero has cruzado un límite. No hables de mí trabajo con desprecio. Puta o no, así me has conocido. Así haz pagado por mí y así he logrado llevarte a la cama"

Touché. Podía responder, fingir desacuerdo, pero estaba cansado.

Él nunca se irá o volverá enseguida, se lo que necesita porque voy a devolverle el ataque, y él no quiere que nadie más lo rompa así. Antes de morir, quiero follarte cariño.

"¿No me dirás nada?" - preguntó.

Tokyo huyó de mis piernas cuando Jimin se lo ordenó.

"Perdón..." - respondí con un poco de vergüenza - "pero no puedo fingir que estoy de acuerdo con esto"

Me miró con pena y no supe si entendió lo que intentaba decirle.

Si quería imaginar que estaba celoso nuevamente, que lo hiciera. Porque esa era la verdad. Estaba celoso de mí propio hermano y enojado, si que estaba enojado, de que lo traten como mierda, de que lo extorsionen, de que le mientan.

"No tienes que estar de acuerdo. Esta es mi vida y tu eres el hermano menor de mi novio. Me gustas, muchísimo, pero si no controlamos nuestras acciones esto va a terminar mal"

"Me gustan tus ojos. Me gusta como los maquillas... un poco blanco en el centro, luego gris y finalmente negro. Me gusta que tus lentes sean claros, porque tu mirada es como la de un depredador. Pareces un felino, ahora entiendo tu nombre"

Solté todo lo que tenía para decir en aquel momento. Jimin suspiró y a pesar de mis halagos su expresión se volvió triste. ¿La había cagado otra vez?