Naruto: El Hijo de los Sannin

Capítulo 26: El entrenamiento termina

Nuevos Jutsus, nuevos sentimientos

Campo de entrenamiento tres

Naruto extendió su mano derecha, enfocó su mente y canalizó su chakra a través de su brazo.

"¡Rasengan!"

La esfera azul en espiral se formó sobre la palma abierta del rubio, pequeña al principio, pero comenzó a crecer con cada segundo, hasta que de repente se detuvo. Naruto trató de concentrarse aún más, mientras obligaba a la esfera a expandirse.

"¡Vamos Naruto, casi lo tienes!" Jiraiya lo animó.

"¡Es muy difícil!" Naruto respondió, visiblemente luchando.

"¡Lo estás haciendo bien! Recuerda, no fuerces demasiado el chakra contenido, ¡Déjalo fluir libremente!" Continuó Jiraiya.

"¡Es más fácil decirlo que hacerlo!" protestó el rubio.

Durante ese segundo, Naruto perdió el enfoque por un momento, y fue suficiente para desestabilizar la esfera de chakra, que explotó, golpeando al Jinchuriky en su espalda y envolviéndolo en una nube de polvo y suciedad.

"¿Naruto? ¿Estás bien?" Preguntó Jiraiya mientras agitaba el polvo con las manos.

"S-Sí ..." respondió el rubio, tosiendo un poco. "¡Déjame intentar de nuevo!"

"En realidad," Jiraiya lo detuvo antes de que pudiera. "Has estado trabajando en ello toda la mañana, y parece que te vendría bien descansar un poco. Vamos, podemos continuar más tarde".

Jiraiya luego se sentó debajo de su árbol habitual y palmeó un lugar junto a él, insinuando a Naruto que se sentara a su lado. El rubio obedeció de mala gana.

"No te sientas tan mal, chico. Lo estás haciendo bien. Le tomó al Cuarto tres años desarrollar ese Jutsu, y seis meses para que yo lo aprendiera. Lo aprendiste en menos de una semana" lo elogió Jiraiya.

Naruto no pareció apreciar las palabras de Jiraiya. "Sí, bueno, es porque usé los Clones de Sombra."

Jiraiya resopló. "¿Qué, y crees que no lo hice?"

"Y todavía no puedo hacerlo con una mano", continuó Naruto.

"Yo tampoco pude, al principio, pero finalmente lo hice. Y tú también lo harás", le aseguró el Sannin de cabello blanco.

"Supongo que tienes razón", concedió Naruto, incluso si él mismo no estaba tan seguro.

Pasaron los siguientes minutos descansando y en silencio. Y ahí es donde Jiraiya notó que había algo mal, o al menos extraño, con su hijo, ya que Naruto no hace silencio. No recordaba la última vez que el chico guardó silencio por voluntad propia. Había algo en su mente, y el Sabio Sapo sabía que no tenía nada que ver ni con dominar el Rasengan ni con los inminentes exámenes Chunin.

"Hey chico, ¿hay algo en tu mente?" Preguntó Jiraiya de repente.

"¿Eh?" Naruto fue sacado de sus pensamientos y se volteó hacia Jiraiya. "Uh ... no, ¿por qué preguntas?"

"Pareces terriblemente callado últimamente. ¿Te importaría decirme por qué?" Preguntó Jiraiya.

"Solo he estado ... pensando. Eso es todo", fue la respuesta de Naruto.

"¿Pensando en qué?" Presionó Jiraiya.

"... cosas", respondió Naruto incómodo.

"Naruto, puedes hablarme de cualquier cosa, lo sabes, ¿verdad?" Preguntó Jiraiya.