Naruto: El Hijo de los Sannin

Capítulo 119: Después de la Tormenta de Arena

El entrenamiento ha terminado

Isla Tortuga

Como era habitual para Naruto después de hacerse amigo de Kurama, el rubio Jinchuriky estaba en el borde de la costa de la isla, tratando de dominar la Bijuu-Dama. Resulta que su hipótesis era correcta, y girar la pelota como con el Rasengan ayudó a estabilizar el chakra volátil del Kyubi. Sin embargo, aunque lo hizo más fácil, no significó que resolviera el problema, ya que Naruto todavía tenía problemas para dominar el Jutsu por completo.

El rubio había perdido la cuenta de cuántas veces lo había intentado hoy, pero tenía la sensación de que estaba cerca de hacerlo. Estaba usando sus dos brazos para sostener la esfera, así como cuatro brazos adicionales hechos de chakra dorado para mantener la esfera estable y la rotación en marcha. Parecía que esta vez lo iba a hacer.

"¡Vamos, vamos ...!" Dijo Naruto, mientras gotas de sudor bajaban por su cuello, sus ojos rojo dorado fijos en la esfera de chakra, esperando desestabilizarse y estallar en cualquier momento.

Pero el momento nunca llegó. La esfera estaba estable. La rotación rápida mantuvo el chakra en su lugar.

"Je, supongo que finalmente lo hiciste, mocoso", elogió Kurama a su anfitrión. "No es una verdadera Bijuu-Dama, por supuesto, pero un facsímil aceptable en el que puedes confiar hasta que domines la verdadera".

"Gracias. Supongo," respondió Naruto. Incluso entonces, todavía no estaba seguro de cuándo los cumplidos del Zorro gruñón eran genuinos o burlones.

"Ahora tíralo y mira el efecto", le dijo Kurama al rubio.

Naruto asintió con la cabeza y, con cuidado de no detener la rotación, echó los brazos hacia atrás antes de lanzar la Bijuu-Dama al océano. La esfera viajó en un amplio arco durante un par de cientos de metros, hasta que se estrelló contra el agua, produciendo una explosión en forma de cúpula de tamaño descendente.

"No está mal, mocoso. Por primera vez, definitivamente no está mal", dijo Kurama.

"¡Oye, Naruto, esa fue una bonita Bijuu-Dama! ¡Parece que finalmente superaste esa pared!" dijo una voz detrás de él.

Naruto se dio la vuelta y vio a Killer Bee parado allí, con los brazos cruzados y los labios curvados en una pequeña sonrisa.

"Je, gracias", dijo Naruto, frotándose la nuca. "Sin embargo, Kurama dijo que todavía tengo un largo camino por recorrer hasta que pueda dominar su chakra por completo."

"Oye, no te preocupes, acostumbrarse al Chakra de un Bijuu lleva algo de tiempo. ¡Sigue entrenando como lo has estado haciendo y lo harás bien!" Killer Bee rapeó. "¡Yo mismo tuve que esperar mucho hasta que pude convertirme en el Número Ocho! Así que no te preocupes, llegarás allí, y mientras tanto, prepárate".

"Aunque, ahora que lo mencionas, ha pasado un tiempo desde la última vez que probé la forma Bijuu. Oye, Kurama, ¿crees que con todo el progreso que he logrado puedo hacerlo ahora?" Preguntó Naruto.

"Lo encuentro improbable, pero no hace daño intentarlo" , dijo Kurama, encogiéndose de hombros. "No me duele, por supuesto. Probablemente te duela mucho a ti".

Naruto sintió ganas de decir algo, pero decidió no dignificarlo con una respuesta. En cambio, juntó las manos y enfocó su chakra. Pensando en la forma del Kyubi, la capa de chakra comenzó a crecer, primero en la forma de un globo informe, luego, poco a poco, comenzó a tomar la forma del zorro, primero crecieron brazos y piernas, luego la cabeza, luego nueve tallos que se convertirían en nueve colas. O ese era el plan, porque la construcción del chakra se derrumbó a mitad de camino de la transformación.