¿Quieren saber como descubrió que el amor no tiene edad, que el pasado se puede superar, que la gente buena y amable todavía existe?
Bueno...todo comenzó cuando Izuku estrelló su rostro contra la calle.
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•Tododeku
•Mención de otros ships
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Bienvenidos a la primera temporada de ésta historia uwu.
Disfruten.
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Fue un lunes, primer día de clases, cuando él cambió su vida. No, no consiguió ser un genio, tampoco ganó un premio internacional.
Izuku Midoriya se cayó a la mitad de la calle.
Llevaba varios días preparándose mentalmente, pues durante toda su vida deseó entrar a la academia UA y haber sido aceptado -después de haber fallado un año atrás- era demasiado para creer. Noches sin dormir, estudiando para estar al nivel y trabajando en el verano para pagar el resto de la beca...estaba muy distraído.
Su pie se enredó con el otro y en un segundo, tras perder el equilibrio, cayó de boca al piso, creando un fuerte sonido contra el asfalto.
-¡Dios, mío! ¡Izuku!- Ochako, la única chica a la cual el peliverde le agradaba, corrió en su ayuda, sin poder evitar reírse un poco -Eres un torpe-
Solo estando a unos metros fuera del terreno escolar, los demás adolescentes que salían en dirección a sus hogares, comenzaron a burlarlo. Ochako les gruñó, pero fue inútil, ya que estos siempre intentaban hacer sentir mal al pecoso.
-¿Estás bien?- Una voz ajena se escuchó.
Cuando Midoriya levantó la mirada, se encontró con un peatón que casualmente caminaba cerca. Este le ofreció su mano y entre él y Ochako levantaron al menor.
-S-Si, señor...l-lo siento- Izuku se disculpó, sacudiendo su ropa.
Ochako dió un golpe leve a su nuca -¡Tonto! Fíjate por donde vas. Ya interrumpiste la caminata de este hombre-
-No me molesta- El mayor comentó rápidamente. Luego revolvió ligeramente el cabello de Izuku y siguió su camino -Solo ten más cuidado...-
-Midoriya Izuku- El peliverde comentó reclutante.
-Midoriya-
Una vez que se perdió de vista, la castaña, mejor y única amiga de Izuku, jaló fuertemente de su brazo. Sus mejillas estirables se pegaron, haciendo que el chico se sintiera algo incómodo.
-¿Viste su cabello?-
Izuku levantó una ceja -¿Qué tiene?-
-Era mitad blando y mitad rojo-
-¿Y?-
Antes de que pudiera responder, una lata de soda voló por los aires. Ochako e Izuku lograron esquivarla a duras penas.
