¿Quieren saber como descubrió que el amor no tiene edad, que el pasado se puede superar, que la gente buena y amable todavía existe?
Bueno...todo comenzó cuando Izuku estrelló su rostro contra la calle.
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•Tododeku
•Mención de otros ships
...
So, el cap tiene una dinámica un poquito diferente, ya verán porqué.
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-¿A caso tiene algo en contra de mi hijo, Todoroki-sama?-
El bicolor estaba a punto de perder la paciencia, de por sí ya estaba probando sus propios límites. ¿Por qué decidió ir al trabajo un sábado? Nunca lo hacía, no tenía razones de hacerlo. Oh claro, le había gritado a cierto pecoso que salió llorando de su departamento y ahora se sentía culpable.
-Mitsuki, por última vez, no tengo nada, absolutamente nada, en contra de Katsuki. Lo único que digo es que...-
-¿¡Entonces porqué tiene tan bajas calificaciones curiosamente en la materia que es enseñada por un TODOROKI?!-
"Shoto, no debes golpear mujeres rabiosas. ¡Contrólate!" Se gritó a si mismo.
-Mitsuki, vaya con Fuyumi y háblelo con ella. Yo no tengo nada que ver con mi hermana o la forma en cómo enseña a sus alumnos; y mucho menos me involucra si su hijo es un idiota que no entrega las tareas a tiempo porque extraña a su novio. ¿Entendido? ¡Ahora lárguese de mi oficina que ya estoy bastante molesto y no necesito que nada más vaya peor en mi día!-
Todo el piso se quedó en silencio, los que estaban cruzando cerca de la oficina se quedaron inmóviles. Ni una sola vez, de los casi cuatro años en los que el jefe de Endeavour's Co. había sido Shoto, vieron al bicolor molestarse, jamás. Había soportado al ex-jefe gritando en los pasillos, varias candidatas a puestos laborales con ropas inapropiadas, café ardiente en la cara...una larga lista de malas pasadas, y nunca nada lo había atormentado. Quien sea que estuviera con él en ese momento, debía tener agallas para no salir corriendo despavorido del terror.
Mitsuki se enderezó, cruzó los brazos y salió del cuarto sin que una palabra más se deslizara fuera de sus labios. Todos la miraron como si fuera una deidad desconocida, pues no le temía a la furia del Todoroki.
Kenta, el asistente personal de Shoto, hizo su entrada, titiritando. -¿N-Necesita algo, Todoroki-san?-
-Agéndame una cita con la doctora Yaoyorozu- Los orbes heterocromáticos estaban distantes, contemplaban el bello paisaje de la ciudad por los ventanales de cristal. -Si no voy con ella pronto, alguien va a ser empujado del techo y no tomaré la responsabilidad-
-¡Claro, jefe! ¡En seguida!-
-¡No me llames "jefe"!-
Kenta casi se hizo del baño en los pantalones, cualquiera lo hubiera hecho. -¡Lo siento, Todoroki-san! ¡A-Agendaré su cita lo más pronto posible!-
Tanto tiempo después de lo que pasó y ese maldito demonio seguía causándole problemas. Shoto solo esperaba que no siguiera lastimando a Izuku, porque en serio le iba a enseñar con unos buenos golpes.
El mal humor lo estaba matando.
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