Capítulo 2

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August sonrió amable y agito su mano al igual que el resto de su equipo cuando contemplaron a su expareja, Antia, salir de la estación de bomberos con el grupo de pequeños de entre seis y siete años con la felicidad desbordando de sus rostros infantiles.

Mientras August les había dado un recorrido a los pequeños por toda la estación, mostrándole desde su oficina, las duchas, los camarines, la cocina, la gran habitación en el segundo piso donde cada hombre poseía su propia cama para cuando estaban de turnos como guardia y una sala de juegos, para finalmente terminar con el carro de bomberos, donde le había permitido a los pequeños subirse y recorrerlo.

En todo momento, August no había hecho más que mantener una perfecta actitud profesional y amigable como todo hombre y alfa responsable, hacia su expareja Antia Walsh, a diferencia de lo que creían los integrantes de su equipo, en especial Jackson que era su amigo más cercano.

Sí, Antia era una mujer hermosa con su cuerpo delgado decorado con sutiles curvas tentativas, su cabello castaño rojizo liso hasta sus hombros y con dulces pecas en su rostro, en el cual estaban dos grandes ojos color avellanas.

Ella no era desgarradoramente hermosa, pero era linda y su personalidad dulce, lo cual la convertía en una agradable compañía.

Antia era una profesora muy amada por todos en la escuela y por cada padre de los alumnos, era una mujer dulce pero que August ya no podía ver como algo más que una amiga, y ella estaba bien con eso.

—¿Seguro que las chispas no saltaron entre los dos? —pregunto Jackson moviendo sus cejas.

August negó con su cabeza—. Nosotros terminamos por decisión mutua, quedamos como amigos incluso.

—Pff, si claro, exnovios siendo amigos —bufó su amigo—. Y en todo caso por qué terminaron una relación que pronto cumpliría el año, es la más larga que has tenido hasta el momento —observó.

Internamente August quería rodar sus ojos y bufar ante el intento de su amigo por averiguar por qué termino con Antia hacia casi cinco meses, y en realidad, lo hizo.

—Vamos —exclamo rodeando los hombros de August—. Terminaron de un día para otro y siguieron actuando como amigos, todos tienen curiosidad. Al menos, dime a mí para no seguir en esta agonía —dramatizo.

August resopló una risa—. Idiota.

—Cuando gustes —rió contagiando a su jefe.

—El último año los dos nos dimos cuenta de que ya no estaba esa chispa de antes entre nosotros —comenzó—. Ella incluso me preguntó si se debía a que no me podía complacer como lo haría un hombre, ya que sabes que no es secreto que soy bisexual, pero... —se encoge de hombro—. Luego de hablarlo simplemente nos percatamos de que habíamos estado actuando más como amigos que otra cosa.

—Entonces... ¿No te molesta si voy detrás de ella? —preguntó arqueando una ceja.

—Adelante —respondió haciendo un ademán con sus manos—. A decir verdad, alguien ya está en mi mente —reveló.

—Oh... Eso suena interesante —comentó interesado—. ¿Hombre o mujer?

—Mujer... Creo —respondió dudoso—. A decir verdad, no lo recuerdo muy bien, solo sé que cuando desperté un momento en el hospital vi una bonita cara acompañada de un pequeño cuerpo con increíble aroma.

Jackson silbo—. Si su aroma te atrae eso ya lo transforma en alguien posiblemente importante, pero lamento decirte que cuando llegue por ti, el único que estaba contigo era Nolan.

Llamémoslo DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora