Sí, te amo "Kalex"

1.1K 81 26
                                    

Red Daughter estaba al borde de la muerte, sus ojos estaban llenos de lágrimas, algunas eran dulces y otras completamente amargas; pero lo que más podía notarse era la sonrisa que tenía en sus labios, aún sabiendo que de su vida poco tiempo quedaba.

–No te atrevas a irte, no me dejes–. Esa no era otra que Alexandra Danvers sollozando y golpeando el pecho de la rusa, que en respuesta sólo tomó sus manos y las besó.

–No puedo quedarme –tosió aún sonriendo–, quiero hacerlo, y estar contigo toda tu vida; pero ambas sabemos que eso no puede ser posible. En su lugar, puedo estar contigo los últimos segundo que quedan de la mía–. La tos de la joven se hizo aún más grave y profunda.

–Te amo, te amo tanto, Kara–. La rusa solamente sonrió en medio de una fuerte inhalación.

–No lo haces –tosió sonriendo–. Amas a "tu" Kara, yo sólo soy un remplazo–. La forma tan cariñosa y comprensiva con la que dijo aquello, dejó a Alex helada.

–No digas eso, no eres el reemplazo de nadie–. La rubia negó aún sonriendo, lo que molestó a Alex.

–No me mientas cuando estoy a segundos de morir, por favor –inhaló profundamente otra vez–. No niegues que la amas, que amas a esa kriptoniana idiota, a la cual voy a perseguir en forma fantasmal si no acepta que te ama–. Esa declaración causó la risa de ambas, una risa húmeda, una por el llanto y la otra por la sangre que subía por su garganta.

–No lo harás, en algunos segundos llegará Supergirl y podremos salvarte–. Alex de verdad esperaba que aquello fuera posible, ya que no estaba preparada para perder a esa chica que la tenía por las nubes y la hacía suspirar cada vez que decía su nombre con ese lindo acento ruso.

–Alexandra –susurró a duras penas–, te amo, no tienes una idea de cuánto te amo –inhaló y exhaló dolorosamente–, y siempre te amaré, siendo yo –inhaló con mucha fuerza–, y te amaré siendo ella–. La tos se hizo presente; pero ahora con tanta fuerza que hizo que el cuerpo de Kara comenzara a convulsionar de manera estrepitosa.

En ese instante Supergirl siendo acompaña por Reign hicieron acto de presencia, corrieron rápidamente para alejar a Alex de la rusa ya que había una gran posibilidad de que si la golpeaba terminara en una larga estadía en el hospital.

–¡Suéltame, Sam! –Alex trataba de luchar contra los brazos de su mejor amiga; pero nada podía hacer contra la fuerza de una kriptoniana–. ¡Esto es su culpa! ¡Ella no lastimó a nadie, ella nunca lastimaría a nadie!–. La pelirroja no dejaba de moverse en los brazos de su amiga, al tiempo que Kara posaba sus manos bajo el cuello y las piernas de la rusa, que a duras penas respiraba.

Pero ninguna esperó que al tocarla, el cuerpo de la rusa comenzara a desaparecer al tiempo que Kara lo iba absorbiendo poco a poco. Alex estaba en shock al igual que Sam; pero ambas salieron de este al ver como Kara caía completamente inconciente el suelo de aquella fábrica donde Lex mantuvo a Red y otros extraterrestres cautivos.

–¡Kara despierta, por favor, no me hagas esto!–. Alex golpeaba el pecho de la kriptoniana haciendo que su muñeca se rompiera gracias al contante impacto.

–¡No harás nada rompiendo tus manos, Alex!–. Sin ningún esfuerzo Sam alejó a Alex de Kara, evitando que siguiera lastimándose.

Por otro lado Kara se encontraba en una habitación que rápidamente reconoció como la sala del apartamento de Alex.

–Hola, Kara–. Su voz con un característico acento ruso la hizo girarse, y sobre la encimera se encontró a Red sentada en ella con la sudadera favorita de Alex puesta.

–¿Qué haces aquí? –Se acercó con algo de cautela–, ¿por qué usas esa sudadera de Alex?–. Kara sabía muy bien que la pelirroja amaba mucho esa sudadera, y sólo ella tenía el permiso de usarla.

One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora