Te esperaré "Rosbelle"

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Reino unido 1806

En una pequeña casa de una floreciente aldea en la parte norte de Reino Unido se encontraba Rosalie Bolet una hermosa rubia con porte de reina, preparando la comida para pareja Lisa Budwing una hermosa castaña y para la hija de esta, que fue criada como de ambas, Renessme Budwing una joven castañarojiza de 18 años.

Para todas las personas de esa aldea, Rosalie era la cuñada de Lisa, hermana de su difunto esposo.

Rosalie odiaba la comida humana; pero amaba la expresión de alegría que colocaban Lisa y Renessme cada vez que cocinaba. Y sí, comida humana, nuestra querida Rosalie, es lo que se conoce como vampira, chupasangre, entre otros.

Lisa y Renessme hicieron acto de presencia en su pequeño hogar luego de un día vendiendo los pasteles que la primera prepara con ingredientes que Rosalie le trae del interior del bosque cada vez que va de cacería.

–Hola mamá ¿Qué cocinaste?–. Es lo primero que dice Renessme intentado meter sus manos dentro de la olla de la comida, recibiendo un golpe del cucharón de Rosalie.

–Estoy bien también, hija. ¿Cómo estuvo la venta?–. Pregunta a Lisa mientras se acerca y deja un suave beso sobre sus labios.

–¡No hagan eso frente a mí!–. Dice Renessme mientras finge más mal que bien asco, causando la risa de sus madres.

–Peores cosas hacemos cuando duermes–. Le dice Rosalie sonriendo dejando ver sus pequeños colmillos.

–Rose, no le digas esas cosas a la niña–. Le reprende Lisa sonriendo.

–Siéntense que les voy a servir–. Dice la rubia al tiempo que buscas las tazas para servirle a sus amores.

Ya en la mesa, Renessme comenzó a devorar su comida, mientras Lisa se dedicó a ver fijamente a Rosalie mientras sonreía.

–¿Tengo algo en la cara?–. Preguntó la rubia mientras limpiaba los que fuere que tuviere en la cara.

–Tu belleza, solo comparable con la de una deidad–. Responde en un suspiro enamorado Lisa.

–Eres una tonta, ¿lo sabías?–. Dice con falso tono irritado.

–Pero soy tu tonta, y para toda la eternidad–. Responde la castaña causando que el corazón de Rosalie diera un latido fantasma.

–Eso espero–. Responde en un suspiro más para ella que para sus interlocutoras.

La mesa se quedó en un silencio tan cómodo como reconfortante para las tres mujeres, al terminar cada uno lavo su plato, regla impuesta por Rosalie, y se fueron cada una su habitación, estas siendo contiguas y con solo una delgada pared separándola.

–¡Hoy no tengo sueño, así que se esperan hasta que me duerma para hacer sus cochinadas!–. Les gritó Renessme a sus madres, causando la risa de amabas.

–¡Acabas de matar nuestra pasión!–. Le responde Lisa luego de reír.

–¡Me alegro, inmensamente!–. Responde al tiempo que suelta una larga carcajada medio fingida medio verdad.

–Nuestra hija está completamente loca, eso lo sacó de tu familia–. Le dijo la rubia a Lisa, haciéndola reír.

–¿Y que sacó de la tuya?–. Preguntó divertida.

–Su incomparable belleza, obviamente–. Responde con falso ego haciendo reír a Lisa un poco más.

–Creo que eso no lo puedo negar–. Dice la castaña acercándose a darle un suave beso, el cual fue roto por unos gritos y fuertes golpes contra su puerta de entrada.

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