Declaración "Kalex"

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Querida Alex,

Puede que esta carta te sorprenda, también puede que no lo haga. Por mi letra ya debes saber quién soy, y eso hace que los latidos de mi corazón aumenten; pero a esta altura ya no me detendré, total aún me quedan quince segundos de valentía.

Estoy enamorada de ti, esa es la verdad, simple y clara.

Te amo.

No como una hermana, no como una amiga, te amo como sólo una mujer puede hacerlo.

Te amo con cada célula de mi ser, con cada átomo que habita dentro de mí y que me conforma como una persona, o extraterrestre.

Sabes, un día desperté sabiendo que te amaba, ya que mi cerebro subconsciente decidió compartir esa valiosa información con mi cerebro consciente.

Sí, estoy divagando, y siéndote sincera es para ganar tiempo, tiempo que me ayudará a alcanzar abordar esa nave que me llevará a "casa". Aunque realmente casa es entre tus brazos cuando me abrazas y me entregas en eso segundos, que siempre terminan en minutos, tu amor.

Sé que ahora quieres dejar esto y salir corriendo tras mí; pero te pido por favor que no lo hagas, no si sólo quieres tener a tu lado a tu hermana. Porque eso dejé de serlo al segundo que vi tus ojos por primera vez.

Te pido como un favor personal que seas feliz, con quien desees; pero nunca me cuentes eso, no me invites a tu boda, no me hagas conocer a tus hijos, porque al hacer eso estaría rompiendo lo poco que me queda de corazón.

Bueno tengo que preparar mis cosas para el viaje, te amo Alexandra Danvers, como quien ama el atardecer, sabe que está allí, lo tiene al alcance de sus dedos; pero no puede tocarlo no puede apreciarlo más que algunos minutos al día, y aún así es el ser más feliz sobre la faz de la tierra.

Yo ya no puedo resistir no tocarte, no tenerte entre mis brazos, no besar tus labios, esos que me llaman con demasiada intensidad.

Sé feliz, se amada, ama, cuídate y recuerda que en tus manos está mi corazón, y en mi cabeza siempre estarás tú.

Te ama, demasiado para considerarlo sano,

Kara Zor-El


Alex no releyó aquella carta que Kara había dejado sobre su almohada. Mientras se vestía con lo primero que encontró se maldijo al no sospechar cuando Kara le pidió dormir con ella, con la excusa de que la extrañaba.

Pero como no hacerlo, como no disfrutar de ese placer que tanta culpa le causaba. Al contrario de lo que sus amigos pensaban, ella no descubrió que le gustaban las chicas estando con Maggie, lo descubrió a los dieciséis años cuando guiada por un impulso desconocido besó a su dormida hermana.

Luego de eso no puedo dejar de soñar con Kara, y todo se intensificó cuando la joven decidió ser Supergirl. Si era sincera consigo misma, Maggie no fue más que un remplazo para Kara, como el resto de las mujeres que estuvieron en su vida, aunque fuese sólo por una noche.

Ya en su moto, se dirigió a toda velocidad al DEO, lugar desde el que partiría aquella nave. Su corazón iba a mil por hora, sólo faltaban cien metros para llegar al hangar especial cuando vio como una estela de luz se disparaba y se perdía en la claridad del cielo.

Lo siguiente es un borrón en la mente de la joven, ya que luego de ver que la nave desapareció de su vista, sus ojos se llenaron de lágrimas y perdió completamente el control de la motocicleta.

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