One Shots

Mentira "Swanqueen"

Regina Pov

Me siento el peor ser humano sobre la faz de la tierra, el por qué, acabo de destruirle el corazón al amor de mi vida. Y mi único consuelo es el que aquel sucio pirata es su final feliz.

Ni cuando mi madre destrozó el corazón de Daniel, sentí tanto dolor como el que recorrió mi cuerpo al ver los ojos de Emma mientras comprimía su corazón.

Analepsis.

Faltan alrededor de dos horas para salir de este lugar y poder llegar a casa para ver a mis dos grandes amores Emma y Henry, es sorprendente como esta pedante caza recompensas, ahora sheriff, se metió tan dentro y tan rápido en mi corazón, al punto de hacerlo recobrar su color natural.

Me encuentro divagando sobre qué hacer para cenar, cuando suenan unos golpes en mi puerta.

–Adelante–. La puerta se abre y tras ella se muestran Snow y David.

–Hola Regina–. Hablan ambos al mismo tiempo, a veces asustan.

–Hola, ¿Qué se les ofrece?–. Sin permiso ambos se sientan y les doy una mirada desaprobatoria.

–Queremos que te alejes de Emma, románticamente hablando, sabemos que Henry siempre las unirá; pero debe ser su único vínculo–. La voz de David me sorprende; pero más me sorprende su petición.

–¿Por qué dejaría mi final feliz?–. Ambos se ven y comienzan reír.

–¿Crees que La Salvadora, podría ser el final feliz de La Reina Malvada? –Snow logra articular una frase entre sus risas, y luego de que se detiene continúa–. ¿Es que no lo sabes Regina? Tú nunca tendrá final feliz. Ahora te pido que te alejes de mi hija por las buenas y la dejes ser feliz con Killian–. Snow se levanta y se acerca más a mí.

–Emma es mi final feliz y ustedes lo saben muy bien –para demostrar mi punto sacó mi corazón y se los muestro–, Emma es la causante de que esté así, solo mi amor verdadero lograría eso–. Con cuidado introduzco nuevamente mi corazón.

–Si quieres más pruebas de que Killian es el amor verdadero de Emma pregúntale a tu espejo–. David muestra sus sonrisa confiada, que me hace dudar, por un segundo.

En una nube morada en mi mano aparece mi espejo, tenía algún tiempo sin usarlo así que tenía algo de polvo.

–Pregunta Regina–. Snow me insiste.

–Espejito, espejito ¿Quién es el amor verdadero de Emma Swan?–. Pregunto esto con una gran y confiada sonrisa; pero rápidamente esta desaparece al ver el reflejo del sucio pirata.

–Ya lo sabes Regina, acabas de ver quién es el verdadero de mi hija. Te quiero lejos de ella–. Snow no dice ninguna otra palabra y sale junto a su esposo de mi oficina.

Mi corazón está completamente destrozado, ¿Cómo es posible? Ella le regresó el color a mi corazón, me hizo sentir amada, cuidada, desea. Esos sentimientos no se fingen, no pueden ser mentira.

Sin preocuparme y con el alma en un hilo me trasporto a la casa.

Llego a la sala y allí se encuentra Emma jugando videojuegos, es simplemente perfecta, sus ojos verdes fijos en la pantalla y sus cara cambia a ligeras expresiones que hacen mella en mi corazón.

Limpio mi rostro y cambio mi rostro a una expresión fría.

–Srta. Swan creo que debe irse–. Ella pausa el juego, con una sonrisa se levanta y se acerca a besarme; pero con una mano en su pecho la detengo y me alejo de ella.