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Las orejitas color carbón se alzaron, moviéndose de aquí para allá en busca de cualquier sonido.

— creo que son...— Jungkook hizo algunos cálculos en su cabeza y luego habló — una docena o menos, no creo que encontremos un punto ciego, Taehyung—.

El zorro soltó un gruñido leve con frustración y se asomó, observando a los dos guardias más cercanos, tendrian que pasarlos a ellos primero.

Tocó el hombro del azabache a su lado y comenzó a comunicarse en "lengua de señas".

Señalo sus propios orbes, luego tocó su corazón, hizo que sus dedos simularan una caminata, señaló al conejito, golpeó sus manos juntas, tocó su corazón otra vez, luego simuló el vuelo de un ave, golpeó su palma, su pecho y señaló su espalda. Termino mostrándole sus pulgares.

Jungkook frunció el ceño.

¿Qué?

Pero el pelirrojo ya había corrido al otro lado de la cabina de seguridad donde se encontraban.

Jungkook lo fulminó con la mirada y hablo en el verdadero lenguaje de señas.

Estás en contra del viento, idiota.

Esta vez el confundido fue el zorro, no tenía idea de que es lo que le habían dicho.

Lo supo cuando uno de los guardias comenzó a mover su nariz de un lado a otro, frunciendo su rostro de manera amenazante y acercándose a su escondite.

Taehyung entró en pánico.

Pero justo en el momento perfecto un aullido se extendió por los aires.

Jungkook.

El híbrido de lobo aulló de regreso instintivamente y el otro guardia se acercó, ordenándole que guardara silencio. El policía sonrió y volvió a aullar, está vez, ambos guardias cayeron en la tentación, siendo seguidos por todos los demás.

— rápido— Taehyung miró sorprendido a Jeon y este lo jaló hacia el edificio de forma rápida.

Ambos se refugiaron en una de las esquinas del hospital. El mayor alzó una ceja.

— tú— lo señaló con una sonrisa ladina — eres un conejito astuto—.

Ambos buscaron con su mirada alguna ventana u otro lugar donde pudieran meterse sin ser vistos. Encontraron lo que parecía ser una tubería de desagüe vieja y con todo el pesar de Taehyung y las ordenes de Jungkook se terminaron metiendo por ahí. El camino fue largo e incomodo por la humedad y el olor a caño viejo que abundaba de una forma casi asfixiante a los híbridos pero finalmente llegaron a una coladera de tamaño mediano por a que pudieron salir con facilidad.

El cuarto al que habían llegado estaba oscuro así que tuvieron que esperar un poco a que sus ojos se adaptaran a esta, Jungkook caminó observando las cosas acumuladas en lo que ahora pensaba que funcionaba como almacén, había varias camillas, aparatos de hospital cubiertos con mantas y una que otra silla de ruedas, obviando para lo que antes había servido aquel edificio. Taehyung le señaló una puerta y ambos chicos se acercaron a ella, sin embargo Kim retrocedió y le dio un ligero empujón en la espalda.

- Después de ti- Jungkook lo miro con el ceño fruncido - T-tu eres el oficial-.

Soltó un bufido y abrio la puerta, asomando uno de sus ojos entre la apertura. Parecía el cuarto donde se usaban los rayos x o algo así pero lo que mas le llamaba la atención era que las luces estaban prendidas al igual que las computadoras y tenían imágenes de escáner probablemente reciente en ellas. Intento enfocar su vista para poder ver el análisis de los aparatos pero su concentración se desvaneció al sentir sus orejitas ser separadas y el peso de alguien mas entre ellas. 

DISTOPÍA | taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora