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Jungkook alzó sus orejitas con curiosidad al ver la camioneta roja con letras formando el nombre de "repostería min" en un color blanco uniforme y a un rostro familiar con orejas y cola roja saliendo de él.

El azabache bajó las escaleras de su casa con apuro, abriendo la puerta de la granja y recostando su costado en el marco de madera.

- Min Yoongi ¿Quién iba a decirlo?- sonrió leve al ver el rostro apenado del chico, quien llevo su mano detrás de su nuca.

- Hola, Jungkook... - estrecharon sus manos y el chico zorro inhaló para comenzar a decir - quiero decirte que estoy apenado por el modo en el que me porté en mi niñez, era inseguro y temeroso- explicó con cierta verguenza - y lo expresaba a través de ataques de ira y agresión, era un completo tonto-.

El más joven se encogió de hombros, sonriendo empáticamente.

- no eres el único que puede ser un tonto...- El carnívoro sonrió a medias y colocó su mano en el hombro del conejito.

- hey, si ayuda en algo, en mi opinion tu hiciste lo correcto, lo único que unía a todos los afectados era el hecho de que eran carnívoros, la gente lo malinterpreto- Jungkook asintió y lo miró algo extrañado.

¿Acaso todos en Zootopia habían visto esa entrevista?

Min pareció leerle la mente y se apresuró a contestar.

- no, me enteré por un amigo, él es un gran admirador tuyo...- el conejito asintió algo conmovido y apenado al mismo tiempo - de hecho hizo bastantes teorías sobre lo que podría haber causado los ataques de agresividad en los carnívoros desaparecidos-.

Jungkook rió algo bajo, recordando cuando el hacía lo mismo con películas y series policíacas o de crímenes.

El conejito, sin embargo, logro notar que parecía que Yoongi quería decirle algo más cuando la voz de uno de sus hermanitos sonó por lo alto.

- ¡Gigi!- el híbrido de zorro sonrió viendo a dos pequeños gazapos correr hacía el con sonrisitas en sus rostros y soltando risitas bajas, siendo seguidos por Nayeon y vigilados por ambos señores Jeon con sus orejas atentas a sus crías.

Jungkook también sonrió enternecido ante la imagen de sus hermanitos menores divirtiéndose.

- ¡Niños, no se acerquen a las midnicampus holicithias!- Nayeon se apresuró a detener a los mellizos con sus brazos, colocándolos detrás de ella y ayudándolos a rodear el sembradío de aquellas florecitas color morado.

Jungkook frunció el ceño, recordando que sus padres nunca les dejaban acercarse a las midnicampus. Por otro lado, Min, rió algo desconcertado por las palabras complicadas.

- vaya, ese si que es un trabalenguas, señor Jeon- Jungkook sonrió algo divertido y los señores Jeon se acercaron hasta los jóvenes para poder hablar mejor - mi familia los conoce como Aulladores-.

Las orejitas de Koo se levantaron al oír ese nombre.

- ¿Aulladores?- su padre asintió, tomando los tirantes de su propio overol antes de superar.

- así es, sirven para aullentar las plagas pero recuerdo que una vez el primo de tu madre comió una y se volvió completamente loco- alzó un poco la manga de su esposa, mostrando una marca de mordida en este.

- ¿Un conejo volviéndose salvaje?- la señora Jeon negó con el ceño fruncido.

- creo que decir salvaje sería algo exagerado, algo agresivo quizás- su esposo la interrumpió con algo de protectividad.

- ¡Mira la marca que te dejó! Yo diría que fue salvaje- Jungkook abrió sus ojos en platos y golpeando el brazo de su padre con insistencia.

- ¡LOS AULLADORES!¡SON LAS PLANTAS, NO LOS LOBOS!- los otros tres híbridos lo miraron con confusión y Nayeon frunció su ceño asintiendo lentamente.

DISTOPÍA | taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora