—¿Qué harás después?
Era la primera cuestión que tenía, era un cambio radical estar ahora ahí.
—No sé —habló acariciando las hebras jovenes—, supongo que mi familia estará feliz de tenerme de vuelta.
Y él a ellos, se sentía tan egoísta pensado que pueden recibirlo con los brazos abiertos cuando él los abandonó.
—Tu reencuentro con Bakugo no fue el mejor. ¿Qué hay de él?
De cierta forma el mayor lo ayudaba para que tuviera en orden sus emociones.
Shota era una persona increíble, y nunca dejará de guiar y cuidar a las personas que le importan.
—Sé que vendrá. Sensei —dijo abrazando al cenizo—, tengo miedo.
Y sus alumnos no dejarían de ser sus alumnos.
Se acercó para poner su mano el hombro del muchacho.
—Estaré aquí.
[...]
Al día siguiente unos albinos junto a un pelirrojo tocaron, fueron recibidos por Aizawa quien era el responsable de las visitas porque el heterocromatico no tenía los accesos.
Estaba preparado, no fue difícil adivinar que vendrían primero. Renji estaba en el cuarto que compartían, lo traería después.
El pelinegro les dio un poco de espacio cuando fue a ver al infante.
Ahora estaban ahí, pudo ver las lágrimas de sus hermanos y madre, el hombre dejaba espacio para ellos.
—Hijo —habló para abrazarlo fuerte, esperó mucho tiempo para volver a sentirlo.
—Lo lamento.
Sus sentimientos estaban a tope y permitieron sacarlos. Su madre se separó permitiéndo que sus otros hijos se acercaran.
—Hermano —pronunció la joven con voz entrecortada—, te extrañamos tanto, esperamos mucho para tenerte cerca.
También le permitió a esa agua salada correr por sus mejillas.
—Creciste mucho, Shoto —lloriqueo Natsuo—, quiero verte crecer.
Disolvieron el abrazo limpiando sus lágrimas, no necesitaban demasiadas palabras para expresar lo que podían sentir.
Enji estaba inseguro, pero al recibir un señalamiento de Fuyumi se acercó despacio.
No quería una reacción como la del día de ayer, se sintió bien cuando esta vez no se alejó.
Pudo envolver a su muchacho en brazos y ser correspondido, ellos no necesitaban palabras.
El mayor lo apretó con miedo a que fuera un sueño igual a los otros.
—Hermano, ¿podemos verlo? —preguntó con nerviosismo.
Dando una positiva se dirigió a buscarlo, al regresar tomados de la mano no pudieron evitar sentir ternura.
—Él es Renji —comunicó con una sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Renji
RandomUna cosa llegó a la otra y ahora tiene un hijo. Cada decisión tomada cambia todo. •La imagen no me pertenece, solo la edición. Derechos a su respectivo autor: @Ceallachs. Publicada: 13/feb/21 Terminada: 19/feb/21