Renji

Ocho

—Touya, deja de mirarme así.

En su segunda visita les había contado lo ocurrido, ver a Renji feliz por tener a sus papás juntos era adorable.

Pero dejando de lado eso, Touya se concentró en una sola cosa.

—Pero no te da vergüenza besarte con él.

Al resto le hacía gracia, era tan idiota que le dijera algo así, cuando ya hasta tenían un hijo juntos.

Es decir, de todo lo que han hecho, los besos son cosa de niños.

—Eres exagerado —recriminó Atsuhiro—, ¿qué tiene de malo?

—Que no ha venido a verme para pedirme permiso.

—¿Es malo eso? Papá también me da besitos —habló Renji confundido.

Antes de que Toga y Twice pudieran decir algo, Spinner y Mr. Compress le pusieron una mano en la boca.

No queremos perturbar al niño tan joven.

—Es otro tipo de afecto —le dijo el lagarto.

[...]

—Y no entendí —terminó de explicar el rubio.

Habían acordado almorzar con los padres de Katsuki para que ya pudiera convivir con sus otros abuelos.

La pareja estaba algo sonrojar con eso, Bakugo también estaba nervioso porque en unos días se presentaría ante Touya.

—Veras, Renji —empezó Masaru—, esos se los dan las parejas. Así como tu abuela y yo.

—Ahh.

Se escuchó el tono de llamada del ojirubí, atendió levantándose viendo que se trataba de Kirishima.

—¿Qué quieres?

—¡Enciende la televisión! Están hablando de ustedes.

—¿Ah?

—¡Solo hazlo!

Colgó llamando a los demás para encender el aparato.

—¿Qué pasó? —preguntó Todoroki siguiéndolo.

Se podía ver como en un programa de noticias había una foto, claramente se veía a Shoto cargando a Renji.

—¡Es muy parecido! Además no supimos nada de él por años y ahora regresa con un niño idéntico a el héroe Bakugo.

—Estaremos a la espera de que Dynamight desmienta o confirme esto.

—¿Por qué salgo ahí?

[...]

No podían salir de la casona de Rei porque varios camarógrafos y reporteros estaban en la entrada.

La foto de Shoto llamó a todos ellos haciéndole imposible hacer algo.

El ruido despertó a todos los miembros de la casa, ahora intentaban comunicarse con Endeavor y Bakugo.

El mayor no contestaba, pero pudieron escuchar como las personas de fuera hacían preguntas a alguien.

—¿¡Es su nieto!?