Capitulo 34

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Ahora que estabas de vuelta en la ciudad, llevabas cuatro días en los que te dedicaste a organizar las cosas que ibas a necesitar durante el mes que pasarías afuera.

Law te acompañaba básicamente a todos lados, y tu no te ibas a quejar por su compañía, ya que tenias claro que lo ibas a extrañar aunque solo fuese un mes en el cual no se verían. Pero estabas acostumbrada a su presencia y a sus cariños. Aunque desde el día en que habían ido por unas compras rápidas, sentías que algo andaba mal.

—¿Vas a buscar más ropa para llevar? —Preguntó Law viendo como separabas las cosas que habías sacado de tu armario y unas pocas cosas que habías comprado.

—Nop, aunque vayamos por trabajo, seguramente tendremos unos días para conocer el lugar. Así que ahí compraré ropa en caso que algo me guste.

Law sonrió levemente y se acercó a ti por detrás para rodearte por la cintura con sus brazos.

—¿Pasa algo? —Él negó. —¿Seguro...? Has estado algo extraño estos días...

—Lo siento, no es algo consiente... —Mintió.

No muy segura, dejaste la ropa a un lado y volteaste a verlo tratando de entender que era lo que le sucedía, no era común que Law tuviese esos animos.

—¿Que me vaya mañana tiene algo que ver? —Aunque no creías que esto fuese así, no perdías nada preguntando.

Law guardó silencio, y para tu sorpresa asintió de forma muy leve. No dudaste en abrazarlo por el cuello con fuerza.

—Hey... Tu mismo dijiste que solo es un mes, cuando vuelvan las clases yo también volveré...

—Lo se.

—Entonces no pongas esa cara... —besaste a tu moreno un par de veces de forma corta pero lenta. Para una vez mas abrazarlo.

«Quisiera que sólo fuese eso, pero ese maldito... » Pensó Law a la vez en que correspondía el abrazo y se apoyaba en tu hombro.

                  ~Hace tres dias~

—Bueno, te espero aquí afuera. —Avisó el ojigris tomando asiento en una pequeña banca que allí había.

Asentiste sonriendo y caminando hacia los probadores. Estaban dentro de una tienda de ropa, ya que para mala suerte tuya, durante los días en la playa, habías roto sin querer unos jeans que te encantaban, y las calzas que generalmente usabas al entrenar. Por lo que Law te acompañó a reponer estas prendas, y tambien aprovechar de llevarte alguna cosa extra.

El mayor estaba viendo su celular mientras esperaba a que tu salieses de los probadores, quizá pidiendo una opinión o simplemente decidida a comprar la ropa.

Eso, hasta que por el rabillo del ojo logró ver un abrigo de plumas rosado pasar por la puerta de la tienda. Esto lo alertó, levantó su cabeza rápidamente y buscaba con la mirada al dueño de ese abrigo. Al encontrarlo, ese hombre también lo estaba observando. Una sonrisa y retomó su paso.

«¡¿Que hace el aquí?!»
Era extraño verlo, Law no entendía la razón por la que se dejó ver tan fácilmente. Dió un vistazo rápido hacia los probadores, apretó los puños y se levantó de donde estaba para salir de la tienda.

Lo siguió a paso rápido hasta que él por fin se detuvo en un callejón.

—Ha pasado tiempo, Law. Cuanto has crecido.

—Doflamingo... ¿Que quieres? ¡¿Hace cuanto estás en esta ciudad?!

—Vamos, vamos, relajate... ¿No puedo pasar a saludar? —Law apretó los dientes. — De cualquier forma... Tienes una novia muy linda, felicidades.

Mi Sonrisa Favorita (Law x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora