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"Cada día al caer la noche duermes conmigo, aunque ninguna de esas noches, estés junto a mí"

Ambos ayudaron a que se acostara y Manuella sacó sus zapatillas, subiendo por último sus pies a la cama
-¿Y ahora qué?
-¿Tienes idea de donde hay un termómetro?
-Seguro que en el baño, iré a buscarlo- Jorge desapareció de la habitación de Javier y Manuella se acercó para tocarle nuevamente la frente, parecía seguir con fiebre.
-¿Estas tomando algún medicamento?
-No, solo me muevo con lo básico, está todo en el botiquín del baño
-Aquí encontré el termómetro
-Bien, ¿se lo colocas mientras voy a buscar algo para que tome?-Manuella estaba saliendo de la habitación
-¿Cómo se coloca esto?-volvió a entrar a la habitación
-Yo lo hago, tú puedes ir y buscaren el botiquín del baño algunas pastillas-Jorge volvió asentir y salió de la habitación, Manuella encendió el termómetro- permiso-subió un poco el brazo del chico para colocar el termómetro en la axila, por debajo de la camiseta
-Tengo algunos amigos un poco inútiles-Javier intentó reír, pero falló
-Ya... los enviaré a hacer un pequeño curso de primeros auxilios, por si vuelve a pasarte algo
-¿Te preocupa que no puedan ayudarme?
-Claro que sí, ¿a ti no?
-Aquí la encontré.

-Tienes 39.0 de fiebre-revisó las pastillas que tenía en la caja y sacó las que sabía que le iban a ayudar a bajar la fiebre.

Jorge y Manuella se encontraban sentados en el piso de la habitación, la joven observó por un segundo al amigo de su ex -novio, se estaba durmiendo
- ¿Por qué no vas? -le habló en voz baja-yo puedo quedarme con él
- ¿Estás segura?
-Si claro, no te preocupes
-Vale-ambos se levantaron del piso- si sucede algo me avisas, ¿vale? Te daré mi número.

Luego de intercambiarse números, Jorge se acercó a su amigo para despedirse
-Colega, que ya me voy, te dejo en buenas manos
-Tú también deberías irte Manuella
- ¿Quieres que llame a alguien para que venga? -Javier negó
-Entonces me quedaré aquí-se encogió de hombros.
Jorge se despidió del chico y ambos fueron hacia la entrada del departamento, antes de irse, Jorge habló
-Esto ya lo has pasado con él, ¿no?, digo ustedes eran novios, supongo que esta enfermedad rara la tenía en aquellos tiempos
-Sí, ya la tenía, no sé cómo ha estado en estos años, pensé que le había dejado de pasar
-Pues ya vemos que no, nunca había estado cuando se sintió mal, no sabía qué hacer, fue una suerte que estuvieras allí.
-Me alegro haber estado, no puedo hablar con propiedad del tema pero recuerdo que en el pasado, sufría de mareos, dolores musculares, de cabeza, vómitos y le venía cada cierto tiempo, lo que debes hacer si le vuelve a suceder, es controlar la fiebre, intentar que baje con paños húmedos y medicamentos y estar allí, sin más
-Entiendo, es bueno saberlo, nunca sabes cuándo puede volver a ocurrir, bueno Manuella, fue un placer conocerte y lamento que haya sido en estas circunstancias, eres un ángel tía-Manuella sonrió saludando a Jorge con dos besos-Ya nos veremos por ahí
-Claro que sí, cuídate.

Manuella se entre dormía en el sillón que había colocado a un lado de la cama da Javier, se incorporó al instante al sentir que Javier se levantaba repentinamente, al notar su rostro, adivinó lo que sucedía, se levantó del sillón ayudándolo a caminar hacia el baño y allí había comenzado otro síntoma, vómitos.

Luego de unos largos minutos en el baño, en el que Javier había vaciado prácticamente todo el estómago, Manuella lo ayudo a llegar a la cama, le trajo un vaso de agua y una pastilla para el estómago.

-Oye, ¿Cómo te sientes? -Colocó un paño húmedo en su frente
-Estoy mejor, deberías irte a casa, ya bastantes problemas te he causado.
-Que no me has causado ningún problema ¿de qué hablas?
-Te he cagado la noche con tus amigos, tía
-Lo único que has cagado es mi outfit que no se ha lucido como se lo merecía-Javier sonrió de lado
- ¿Qué hora es? -la chica observó su reloj de muñeca
-Casi 4 de la mañana, deberías volver a dormir- volvió a sentarse en el sillón, observando al muchacho
-Ya no tengo sueño, ¿me cuentas sobre el viaje?
-¿Qué quieres saber?
-No lo sé, como fue para ti, que te gustó más, ya sabes, esas cosas que le contarías a alguien normal
-Porque tú no eres normal-Manuella rió- vale... a ver, al principio fue difícil sabes, no conocía muy bien al grupo y me sentía bastante perdida, Canadá fue una tortura el primer mes, extrañaba muchísimo y pasaba llorando arrepintiéndome de la decisión que había tomado, lo único que quería era volver-hizo una pequeña pausa-luego comencé a entender que allí estaba creando mi futuro así que me centre en el estudio y en poco tiempo los chicos se convirtieron en mi familia y por más que extrañábamos, logramos hacer un hogar de cada país al que fuimos... juramos volver a España con mil anécdotas que contar, y así lo hicimos
-Supongo que ese viaje te ha cambiado
-Definitivamente, todos cambiamos con el paso del tiempo ¿o me dirás que tu sigues siendo el chico de 18 años que eras cuando me fui? Estoy segura de que no, ahora tienes barba-ambos rieron- pero sí, he cambiado muchísimo, todos aprendimos cosas nuevas, creamos nuevos pasatiempos, nuevas tradiciones, fuimos el sostén del otro, lo único que teníamos.
- ¿Lo volverías a hacer? Al viaje
-No lo sé, normalmente no tenemos mucha idea del siguiente destino que nos tocará, nos avisan un par de semanas antes, es que, creo que es bastante enriquecedor, aprendes sobre algo tan importante como la medicina con cientos de increíbles profesores de todas partes del mundo... pero quiero quedarme aquí, fue mucho tiempo fuera ya
-Ya lo pillo...me he sorprendido cuando me enteré que volvías, no me lo esperaba
- ¿Esperabas que no volviera jamás?
-Pues no, pero llegó un momento que creí que no volvería a verte
-Eso es imposible Javier
- ¿Por qué lo dices?
El móvil de Manuella sonó, anunciando que tenía una llamada, arqueó la ceja confusa por la hora a la que llamaban y atendió


"- ¿Hola?

-Manuella ¿dónde coño estas?

-Por qué? ¿Qué sucede?

-He visto a tus amigos y no estás con ellos así que quiero saber ahora mismo en donde cojones te has metido"

Manuella frunció el ceño y pasó una mano por su rostro en señal de frustración, Javier se quedó allí, curioso de lo que estaba sucediendo, quizá algo le había sucedido a algún familiar, quizá era el novio de Manuella haciéndole una escena, pero...¿Manuella tenía novio?

"-A ver, a ver-Manuella resopló, pues del otro lado no la dejaban hablar-pero déjame...

-Que no, que no te dejo nada, como te vas a separar de tus amigos tía, ¿qué coño pasa contigo?

-¿Puedes cerrar la boca de una puta vez?-Manuella elevó el tono de voz-es que flipo contigo, tío, ¿qué coño te pasa a ti?

-Es que Manuella..

-Es que Manuella nada, escúchame bien, gilipollas descomunal, si tú has visto a los muchachos es porque estas en Mumbai y tú no deberías estar allí porque has dicho que te quedarías jugando a la play con tus amigos y para peor te conozco mazo que sé que has ido al antro y te has escondido como una rata para que ni yo ni mis amigos te viéramos, así que ahora ve hasta donde están ellos, pregúntales tú que donde coño estoy, luego ellos, como son unos amigos de puta madre, me escribirán y me comentarán que te vieron en el antro, y ahí te llamaré para que me pidas perdón, pedazo de cabrón

-Pero Manuella

-Pero nada, adiós."

-Joder...se la han liado
-No sé en qué momento los hermanos menores creen que tienen el poder para mandar a uno
- ¿Me estás diciendo que ese coñazo se lo ha llevado Gianfra?
-Pues sí, es que tío, parecía un loco, desquiciado porque ha visto a mis amigos y no me ha visto a mí, pedazo de cabrón-Javier rio
-Estabas muy segurita de lo que sucedería ¿eh?
El móvil de manuella sonó, lo tomó para verificar quien le escribía, le mostró la pantalla a Javier

"Hugo: Manu, hemos visto a tu hermano,
que nos ha preguntado donde estabas tú
y le hemos dicho que has ido a ayudar a
Javier que se había descompensado,
quería que lo supieras por las dudas,
cuídate y mándale un saludo a Javier,
te quiero chulaaa"

-Ya ves, soy bruja-Manuella sonrió y se dispuso a llamar a su hermano

"-Manu, hermana perdóname yo no sabía que...
-Eh, Eh, Eh calladito ahí ¿has visto como eres un cotilla de la ostia? Me vienes a tocar los santos cojones como si estuviese haciendo algo malo, además que coño te importa a tí si yo soy la mayor de edad, preocúpate tú ahora de que estabas en un antro para mayores de 18
-Da igual, los estoy por cumplir en nada
-Me importa una mierda cuando cumples la mayoría, jamás te he deschavado en algo y tu vienes a hacerme una escenita de mierda, joder tío que yo ya no sé qué coño pasa con los adolescentes
-Vale lo he pillado, siento mucho haberte tratado así, de verdad, que mis amigos solo se ríen en mi cara ahora
-Pues bien merecido te lo tienes, chivato
-¿Precisas algo? ¿Qué sucede con Javier?
-Nada que le ha caído mal algo que comió, por casualidad estábamos en el mismo lugar
-Ah ya... vale, pues ya sabes lo que dicen por ahí hermanita, el destino...el destino
-Mejor que te calles de una puta vez y ya te vuelvas cagando ostias para casa
-Vale, pero no le digas nada a nuestros padres, que ya me he comido tu sermón, te quiero cuídate y mándale saludos a Javier
-Vale, también te quiero, me avisas cuando llegues"

-La misma bipolar de siempre
-Ya ves, hay cosas que nunca cambian, te ha mandado saludos
-Es un buen chaval
-Sí lo es-Manuella sonrió-debes dormir, la fiebre ha bajado un poco, pero tienes una cara de muerte.

𝐏𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐲 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞; 𝐁𝐧𝐞𝐭/ T E R M I N A D ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora