𝐏𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐲 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞; 𝐁𝐧𝐞𝐭/ T E R M I N A D A

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"Tu mejor defecto es no dejarme a quien odiar."

 16 de Junio de 2021, Madrid, España.

Javier y Manuella se encontraban en el salón de los Brent mirando una película cuando sonó el móvil de manuella, la chica atendió al instante

"-Hola?
-Manuella que te he escrito cientos de mensajes por el amor de dios-María sonaba desesperada del otro lado del móvil, Manuella puso pausa en seguida a la película
-Lo siento, lo siento es que no le he prestado atención ¿Qué sucedió Mary? ¿todo va bien?
-No, todo va como la mismísima mierda, abre el correo ¿vale?
-Pero dime que ocurre maría-Manuella comenzó a preocuparse
-Tú abre y si te ha llegado un correo, me llamas vale?
-Vale, vale ya me fijo"

-Que sucede?
-Pásame la compu-Javier tomó la computadora de la pequeña mesa y se la tendió, al instante ella la prendió y él se colocó a su lado para intentar descifrar que estaba ocurriendo.

Manuella abrió el buzón de entrada y efectivamente, allí había un correo de la universidad, lo abrió al instante y mientras iba leyendo, sus ojos se llenaban de lágrimas, llevó ambas manos a su boca para evitar llorar.

"Señorita Manuella Brent-Berkus,

Me dirijo a usted a través de este correo electrónico con el fin de comunicarle el siguiente destino de su carrera, el próximo país será Santiago de Chile, Chile
En caso de aprobar satisfactoriamente el semestre que se encuentra cursando, su fecha de partida será el martes 30 de Junio de 2021 y contará con 2 semanas libres, de lo contrario deberá permanecer en Madrid con la finalidad de rendir los exámenes pendientes antes de su viaje.
Una vez en Chile su nuevo tutor los recogerá, les dará indicación y la llevará a conocer la Universidad

Sin nada más que agregar, la saluda atentamente,

Nuria Hernández,
Coordinadora de la Universidad internacional de Berlín en España"

Manuella miró a Javier al instante, tenía la vista fija en la pantalla del ordenador y los ojos cristalinos, no supo que decir, la había tomado de sorpresa, ninguno esperaba que volvieran a darles algún destino para estudiar, creyeron que allí harían los últimos años de carrera y no se preocuparon más en aquello, pero ahora, un nuevo destino estaba marcado

-¿Lo sabías?- ella negó repetidas veces
-No, no claro que no, nosotros solo creímos que este sería el último destino, no tenía idea de verdad
-Entonces tu solo supusiste que aquí te quedarías, no llegaste a pensar ni un puto segundo que podrías volver a irte
-No, yo no...-Manuella suspiró, ya a esas alturas, no podía evitar llorar, se acercó a su novio colocando ambas manos en sus mejillas para que la mirara-no sabía esto, ninguno de nosotros lo esperaba, te lo juro
-Y que cambia eso ahora? Te iras en dos semanas Manuella, te volverás a ir, la historia se vuelve a repetir, yo me quedo aquí como un gilipollas hecho polvo y tu te vas a seguir con tu vida-Javier se paró limpiándose rápida y bruscamente las lágrimas que caían por sus mejillas, Manuella también se levantó
-Crees que estoy feliz con esto? Claro que no, como crees que me siento? Como si fuera fácil
-Ya... debo irme-tomó su abrigo de uno de los sillones y caminó hacia la salida
-Javier por favor...
-Ahora no Manuella, ahora no puedo

Y sin más se fue, mientras Manuella no dejaba de llorar, se sentó en el suelo tomando su cabeza con ambas manos.

-Manu cariño hemos sentido la puerta...-Jeremías al verla en el suelo se acercó a ella rápidamente, sentándose allí y abrazándola-Que ha pasado cielo? Que está mal?

Manuella no respondía, solo podía llorar, llorar y llorar, Nate y Gian llegaron al lugar al escuchar el llanto e imitaron la acción de Jeremías, sentándose con ella e intentando consolarla, fallando en el intento.

-Puedes hablar ahora?-manuella asintió
-Queres contarnos que sucedió?
-Que me tengo que ir de nuevo, a chile

Y allí el llanto volvió, pero ahora no solo era ella porque aunque para algunos fuera una idiotez y no entendieran por que ponerse así por viajar, para ellos era la cosa más terrible en aquel momento, una familia unida, una familia que se amaba con locura debía volver a superarse y Manuella juraba que si a los 18 años hubiese sabido que iba a sufrir tanto, no hubiese aceptado esa beca, ni siquiera hubiese dado los exámenes de ingreso.