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"Descansa tu cabeza en mi pecho y escucharás a mi corazón decir que eres más que suficiente."

20 de noviembre de 2020, Madrid, España.

Se tiró sobre su cama agotada con aquella semana, lo único que quería era meterse dentro de las mantas y dormir, porque además con aquel clima frío, ¿a quién no se le apetecía dormir tapado hasta la cabeza? sintió ruidos extraños en su ventana y frunció el ceño, observó la hora en su reloj sobre su mesita de luz, las 23:30 de la noche, supuso que era el viento así que volvió a tirarse en su cama, mirando el techo. Fue cuestión de segundos cuando nuevamente sintió aquel ruido, se levantó de su cama acercándose a la ventana y corriendo un poco las cortinas y allí, parado en el jardín, en aquella fría noche estaba nada más y nada menos que su novio.

Si, el gilipollas inconsciente al que tanto amaba, Javier levantó su móvil para que Manuella lo viera y ella entendió de inmediato, tomó su móvil de su mesita y atendió la llamada entrante

- ¿Acaso tú eres tonto? -hablo lo más bajo posible ya que sus padres y su hermano estaban durmiendo
- Pero ¿qué he hecho?
-Javier son las 23:30 de la noche, hace frío y a ti se te ha antojado venir hasta aquí
-Bueno lo siento, es que quería dormir contigo-Manuella suspiró resignada y destrabó la ventana
-Anda, sube.

A los minutos estaba ayudando a Javier a terminar de entrar, volvió a trabar la ventana y cerrar la cortina.

-Cariño que no puedes venir a estas horas de esa forma, ¿Qué tal si te pasa algo? Me moriría de culpa-Manuella se metió entre las sábanas mientras Javier se desvestía para poder acostarse con su novia
-Lo sé, solo quería que durmiéramos juntos, la próxima vez te avisaré ¿vale? -él se acostó con la castaña
-Vale...y solo dormiremos que es lo único que me apetece ahora
-A mí también, me ha agotado soportarte toda la semana-Manuella rio dándole la espalda e inmediatamente Javier la abrazó por las caderas
-Cabrón
-Te amo, buenas noches-él besó tiernamente su mejilla
-Te amo, descansa.

-Manuella cariño, ¿te has despertado?-Ambos abrieron los ojos rápidamente al sentir la voz de Jeremías en la puerta, la castaña observó la hora en su mesita de luz, las 9.30, suspiró al recordar que había cerrado la puerta con traba
-Sí Pa, ya me he despertado-alzó la voz para que se oyera desde el otro lado
-Vale, baja a desayunar que estamos esperando-pasó una mano por su rostro y notó que Javier ya estaba a su lado vistiéndose rápidamente, luego de unos segundos, se volvió a escuchar la voz de Jeremías- Y que Javier también baje a desayunar, no dejaremos que se vaya a casa con el estómago vacío

Ambos se miraron con los ojos bien abiertos, sintieron pasos en el pasillo, era Jeremías alejándose.

-No puede ser, no puede ser-Manuella se estaba vistiendo mientras Javier la observaba sentado en la cama
-Manu que ya somos mayores de edad, no te matarán
-Pero que vergüenza Javier, ¿qué pensarán de mí?
-Son tus padres, no pensarán nada malo, peor si lo hubiesen sabido cuando éramos unos niñatos-Manuella se acercó a su novio colocando sus manos en los hombros de él.
-Quiero que sepas que pase lo que pase allí abajo, te culparé a ti de absolutamente todo y no lo dudaré-Javier le sonrió
-No esperaba menos de ti, chivata

                                                                                             ***

Aparecieron por la cocina, entrando lentamente, analizando el panorama, Manuella pareciendo una pequeña niña culpable que había robado una paleta.

-Buenos días-Jeremías les sonrió al verlos entrar, Nate y Gian se giraron hacia ellos
-Buenos días chicos-Nate también saludó y Manuella se detuvo en la sonrisa medio malévola y pícara que su hermano llevaba en el rostro
-Pero vaya...que sorpresa ya decía yo que Manuella despertaba muy animada-Gian intentó contener una mueca de dolor tras recibir una patada de su padre Nate por debajo de la mesa.
-Siéntense a desayunar, vamos, que se enfría.

Desayunaron los dos en silencio, mientras sus padres hablaban normalmente y Gian le lanzaba su hermana, cortas miradas y sonrisitas pícaras.

Manuella se aclaró la garganta y todos dirigieron la atención hacia ella.

-Bueno es que ya está, ¿no me van a decir algo? No lo sé, un "Manuella hija, podrías haber avisado" o tal vez "Ya eres mayorcita pero mientras vivas bajo el mismo techo..." no lo sé, algo-Nate sonrió
-Manuella hija, si no te hemos dicho nada cuando tenían 15 años, ¿Qué te hace pensar que lo haremos ahora?- Javier y Manuella volvieron a mirarse por un segundo, ambos sorprendidos y Manuella con las mejillas comenzando a parecerse a dos tomates.
-Ahora, tengo una duda Javier, ¿Es una especie de complejo de Romeo el que tienes o solo es que te gusta escalar hasta la ventana de Manuella, como hobby?-Gian rio tapándose la boca con una servilleta para disimular y Manuella, lo único que quiso, fue que la tierra la tragara
-Un poco de ambas creo, antes lo hacía porque se veía guay en plan Romeo romántico, ahora lo hago para ejercitarme, sabes...-Manuella sonrió de lado mientras tenía la vista fija en su taza de café, aunque aquella situación a ella la carcomiera por dentro y no supiera exactamente cómo manejarla, Javier estaba calmado, tan calmado que incluso podía hacer bromas, hijo de puta.

-Papá, ¿me puedes prestar tu auto para llevar a Javi a su casa? - preguntó Manuella tímidamente, luego de haber ayudado a limpiar lo del desayuno
-Yo puedo irme en metro, no quiero molestar
-Tú no molestas Javi, claro que puedes

                                                                                                 ***

-Me cago en la puta, ¿Cómo coño se han enterado?
-Pues yo que sé, siempre hemos sido muy cuidadosos
-Parece que no lo fuimos tanto
-Se lo han tomado muy bien ¿no?
-Sí, y eso es lo que más me asusta-Manuella aparcó el auto fuera del departamento de Javier-Vale Romeo, hemos llegado a su destino
-Escucha, si sucede algo o necesitas algo, me llamas ¿vale?
-Dalo por hecho-Javier la besó-Te amo, cuídate
-Y yo te amo a ti, guapa-el castaño bajó del auto y antes de entrar al hall del edificio, se dio la vuelta para gritar- ¡Guapa! ¡guapa! Y ¡guapa! - Manuella soltó una carcajada notando como todos los que caminaban por allí lo observaban raro, le tiró un beso y luego arrancó.

                                                                                                ***                           

Llegó a su hogar en poco tiempo, fue al salón y allí estaban sus padres.

-He vuelto
-Vale cariño
-¿Están enojados?-Manuella se sentó en la pequeña mesita, frente a ellos.
-Claro que no cielo-Nate acarició su mejilla- entiendo que lo hayas hecho de adolescente, que Javi se metiera por la ventana y a la mañana se fuera, nunca habíamos dicho nada porque lo conocíamos, conocíamos a su familia y confiábamos en ambos
-Hace meses atrás, la primera vez que Javier volvió a entrar por la ventana nos sorprendimos sí, pero ya eres grande y seguimos confiando en ti, me ha desanimado saber que no nos lo has contado, todos estos meses que él ha entrado, siempre actuaste como si nada pasara y comencé a creer que quizá no confiabas en nosotros para decirnos lo que sucedía
-Claro que confío en ustedes, son mis padres, lo más maravilloso que tengo junto a Gian, no fue nada de eso, Javi y yo volvimos a salir hace unos meses y yo pedí que por el momento nadie lo supiera, no fue porque no tuviera la suficiente confianza, fue porque quería que marchara bien antes de contarles que estoy de novia, me dada miedo, no lo sé, no quería decepcionarlos
-Tú nunca lo harías, tu padre y yo estamos completamente orgullosos de la mujer en la que te estas convirtiendo hija
-Y nos pone contentos saber que sales con Javier, es un buen chico y sabemos de sobra cuanto se han querido siempre-Manuella sonrió complacida
-Ahora ven a darnos un abrazo, anda

Ni lo dudó, prácticamente se tiró encima de ellos para abrazarlos con todas sus fuerzas porque esas dos personas eran su motor, eran los ángeles que el universo le había mandado para cuidar de ella, era la tía más afortunada del mundo, tenía dos padres que la amaban con locura y que siempre la apoyaban en todo, gracias a esos dos seres maravillosos pudo entender lo que era tener una familia, ser querida y protegida, a veces, se ponía a pensar que hubiese sido de su vida si ellos no la hubiesen adoptado, si siendo tan pequeña hubiese seguido en aquel orfanato y de algo estaba segura, no hubiera sido para nada igual a esto.

- ¿Puedo unirme al abrazo o es solo para la hija favorita? -los tres rieron por la pregunta de Gian y Nate hizo una seña con la mano para que se acercara
-Claro que si mi pequeño, anda

Y así, aquella familia se unió en un profundo abrazo de contención, de tranquilidad y sobre todo de puro amor.

𝐏𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐲 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞; 𝐁𝐧𝐞𝐭/ T E R M I N A D ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora