Mis Latidos de Oro|(Kayn x Akali)| League of Legends

𝑪𝒂𝒑 𝟏𝟐 "𝑳𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒆𝒅𝒊𝒅𝒂"

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Advertencia⚠️

Este capitulo contendrá contenido no apto para todo público🔞. Avisaré cuando comience y cuando termine, así los que no lo quieran leer se lo puedan pasar.
Se recomienda discreción.
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Pov Akali:

Después de la cena besé a Kayn, esa escena se repetía cientos de veces por mi cabeza ¿Cómo pude hacerlo? A veces creo que soy muy impulsiva, tanto que hago cosas que probablemente no están tan correctas, como cuando fui al taller de Shen a las 4 a.m y me botó. En fin, debería ir a alistarme para mi último encuentro con Kayn esta tarde.

Las decisiones siempre fueron fáciles a la hora de escoger la ropa, al menos para mí. Terminé de vestirme y arreglarme el cabello más temprano de lo normal así que fui a la sala a mirar la tv.

—¿Sales cariño? —La voz de Evelynn se escuchaba detrás de mi oído.

—Sabes que no me gusta que me hablen al oído Eve. —Le dije apartando su cara con delicadeza. —Y sí, si salgo.

—Afff —chilló —Mañana partimos así que pensaba que podíamos pasar tiempo juntas hoy... —Ella empezó a tocar mi hombro con sus dedos suavemente. —Ya sabes, recorriendo la ciudad.

—Ya tengo todo arreglado, me lo hubieras pedido ANTES. —Le contesté remarcando la última palabra.

—Eres cruel, Akali. —Me lo dice con cara triste. No soy tan crédula como para creerme esa mentira.

—Si lo sé. Bueno... —Miré el reloj de pared— Es hora de irme.

—Me levanté del sillón dejando a Evelynn sola en la sala. Mis llaves estaban en mi bolsillo trasero al igual que mi celular, solo tenía que ir a mi moto y manejar al hotel donde está Kayn, asi que eso hice. Llegué unos minutos antes de las 6 p.m, creo que fui demasiado puntual, creerá que estoy desesperada así que me quedé afuera unos 10minutos.

—¡Ya no aguanto!—Grité fastidiada. — ¡Que caloooor! —Decidí entrar casi corriendo, necesitaba el aire frío del lobby, de hecho ¿Por qué me quedé afuera en vez de entrar aquí?

Recibí un mensaje de Kayn preguntándome si ya estaba viniendo. Algo nerviosa decido subir por el ascensor hasta llegar al piso de la habitación 253. Toqué 3 veces seguidas hasta que me recibió con un abrazo.

—Ya se te hacía tarde. —Me dijo soltándome.

—Sí, estoy bien ¿Y tú? —Pregunté irónica mientras cerraba la puerta.

Él suspiró. —Perdón, creo que estoy algo frustrado.

—¿Frustrado por qué?

Kayn se sentó en el sillón rojo que estaba cerca de él. Yo lo seguí y me senté junto a él, poniendo mi codo en la cabeza del sillón y recostando la cara en mi mano, para ponerme más cómoda mientras escuchaba su respuesta.

—Creo que es el hecho de que te vayas y no sepas cuando volverás...

—A mi tampoco me agrada la idea de irme, pero ese es mi trabajo, mas que eso, mi pasión.