IV. Se feliz ¿con él?

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"Naiara;
Sé que cuando leas esto estarás destrozada por dentro, vas a llorar con estás primeras lineas al recordarme y puede que quieras hacerte daño. Pero no lo harás, yo ya estaré cuidándote.
Perdón por la discusión que tuvimos antes de que saliera a Andalucía, no quizé dejarte llorando. Nunca eh querido verte llorando. Perdón también por haberte dejado así, sin siquiera despedirme. Esto es un completo error. Si muero la culpa será sólo mía, no de nadie más. Estoy embriagándome al recordarte. Me encantaría que estuvieras aquí. Toda mi familia quiere verte de nuevo, todos preguntan por ti. Les conté sobre la discusión. Mi madre dice que te diga todo lo que siento por ti, pero no puedo, no quiero definir lo que siento por ti, porque no sé que es exactamente lo que siento por ti. No es cariño. No es ternura. No es amor. No es adoración. No es necesidad. Es todo eso junto. Tú me haces sentir tan vivo, como si tuviera una dosis de morfina en las venas. Mi abuela dice que no debo dejarte ir por una simple pelea, que las discusiones siempre existen y solo son pasajeras. ¿Pasajeras cómo nuestra tristeza? Porque si es así, no quiero volver a discutir de nuevo contigo. Mi padre dice que ustedes las mujeres son difíciles y que por eso valen la pena, tú no eres difícil. Tú eres un misterio que no tiene solución. Mi primo dice que si eres todo para mí, te busque y no te deje ir, yo no creo que seas todo para mí. Tú solo eres el universo donde quiero perderme y nunca más regresar a mi universo. Le hable de ti a mi hermano, dice que si él fuera yo, te haría la mujer más feliz del mundo y después simplemente se fue. Si él fuera yo, no podría hacerte la mujer más feliz del mundo, porque ni siquiera sería yo. Hoy, después de 2 años de estar juntos, voy a dejar de estar contigo. Dejaré de besar tu boca rosada, dejaré de ver esos ojos cafés que tienen un universo dentro, dejaré de ver esa sonrisa tan perfecta, dejaré de sentir tu cuerpo y dejaré de perderme en ti. Tú fuíste como un regalo solo para mí y yo no supe cuidarte. Y te perdí. Tú eras mía y yo era tuyo, por completo. Eres la cosa más bella que eh visto en mi vida. Te aseguro que como yo nadie te va a amar, aunque tal vez haya una excepción, tal vez. Te amo tanto, mi niña. Te amo tanto, mi sol de medianoche. Te amo tanto, mi vida entera. Te amo tanto, alma mía.

Con toda mi tristeza y amor,
Benjamín Sánchez.

P.D.: Yo sé que alguien que conozco bien te buscará, se enamorarán y, carajo, no podré evitarlo porque así es la vida. Y como siempre, sé feliz... con él."

Han pasado solo unas horas desde que termine de leer la carta de Benjmín y la vuelvo a leer. Sigo llorando. ¿Tanta verdad en tan pocas palabras? Así era él, así soy yo. Eramos tan distintos, pero nos amabamos como si fueramos tan iguales.

-Maddy, ¿puedo pasar?-escucho a Ray desde el otro lado de la puerta-. Muñeca, ¿estás ahí?

-Ray, vete, por favor. Mañana hablamos en la escuela- digo llorando, no quiero estar con nadie en este momento.

-¿Estás bien? Coño, Maddy, ¡ábreme!

-¡No, lárgate! ¡Déjame en paz!-le grito mientras lloro y me levanto de la cama, colocándome al lado de esta.

-Madeleine, ábreme, por favor. Sólo quiero estar seguro de que estás bien, muñeca, abre.

-¡MALDITA SEA, RAY, QUE TE VAYAS!- le grito aún más alto, y en menos de un minuto, está dentro de mi habitación, corre hacía donde estoy y me abraza.

-Maddy, ya no llores, muñeca. Ya pasó todo- dice con un tono de preocupación en su voz.

-No es cierto, no ha pasado, sigue doliéndome como hace un año. ¡Con un carajo, Ray, tú nunca lo vas a entender!- me suelto de su abrazo y lo empujo lejos de mi.

-Maddy...

-¿Acaso no lo ves? Tú y yo nunca seremos nada más que amigos. Yo no te quiero y nunca lo haré. Ahora vete, quieres.

-No me voy a ir. Nunca me voy a alejar de ti, Maddy. ¿Acaso no lo ves tú? Entiende que te quiero demasiado.

-No, tú no puedes quererme. Vete ya, por favor.

-¡NO ME VOY A IR, MADELEINE!

-¡PUES ENTONCES YO ME VOY!-tomo la carta y un sueter y salgo de la habitación. Escucho que Ray camina detrás de mí y me intenta detener, pero bajo rápido las escaleras y salgo corriendo de mi casa. ¿Qué sea feliz con él? No entendí esa parte de la carta, ¿quién es "él"?, ¿su primo?, ¿su hermano? Dios, nunca lo sabre.

Llego a la casa de mi tía en unos minutos, está lloviendo, estoy empapada y perdí a Ray hace dos cuadras. Toco la puerta y sale mi prima, la única que me quiere.

-¡Naiara! Por Dios, ¿te encuentras bien?- dice al verme mojada- ¿Qué te ha pasado? ¿Has estado llorando?

-Frida, no, no estoy bien; si eh estado llorando, discutí con mi amigo y el primo de Benjamín me entrego una carta que escribió antes de morir- digo y comienzo a llorar, me toma del brazo y me hace entrar. Subimos a su habitación y me da una toalla para secarme.

-¿Cuándo te dió la carta?- me pregunta y le cuento todo lo que paso desde hace dos días.

Déjame morir [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora