Jungkook presionaba con mucha rapidez el teclado de su laptop, con una taza de café al lado, lo cual ayudaría sin duda a despertarse completamente.
Era muy temprano, aunque le parecía extraño, agradecía que aquel día la oficina estuviera inusualmente en silencio, de hecho, estaba tan acostumbrado a que Taehyung lo bombardeara con citas programas en la agenda y cosas que se suponía que él debía hacer que hasta se podía decir que se sentía raro, "al parecer uno se acostumbra a ser explotado", pensó
Todo era muy inusual ese día, se sorprendió mucho cuando fue a retirarlo otro chófer a su casa, en lugar del secretario Kim, quien sin falta iba por él llueva o truene, para asegurarse que no llegara tarde o intentara escaparse a algún lugar, aquello último nunca había pasado en realidad, al menos no que él recordara. Tampoco recibió alguna llamada de Taehyung para informarle sobre lo que tendría programado para ese dia, ni había dejado algún encargo a ningún otro empleado para que lo asesore.
En conclusión, el secretario Kim no mostraba señales de vida, la idea de que pudiera estar enfermo lo preocupó, normalmente su salud era muy buena, podría considerarse como una persona completamente perfeccionista a la que ni un resfriado podría detenerlo.No entendía su actitud, tenía toda la intención de llamarlo, pero prefirió esperarlo un poco, quizás solo se habría retrasado por el tráfico, no era algo frecuente, pero siempre podía pasar de vez en cuando. En su lugar, decidió continuar con la búsqueda del regalo perfecto para Ha-neul.
Solo pensar en él hizo que una gran sonrisa se formara en su rostro, mientras navegaba entre las páginas de juguetes para niños, no podía esperar por encontrar algo que le gustara tanto como para que le dedique una de esas hermosas sonrisas que su pequeña y regordeta carita podía hacer.
Hace meses que se escapaba todos los días a la misma hora solo para poder hablar con Ha-neul, aunque fueran solo cinco minutos, todo el viaje hasta ahí valía absolutamente la pena. Su deslumbrante sonrisa hacia que quisiera que el día pasara más rápido, contaba las horas en el reloj, las cuales casi siempre se hacían eternas.
Se sorprendía de todo el cariño que había desarrollado por el pequeño, es como si al fin hubiera encontrado algo en lo que depositar todo su afecto, al menos ahora, la soledad abrumadora de las noches no lo destrozaba tanto.
Jungkook se enternecia siempre con las acciones de Ha-neul, el pequeño creía que él no tenía nada que comer y por eso siempre estaba ahí en el parque, nunca entendió como llego a esa conclusión, pero lo aceptaría si aquello significaba que todos los días le traería algo de la deliciosa comida que su papá preparaba en ese lindo tupper azul de osos que, por muy absurdo que pareciera, también había empezado a tomarle cariño.Si él algún día tuviera un sobrino o un hijo, desearía sin duda que fuese uno como Ha-neul, un niño tan bueno, inteligente y amable, eran cualidades que no todos los alfas poseían. Los alfas, por ser quienes están en la cima de la sociedad, solían ser casi siempre orgullosos y arrogantes, llegando al punto de ser despectivos ante los demás géneros por debajo suyo. Pero no era el caso de Ha-neul, aquel niño de blanca sonrisa y bellos sentimientos, seguramente había tenido el privilegio de ser educado por padres maravillosos y de firmes principios, después de todo, los niños son el reflejo de los padres.
Si él pudiera conocerlos, los felicitarla por el increíble trabajo que hicieron al criar al pequeño alfa. Aquella idea provocó que sus manos dejaran de teclear en la laptop, se lamentó de no haber podido conocerlos el día anterior, realmente había querido preguntarles si le permitían darle un regalo de cumpleaños a Ha-neul, el sabía perfectamente que era una persona ajena a él, por lo tanto, no quería alarmar a sus padres, se asustaba ante la idea de que pudieran pensar que el era una mala persona.
Aunque realmente corría aquel riesgo, aún así estaba decidido a darle algo al pequeño, quizás podría usar el regalo como un pretexto para ver a sus padres y presentarse como un amigo de Ha-neul.
Con ese pensamiento en mente, continuó su búsqueda con mucho más entusiasmo, esperaba poder darle a Ha-neul algo increíble, que con solo verlo lo hiciera saltar de la alegría. Aunque no tenía mucha experiencia en cosas para niños, debido a que en su familia el integrante más pequeño hace muchos años que ya era un adulto, buscó recomendaciones de lo que podría gustarles a los niños pequeños en la actualidad, sin darse cuenta, ya se encontraba haciendo toda una investigación de marketing, quizás después él podría abrir una juguetería con la información valiosa que estaba recolectando, después de todo, parecía que el mercado de juguetes era bastante solventable.
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My loyalty to you/// Kookmin
FanficJimin tiene el corazón roto, la única persona a la que amó en toda su vida le falló, aquella forma sucia de jugar con su corazón era más que denigrante, sobretodo para una persona que jamás tuvo nada en la vida. Ahora está completamente solo, sin di...