CAPÍTULO 44

1.4K 163 20
                                    

Apoyando una mano en su pecho, Seokjin pretendió detener al menos un poco el doloroso latido inquietante de su corazón. Sentado en una mesa y con el ceño fruncido sus ojos se detenían en la figura de un adorable niño el cual decidía con seriedad que juguete llevar en su paseo de hoy.

—este robot rojo... —comentó levantando el juguete —¿le gustará más a los animalitos de la granja? ¿O es mejor el amarillo?

—podría gustarles cualquiera —sonrió Jimin, doblando un pequeño abrigo y acomodandolo en la maleta colocada sobre la cama —la última vez a los patitos del lago les gustó mucho todos tus robots, hasta quisieron acercarse a tocarlos así que prefería que tu eligieras cual llevar

—me gustan los dos —dijo frunciendo los labios, renuente a dejarle alguno en casa

Jin escuchaba la alegre conversación sin embargo su estado de ánimo no parecía cambiar en absoluto. Hoy era un día especial, Jimin y Ha-neul tendrían otra salida familiar con Jungkook pero con cierta peculiaridad, este no vendría por ellos como solía hacerlo siempre y en su lugar un auto se encargaría de llevarlos a ambos. Jungkook mencionó "una sorpresa" y lo emocionado que se encontraba, entonces Jimin no cuestionó demasiado y solo se dejó llevar por su plan.

Pero Jin no podía estar tranquilo, su nervioso corazón se mantenía en alerta, su sexto sentido le decia que algo malo pasaría, que Jimin y Ha-neul no debían salir hoy. Con una risa burlona, Jin se cuestionó si verdaderamente era una premonición o se trataba de lo perturbado que le dejó el mensaje recibido en su celular hace una hora.

Chul-moo lo había hecho, como todo gran informante sacado de una historia de ciencia ficción, al fin tenía en sus manos la dirección actual del paradero de aquel misterioso omega. Con gran satisfacción comentó lo difícil que fue conseguirlo y lo endeudado que Jin estaba ahora con él. Aquello provocó un leve dolor de cabeza en Jin, ¿qué tenía que hacer ahora? ¿Ir y preguntar aquello que tanto le inquietaba? Por supuesto que si había un día para hacerlo, era precisamente hoy ya que Jimin y Ha-neul no estarían en todo el día, Jungkook y Namjoon tampoco, por ende la cafetería permanecería cerrada hasta mañana. Sacando su celular del bolsillo, prendió la pantalla para leer una vez más aquel mensaje, la dirección no parecía ser tan lejana y luego de fijarse por el GPS, no tardaría más de dos horas en llegar si iba en tren y taxi.

—será mejor que lleve algo más abrigado —comentó repentinamente Jimin —Jungkook dijo que nos veríamos algo tarde, sería un problema si tu ropa es muy ligera Ha-neul, tomando en cuenta también la tormenta pronosticada para la noche

Un suéter verde agua tan fino como el que llevaba puesto definitivamente no le protegería del frío, no es como si su pequeño hijo se resfriara constantemente, de hecho gozaba de gran salud desde que compartía tiempo con Jungkook, pero de igual forma pensó que era mejor ser precavido.

"Jungkook", pensar en él, su pareja, le hacía sonreír de forma inevitable, recordando la llamada de ayer aún podía escuchar las emocionadas palabras suyas comentándo sobre la enorme sorpresa que tenía para ellos. No necesitaba verlo para saber que estaba sonriendo, ¿como existía un alfa tan tierno? ¡era un crimen ser así de dulce! Si continuaba de esa manera, Jimin temía no ser capaz de resistirse o rechazar cualquier capricho suyo, esta persona era tan peligrosa para su corazón y realmente le encantaba.

"¿Qué sería bonito vestir? ¿Así luce bien mi cabello? ¿Me favorece esta ropa o debería cambiarla?" Esas preguntas se amontonaban dentro suyo haciéndole revivir el dulce amor adolescente, quería verse bien para él y tal vez con suerte, conseguir algo más que dulces besos esta vez.

Pensar en ello hizo que sus manos se detuvieran mientras sus mejillas gradualmente se tornaban de un rojo intenso

—¿papá? —preguntó Ha-neul, notando su semblante —tu cara esta muy roja, ¿estás enfermo?

My loyalty to you/// KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora