My loyalty to you/// Kookmin

CAPÍTULO 24

Sus tiernos ojos miraban fijamente a la persona al lado de su padre, aquella belleza deslumbrante, el como sus cabellos castaños caían delicadamente por sus hombros y su postura se mantenía elegante y firme lo impresionó, pensó con asombro que esa persona era casi tan hermoso como su papá, si se atrevía a decirlo, tal vez ambos eran igual de preciosos

—Ha-neul, ven aquí —la dulce voz de su papá Jimin fue lo que capturó su atención una vez más, por ello decidió acercarse con rapidez pero sin dejar de mirar ni por un segundo a esa persona tan hermosa

—¡Papá! —exclamó Ha-neul extendiendo ambos brazos en busca de un cálido abrazo por parte de su querido papá —¡mientras no estabas me porte muy bien! Además, comí muchas galletas muy deliciosas y de diferentes colores ¡Tienes que probarlas también! Sobretodo las de fresa, ¡son mis favoritas! —Ha-neul no podía esperar a que su papá probará esas galletas tan deliciosas, estaba completamente seguro de que le gustarían tanto como a él, quizás cuando llegaran a casa podrían intentar hacerlas, él tenía muchos moldes con diferentes figuras, no pudo dejar de pensar en lo divertido que podría ser.

Jimin sonreía ante aquellas palabras dulces e inocentes dichas por su pequeño hijo, sus ocurrencias siempre le hacían sonreír —¡Muy bien Ha-neul! Probaré esas galletas, pero antes.. —su mirada ahora se dirigió a Myeong, quién observaba a Ha-neul con gran expectativa y emoción —saluda a la señora Jeon

Ha-neul se acercó tímidamente, sus mejillas se tiñeron de un tenue color rojo. Aunque sus movimientos eran algo torpes, intentó que su voz se escuchara lo más sería posible, en un intento de impresionar a la persona frente suyo —buen día señora Jeon, soy Park Ha-neul, es un gusto conocerlo —saludó educadamente mientras le dedicaba una respetuosa reverencia, tal y como le habían enseñado su papá y su tío

Una suave risa salió de los labios de Myeong, totalmente enternecido por la formal actitud del niño, le hizo acordar a su querido hijo Namjoon, cuando no era más que un pequeño intentando imitar los gestos y movimientos de su padre

—hola pequeño, mi nombre es Jeon Myeong, también es un gusto conocerte —correspondió el saludo acompañado de una sonrísa, a la cual Ha-neul miró fijamente, acción que Myeong notó —¿Sucede algo, pequeño?

Ha-neul apartó la mirada, avergonzado de ser descubierto, sabía que no era educado mirar tanto tiempo el rostro de otra persona, por más bello que este fuese —lo siento mucho, es que.. —sus mejillas volvieron a tornarse rojas —usted es muy bonito y no puedo dejar de verle

Aquellas dulces e inocentes palabras tomaron el corazón de Myeong desprevenido, observando una vez más aquellos ojos celestes atentos a su propio rostro simplemente no pudo evitar que pequeñas lágrimas brotaron de sus ojos, Myeong no era alguien que se doblega por halagos de otra persona, aquellos siempre parecían vacíos y carentes de emoción, sabia que tenía una buena apariencia y por ello no necesitaba que nadie se lo dijera, pero... saber que a este pequeño le parecía alguien "bonito" le hacía pensar que realmente debía serlo, nunca imaginó que esas palabras pudieran significar tanto para él, con resignación confirmo que la edad lo había hecho a su corazón más susceptible.

Gyeong, al percatarse del estado de su esposa, no dudó en acercarse rápidamente, preocupado por lo que sea que lo hizo llorar, jamás había soportado ver lágrimas en el rostro de su amada esposa, para él era algo inaceptable.
Al estar lo suficientemente cerca, lo abrazó protectoramente, con una mano realizó suaves caricias en su delicado cabello marrón mientras se acercaba a su oído y le susurraba un "¿Estás bien, cariño?"

El pequeño alfa se preocupó al ver las lágrimas de la señora Jeon, ¿Había dicho algo malo? La culpabilidad se instaló en su cuerpo, él no quería que la señora Jeon estuviese triste, por lo que rápidamente habló —¡No es malo ser bonito, señora Jeon! Papá Jimin también es muy bonito, el tío Jin también lo es