LEAH
—Eres un imbécil, Luke— Apreté mis labios. ¿Cómo me puede gustar este idiota? —¿No entendiste? Déjame en paz.—Leah, no me molestes. Sabes de lo que soy capaz— Esos ojos oscuros se veían aún más oscuros por la ira.
—¿Te crees que te tengo miedo? Vienes aquí con tu aire de machote prepotente insinuando estupideces. Ya te lo dije: ¡LÁRGATE!— Sentí como mi mejilla ardía. Ese idiota me había pegado. En el momento en el que iba a decir algo o incluso intentar devolverle el golpe, veo a alguien acercándose.
—¿No la escuchaste? Déjala en paz— Sin pensarlo el desconocido estrelló su puño contra la cara de Luke. ¡Vaya golpe!. Reí en mis adentros por esa paliza merecida.
—¿Sabes lo que acabas de hacer friki de mierda? No sabes con quién te metiste; y para defender a la zorra esta— Me miró directamente a los ojos; los tenia rojos de la ira y la vena del cuello le palpitaba por segundo.
—¿A este también te lo follas zorra?— Se abalanzó sobre el desconocido. ¡Por Dios lo iba a matar!
—!!LUKE PARA YA!!!¡¡¡NO SEAS ANIMAL!!—
Intenté pararlo, pero solo conseguí un empujón que me llevó a caer sentada en el suelo. Vi como lo soltó, luego pasó por mi lado y casi en un susurro escuché sus palabras de rabia.—Esto no se queda así, zorra—Y simplemente se fue dejándome con un chico todo ensangrentado en el medio de la acera. ¿Qué se supone que haga?— Corrí hacia él e intenté pensar en qué hacer. ¿Cómo carajos quería la vida que yo moviera él mastodonte este ?. Pero ni modo que lo dejara tirado. Estaba así por mi culpa.
—¿Estás bien?— Dijo entre susurros antes de volver a desmayarse. Lo pensé y solo me quedaba una cosa.
Con todas las fuerzas
humanamente posibles de una chica de mi complexión, empecé a arrastrarlo hasta mi casa. Una vez dentro busqué algo para limpiarlo y un poco de hielo para su herida.
Cuando volví a la sala ya se había despertado pero seguía tendido en el suelo. Lo ayudé a levantarse y lo puse sobre el sofá del salón.—Gracias— Le dije y empecé a curarlo con cuidado. Hizo muecas de dolor. En algún lugar de mi mente esa imagen me pareció tierna y chistosa.
—No tenías que haberlo hecho, mira como estás por mi culpa. ¿Por qué tuviste que meterte si nadie te llamó?
—Yo...yo solo no quería que una chica fuera tratada así. Pen...pensé que necesitabas ayuda— Terminé de limpiarlo y solo imaginaba lo que haría mi mamá si nos encontrara en esta situación. Por suerte no volvería hasta mañana ya que tenía doble turno en el hospital. Pero de todas maneras este chico no se podía quedar aquí.
Fui hasta la cocina a preparar algo. Desde la encimera de la cocina pude detallar algunas cosas de su físico: era bastante atractivo, tenía el pelo negro azabache. Parecía alguien demasiado bueno para mí. Ya estoy demasiado rota por dentro para esa clase de chicos.
—¿Oye, quieres comer algo?—Pregunté.
Creo que era algo absurdo pero igual le ofrecí. Su respuesta no se demoró.—Sí, por favor. ¿Te ayudo en algo?— ¡Por Dios qué tierno! Demasiado, diría yo.
Hice pasta, era lo más sencillo y rápido para preparar.
Comió como si le fueran a quitar el plato de la mesa; tenía mucha hambre. Me reí un poco ante eso.—Creo que me tengo que ir, ya es tarde. Gracias por la pasta— ¿Cómo podía agradecerme? Por mi culpa parecía un saco de boxeo humano.
—Tranquilo, es lo menos que podía hacer después de lo que hiciste por mí. Mira cómo te dejó esa bestia.
—Es lo que cualquiera hubiera hecho— No cualquiera, pensé.
—Bueno gracias por todo. Buenas noches...no me dijiste tu nombre.
—Leah, me llamo Leah. ¿Tú?
—Ethan.
—Buenas noches, Ethan.
—Buenas noches, Leah.
Pensé que ya se iba pero volteó y me dio unas últimas palabras.
—No deberías salir con tipos como él; no mereces que te traten de esa forma— ¿Qué coño sabía este niñato lo que yo me merezco? Vino a saber ni nombre hace dos segundos.
—No te metas donde no te llaman. Ya por eso te dejaron casi inconsciente. Con quién yo salga no es tu problema, príncipe valiente— Le cerré la puerta en las narices. Por mucho que me haya defendido, quién se cree este para decirme con quien debo salir. ¿Qué espera, que salga con alguien como él? ¿Alguien que me regale chocolates y venga a recogerme en un caballo?No, gracias.
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Estúpida escuela. ¿Por qué no puede ser solo un día a la semana?
La verdad no sabía que quería estudiar, tal vez medicina como mamá. Pero no creo que la nota me alcance ni para la que limpia el suelo del hospital.
Entré en el salón y ahí estaba mi mejor amiga Miranda, una pelirroja despampanante. Solía tener a los chicos del colegio babeando, ojos verdes adornan su pecosa cara. Es la única con la que podía ser un libro abierto. Con ella no tenía que ponerme la máscara de “_soy una perra y odio el universo que yo misma cree con los años_” Siempre me dice que soy muy dura conmigo misma y que deje el pasado atrás pero el mío me atormenta.—Escoria de la vida, te extrañé— Le di un pequeño abrazo antes de sentarme.
—Llegaste al fin. Dime qué pasó con Luke. Entró diciendo estupideces.¿Qué fue esta vez?—Dios, no se le pasaba una. Era insoportable a veces. Maldita niña. ¿Cómo me conoce tanto?
—Ayer tuvimos una discusión. Fue a mi casa diciendo que le había sido infiel. ¿Puedes creerlo? Solo porque la p$&*de Sofía le dijo que me vio andando con uno. Eso es una gran mentira. Me pegó y en eso apareció un chico; que por cierto, me parece conocido. Puede que estudie aquí ya que es el único colegio en las afueras. Bueno, se enfrentó a Luke. Yo creo que debió de estar fumado— Me reí —Porque obviamente iba a perder. Ese idiota es un animal, casi lo mata. Después solo se fue dejándome sola con el principitbo valiente casi desmayado.
—Anja, anja ¡SIGUE! ¿Qué más pasó?
—Bueno, lo entré y le limpié las heridas. Vamos, tampoco soy un monstruo sin alma o bueno, sí.—Puse cara de monstruo con mis manos en garras y la tonta esta se reía como una niña. !Qué tierna !— Le preparé una pasta y comimos. Luego se fue con un portazo mío en la cara por decirme: “no deberías salir con Luke” o bueno, palabras textuales: “con tipos como él—intenté imitar la voz de hombre. Me sale pésimo.
—Ay, ya el principito valiente me cae bien. No deberías salir con Luke, Leah. Tú sabes que a mí no me gusta para ti. Te trata horrible.
—Demos gracias de que sea a mí a la que le tiene que gustar y no a ti. Aparte, no me trata mal, solo estaba molesto. Eso es todo.
—Siempre justificando lo que hace. Como quieras, sabes que estoy contigo en todo y si te lastima una vez más le arranco los testículos y se los pongo de corbata.
—Das miedo, loca— Ambas reímos como locas hasta que llego la profe de Literatura. Tierra trágame y escúpeme lejos de aquí. Solo un año en esta escuela y los profes ya me odiaban. Da igual, fingiré atenderla, luego saldré y borraré el dico duro de los 45 min más mal gastados en mi vida.
♡♡♡HOLIIIIIIS
Bueno aquí está el primer capítulo espero que les guste y sigan leyendo esta sencilla pero hermosa historia
Nos leemos :D♡
BESOTEEEEES
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Tu Mundo A La Inversa
Подростковая литература¿Qué significa dejar cosas atrás? ¿En serio es tan impactante? Pues sí, mi historia comienza diecisiete años después de nacer y dirán: ¿Por qué tanto? Y simplemente responderé que eso pasa cuando entierras tu pasado. Ahora soy Leah Bianco y, cuando...