Capítulo 16♡

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¿Han sentido ese miedo, cuando todo lo que una ves quisiste enterrar te encuentra, eso a lo que tanto le huyes , eso que sabes que no puedes olvidar por el simple hecho de que es tu historia, tu pasado.

—¿Lieh, de verdad eres tú?

—Te equivocas de persona—mentí y ella lo sabía.

—¿No te acuerdas de mí? Te fuiste de Italia sin despedirte, se supone que éramos amigas... Tu mamá y tú desaparecieron del mapa, parecía que se las hubiera tragado la tierra. Lieh, me preocupé mucho, después supe lo de tu p...—la corté

—No lo digas. No digas nada más. Me llamo Leah, Leah Bianco y te pido que no me llames Amelieh nunca más. Me fui, Linda, me alejé y no quiero que nada de eso vuelva—Linda fue una de las cosas que más me costó dejar, era mi mejor amiga en Italia.

Su nombre completo es Linda Tieni. En Italia, un conocido apellido de nobleza aunque ella es de lo más normal. Nos encantaba decirle que era la tataratataratataratataranieta de algún rey.
Es sencilla pero muy linda. Tiene el pelo azabache cortado por los hombros, ojos cafés, no muy alta de estatura y con algunas curvas no muy pronunciadas.

—Lieh, digo, Leah, no sé que pasa pero está bien. Este es mi número—me pasa una targeta—Me llamas y me explicas lo que está pasando. Voy a estar un tiempo en esta cuidad espero tu llamada.

—Linda—la llamo mientras se aleja—Garcias por no cuestionar y esperar a que yo te explique.

—Para eso son las amigas. Nos vemos—se aleja y  vuelvo con los chicos. ¡Hasta las ganas de hacer pipi se fueron!

—Pensé que no llegabas—me dijo Ethan en la salida.

—Sí, es que había mucha fila.

Regresamos a la cuidad. Miranda seguía rara, en verdad me molestaba su actitud.
Ethan me acompañó a la casa, ya estaba oscuro, así que lo agradecí.

—Linda—llamé a mi vieja amiga cuando estaba sola en mi habitación.

—Hola, no pensé que fueras a llamar tan pronto...¿Pasó algo?

—No, nada. Solo quería explicarte lo sucedido.

—Lieh, perdona,  Leah, no sé tus razones para tantos cambios pero las respeto. No tienes que darme explicaciones, sea lo que sea estoy contigo.

—Gracias. ¿Y estás de paso en la ciudad?

—No, me mudé con mi familia. Mamá quería un cambio de ambiente. Empiezo en la escuela mañana.

—Bueno, nos vemos mañana en la escuela. Ciao Linda.

—Ciao.

La conversación con Linda me había ayudado mucho. Confiaba mucho en ella, mi secreto estaba seguro por ahora. Pero aún así sabía que en algún momento tendría que salir a la luz.

<Tuck>
<Tuck>

Un ruido me levanto en la madrugada, algo estaba sonando contra el vidrio de mi ventana. Me asomé a ver que era.

—¿Qué haces aquí?

—Necesito hablar contigo.

—¿Te tiro el cabello para que trepes?

—No, pero una escalera sería útil.

—Allá hay una—le señalé un punto en el jardín—Es del vecino, puedes tomarla.

Subió la escalera con mucha destreza. En cinco minutos ya estaba en mi habitación.

—Ahora la pregunta del millón: ¿Qué haces aquí y a esta hora?

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