Tu Mundo A La Inversa

Capítulo 2♡

ETHAN
Fui a reunirme con mis amigos, no podía dejar de pensar en lo que pasó ayer. ¡Cómo me cerró la puerta literalmente en la cara!, después de haber estado tan amable conmigo. ¡Qué chica más rara!.

-Ethan, al fin llegas, te estábamos esperando. Ayer no fuiste a jugar play y, ¿qué coño te pasó en la cara ?- me saludó Marcos, un chico alto y atlético , cabello negro que le cae despeinado a los lados y ojos color miel. Es un friki de los videojuegos (tenemos eso en común); y le gusta mucho el deporte.

-Lo siento chicos, lo olvidé y, sobre mi cara, tranquilo, no está tan mal. Ayer me metí en donde no me llamaron- decir eso me recordó a ella , niña maleducada por su culpa me veía así -y bueno salí así, por cierto conocen a una chica en el colegio llamada Leah?.

-Sí- Habló Logan , mi otro mejor amigo . Él es moreno , alto y delgado, de hecho el más delgado de los tres. No era muy agraciado de cara pero no lucía mal por completo. Sin dudas ellos eran mis mejores amigos, y no la típica mejor amistad de toda la vida. Nos conocimos hace apenas unos años en el instituto pero digamos que fue amistad a primera vista. Tenemos muchos gustos en común, lo descubrimos después de hacer equipo en un trabajo escolar.

- Ella está en nuestro curso, se junta con Luke y su pandilla. Llegó el año pasado de Italia, de ahí ese acento que tiene; nadie sabe nada sobre su familia ni colegios anteriores. Realmente no me interesa nadie que ande con Luke y ¿a ti por qué te interesa?

-Digamos que ella fue el "en donde no me llamaron". Ese tal Luke la estaba agrediendo y lo enfrenté; y, bueno es evidente lo que pasó. Me curó las heridas y me hizo comida. Sin embargo, lo más lindo fue cuando me cerró la puerta en las narices. Esa chica está loca- pensé en lo que dijo Logan. Sí, me parecía que estaba loca, pero de ahí a ser rara, yo creo q no, ¿que ocultará esa pequeña pero grosera personita?

-Chicos, ¿y si vamos a mi casa a jugar Play después de la escuela?- dijo el moreno me pareció buen plan, de igual manera no tenía otros.

-Me apunto - le respondí y conmigo también accedió Marcos.
Luego tendría que estudiar si me quiero sacar la carrera de medicina. Siempre he querido ser doctor; salvar vidas me parece la tarea mas importante y linda en el planeta.

-Nos vamos Ethan. Te esperamos allá. Trae algo para picar- Habló Marcos. ¡Cómo se puede tener tanta cara!, vagos que son.

-Sí, claro.

Llegué a mi casa. Necesitaba un baño y desinfectarme las heridas antes de ir a casa de Marcos. Se veían incluso peor que ayer y ,cada pequeño corte, me recordaba a esa cara con ojos azules. ¿Debería averiguar cómo está?.
Leah no tendría que estar con un tipo como ese. No sé por qué era la discusión pero ninguna razón amerita alzarle la mano a una mujer. Tal vez me pase por su casa, no, mejor no. ¡Qué tonterías digo! Ella ni querrá saber de mi existencia.
Pasé por un restaurante de comida rápida a comprar alitas y refrescos.

-¡¡GANÉ!!- gritó el moreno. Marcos le dio una mirada llena de odio. Desde que lo conozco siempre lo he visto molesto, cuando pierde no lo soporta.

-Obvio te dejé ganar- se defendió. ¡Qué tontos se ven discutiendo!

-No sean niños, maduren- me reí.

-sí, claro y lo dice el adulto- todos nos reímos y seguimos en el juego.

Llegué a casa, donde estaban mis padres en la sala. A veces desearía algo como lo de ellos, han pasado muchas cosas juntos y aún asi se mantienen juntos.

-Buenas noches a esos enamorados- los saludé.

-Buenas noches cariño. Tu comida está en el microondas. ¿Cómo te fue en el colegio?

-Bien mamá como siempre- por lo menos no me había hecho un interrogatorio sobre los golpes.

-Que bueno, es lo mejor para que mantengas tu beca. Buenas noches cariño.

-Buenas noches mamá.

Dormí como un bebé, en serio estaba cansado para estudiar. Mañana repondré las horas perdidas jugando.

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El timbre de la entrada sonó. Entré al salón, me senté en mi lugar y saludé a los chicos.

-Ethan Johnson, favor de dirigirse a la oficina de la rectora- ¡¡QUEEEE!! A mi nunca me habían llamado a dirección, mis notas son perfectas, mi comportamiento ejemplar. ¿Habrá pasado algo con mi beca? Salí casi corriendo del aula. Cuando llegué a la oficina encontré lo único que no esperaba: la cara de ojos azules estaba ahí.

-¿Tú qué haces aquí?- dijo ella con un tono arrogante. "Eso mismo quiero saber yo, no hace falta ser tan grosera", pensé pero lo que salió fue.

-Un placer verte a ti tambien- la miré y volví mi atención a la rectora -¿Usted me mandó a llamar?

-Señor Johnson, usted es uno de nuestros alumnos más ejemplares. Esta escuela es de las mejores del país en cuanto al rendimiento académico y no queremos que eso se vea afectado. La señorita Bianco necesita ayuda con sus estudios; quería preguntarle si estaría dispuesto a darle tutorías después de la escuela- Leah me fulminó con la mirada. En serio, si tenía tantos problemas con sus estudios tal vez la podía ayudar.

-Claro directora, no sería ninguna molestia para mí, si la señorita Bianco está de acuerdo claro.

-Directora no creo que sea una buena idea, no necesito tutorías y voy a prestarle más atención a los estudios, lo prometo.

-Ya he oído eso demasiadas veces. Si no acepta la tutoría y mejora sus
calificaciones me veré en la obligación de suspenderla de curso y realmente quisiera que se graduara junto a sus compañeros.

-Está bien, las acepto- increíble nunca pensé que iba a aceptar. ¡qué chistoso! Me convertí en maestro privado, reí por lo bajo.

-Después nos ponemos de acuerdo señorita Bianco- me reí ante la formalidad del comentario. A ella no pareció hacerle gracia ¡dios que amargada!

-Nos vemos el sábado a las 6 en mi casa-
dio su última palabra se giró y se fue.

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El resto de la semana pasó rápido sin ningún hecho relevante. Doña amargada me dio varias miradas; parece que volvió con ese tal Luke. No sé cómo puede seguir con él, es un patán. Llegó el sábado y ya era casi la hora de mi reunión con Leah.

Llegué a la casa en la que días antes casi me matan. Toqué la puerta y me recibió una mujer que por la edad debía de ser su madre. La señora llevaba una bata de médico y su cabello negro recogido en una coleta. Era bastante parecida a su hija, esos mismos ojos azules.

-Hola , buenas tardes señora Bianco.

-Hola, tú debes ser el que viene a estudiar con Leah. Hace falta que la ayudes, después de lo que pasó no ha centrado más la cabeza, tiene que superarlo- miró su reloj -Ya es tarde, me tengo que ir. Pasa, ella está en su cuarto, es subiendo, la puerta a la derecha. Dile que regreso en la mañana. Tienen comida en el refri por si les da hambre después. Un gusto...

-Ethan, señora Bianco .

-Llámame Mónica, señora me hace lucir vieja. Bueno, un gusto Ethan.

Subí las escaleras, me paré frente a su puerta y toqué.

-Oh ya llegaste, pasa pasa ni mires el reguero porque no voy a recoger de todas formas- "que desorganizada" pensé. Ese cuarto parecía una venta de garaje.

-Vamos a empezar a estudiar. Mientras más rápido empecemos, más rápido terminamos.

-Lo siento, no puedo, tengo una fiesta y, tú te vienes conmigo, así tengo la excusa de que estuve contigo.

-No, estás loca si crees que voy a ir a una fiesta y menos contigo.

-Sí vas a ir