El regreso.

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 Estaba a punto de volverse loca, pero ¿quien podía culparla? Era horrible esperar unas 6 horas y ya a hecho de todo para evitar caer en la demencia pero ya no se le ocurría nada más, además no puede hacer nada pues es una junta de alto mando, así que debía esperar a que los políticos y Lurien terminen de hacer... lo que sea que estén haciendo. En lo personal Hornet creía que debía estar ahí, pero...

- Imitando la voz de su madre todavía no estás lista, mejor concéntrate en las clases que te dan los sirvientes suspira para que me quejo en voz alta - entonces recordó el corto tiempo que pasó con su madre de pequeña sólo para ver cómo después se sumergió en un sueño eterno, sintiendo una gran tristeza en su corazón, era solo una larva inocente que no entendía nada pero sabía que algo malo estaba pasando y su madre y ella estaban en medio de todo eso; pero luego recordó como se encontraron y lo feliz y confundida/asustada que se sintió en ese instante, no sabía que estaba pasando y por un momento creyó que se estaba volviendo loca o su madre fue a verla por razones "fantasmagóricas", pero luego de una pequeña explicación se calmó y solo se dedicaron de volver a ser una familia, entonces a su mente llegó el pequeño Ghost y su éxito en su peligrosa misión - lastima que no estás aquí, obviamente no sentirías nada pero aún así creo que un caballero se merece ver los frutos de su éxito en su misión.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de su madre... otra vez.

- Hornet lo siento pero el "cabeza de tenedor" quiere hablar de unos asuntos con Monomon y quiere que nosotros estemos aquí cuando llegue, ya esta en camino pero llegará aquí en unas dos horas - le dijo Herra a su hija para informarle que debía esperar aún más a que terminara su reunión.

- d-d-do-dos ho-r-horas - dijo con horror, tenía que seguir esperando a que terminaran esa fea reunión, tenía que seguir parada como tonta fuera de esa sala como una mascota leal que no sabe hacer nada más que quedarse quieta como una idiota, ni siquiera había donde sentarse, Hornet nunca pasó por ahí durante la infección así que nunca supo si había un asiento afuera de la sala donde se está llevando a cabo la reunión, pero si lo hubiera entonces ya no existe por las remodelaciones que se estaban haciendo en la torre, los insectos encargados de eso la veían con rareza, mientras se preguntaban "¿que hace ahí?" "¿tendrá asuntos pendientes con el rey?" Y cosas así.

- Solo te quería decir eso ¿necesitas algo? - le preguntó con la amabilidad que sólo una madre podría darle a sus hijos.

- Bueno una sil...

- ¡Herra vuelve aquí! - se escuchó el grito de Lurien.

- Hablamos luego Hornet - dijo rápidamente para volver a sus deberes.

- Pero mis pies... - trató de decirle algo a su madre pero era muy tarde se fue antes de completar su pedido, solo le quedó apoyarse en la pared y esperar a que la reunión acabará - ... suspiro esto va a durar - pensó a sus adentros resignándose a esperar de pié sin nada más que hacer excepto esperar.

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- OK, empecemos desde el principio una última vez - volvió a practicar frente al espejo, quería que fuera perfecto si tenía que hacer esa presentación frente al rey - muy antinatural, mantén la calma suspira, OK emp... - fue cortado por la voz de su jefa.

- Quirrel ¿podrías traer mi bolso de mi oficina por favor? Ah, y ¡¿podemos irnos de una?!

- Ya voy señorita Monomon - sin más retraso y aprovechando su sobrenatural velocidad fue a buscar el bolso pedido por su jefa y volvió con ella en un instante - disculpe la demora - dijo amablemente.

- Que demora si te lo pedí hace dos segundos ¿como haces para ir tan rápido? - le hizo la misma pregunta que siempre le hace desde que se reencontraron; pero como siempre responde:

- Años de práctica... deberíamos irnos ¿cierto? - como siempre cambia rápidamente de tema, algo de lo que Monomon se dio cuenta rápidamente y sigue intentando que le diga algo, pero nada.

Se dirigieron a la ya conocida Ciervo-estación y tocaron la campana, pero no llegó el Viejo-Ciervo, sino uno más joven y un poco más pequeño pero más rápido, ya montados en el Ciervo, se fueron en dirección a su destino: Ciudad de Lágrimas, estuvieron recorriendo los Ciervo-Caminos  hasta que:

-...No me gusta mucho el silencio y eso que soy profesora - hablo Monomon de la nada, haciendo que Quirrel le prestara atención - cuéntame algo de ti por favor - le pidió amablemente la maestra a su ex-estudiante ahora empleado.

- No tengo mucho que decir - dijo avergonzado, pues aún no podía recordar nada de su pasado todavía, ni siquiera podía entender porque tenía la "llave" para eliminar el sello de su jefa, pero ella no se iba a rendir fácilmente.

- Claro que sí, tu presenciaste en primera fila la infección, cuéntame todo - en realidad no hacía falta pues ella ya lo presencio todo, pero solo quería hablar con su estudiante.

- Pues es una historia algo larga.

- Bueno tenemos un camino algo largo.

-... Bueno todo comenzó cuando...

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Libertad... al fin recuperaron su hermosa, valiosa e inigualable libertad que les había sido arrebatada... después de tanto tiempo finalmente la alcanzaron y escaparon de ese abismo al que por tanto tiempo llamaron "hogar" para entrar a un mundo al que se les fue prohibido habitar.

- Hallownest... hermanos... volver...

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- Entierra al caballero, con su aguijón hermoso... ¿era así verdad? - un viejo insecto estaba pasando por Cuenca Antigua mientras cantaba, anteriormente había una extraña roca en el fondo de ese lugar completamente impenetrable pero que ahora había desaparecido por completo dando paso a un lugar completamente a oscuras, rápidamente se corrió la voz e insectos, tanto intelectuales como aventureros, quisieron entrar a ver. Era el último en llegar al grupo de exploración y estos al verlo llegar no pudieron contener su emoción por empezar.

- Al fin llegas Lemm - dijo una mosca al buscador de reliquias.

- No soy tan joven como tu - le dijo Lemm al insecto volador - en fin ¿están todos aquí? - todos los presentes dijeron si con la cabeza - entonces vamos.

Todos los presentes traían un equipo completo para explorar ese abismo de oscuridad: herramientas de toda clase, tiendas para acampar, comida, etc; pero sobretodo: linternas de lumélulas. Era imposible ver algo en toda esa oscuridad, pero gracias a las linternas se podía ver el interior de ese abismo, pero no pudieron dar ni dos pasos cuando escucharon un grito alarmante.

- ¡En el nombre de todo lo hermoso, seguro y normal ¿que miércoles son esas cosas?! - gritó a todo pulmón un mosquito al ver algo que nunca olvidaría.

Donde antes no había ninguna posibilidad de ver siquiera tu pata ahora sólo había lugar para un montón de extrañas "luces" perfectamente circulares iluminando poco pero lo suficiente como para verlas claramente, en otras circunstancias hubieran agradecido eso y  hubieran investigado tanto el abismo al que iban como a las "luces" que aparecieron, pero esas "luces" no eran normales, no daban esa sensación de seguridad que la luz normalmente da y los veían fijamente como si los estuvieran investigando con la mirada, pero eso es imposible ¿verdad? Pues si es posible, pues parpadeaban como si fueran ojos; de un momento a otro esas luces se acercaron a un paso lento pero a medida que se acercaban se dieron cuenta de que no eran luces, más bien parecían ser "fantasmas" de oscuridad que tenían luces por ojos y los pasaban de largo a una velocidad lenta. Todos estaban aterrados "¿que eran esas cosas, que hacen aquí, cuando llegaron allí y por cuanto tiempo se quedaron?" Esas y muchas más preguntas se hicieron entre ellos a gritos de terror.

- Quería que esa oscuridad me diera sorpresas y lo hizo - dijo Lemm en voz alta por alguna razón, mientras veía como los "fantasmas" seguían avanzando sin prestar atención a sus alrededores.

Hollow WardenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora