Hollow Warden

Rescate.

- Se supone que somos un equipo, pero nooo, tenías que perder a Ghost, si que eres estúpido - Regañó Hornet a Quirrel.

- Tú también lo perdiste, estabas allí y como eres su hermana tienes la mayor parte de la culpa - Respondió el azul.

- No es momento de buscar culpables - Dijo la cazadora desviando la mirada.

- ¡Pero si hace rato me estabas regañando por...

- Mira Quirrel - Interrumpió mientras señalaba en una dirección.

Unas raíces blancas y brillantes salieron del suelo a ambos lados de una calle al igual que al lado de los guerreros para luego tocar sus frentes con ellas.

- Sigan este camino, los llevará con mi pequeño - Dijo la reina de Hallownest.

Luego de eso las raíces se retiraron de sus frentes y se sumergieron en el suelo.

- Yo me adelantaré, tú solo sigue el camino - Informó la cochinilla antes de desaparecer en un borrón.

- Presumido - Murmuró la mestiza antes de salir corriendo.

Por si no se han dado cuenta, estaban discutiendo porque se dieron cuenta de que Ghost no estaba con ellos desde hace dos horas.

*****************************

Finalmente terminó su mapa de ciudad de lágrimas, hubo tantos cambios que parecía una ciudad completamente diferente, esto lo hizo preguntarse que otros cambios hubieron en el resto de Hallownest, ¿las mantis seguirán aisladas? ¿Las abejas tendrán una nueva reina? ¿Las arañas seguirán siendo tan violentas? Sólo el tiempo lo dirá, mientras estaba sentado tuvo tiempo para reflexionar sobre todo en general, esto de pensar libremente esta algo raro, tan emocionante pero a la vez tenebroso, cosas que antes no le importaban ahora invadían su mente, durante su misión para destruir la infección hizo cosas que haría que cualquier insecto vomitara de horror, y ahora no sabía cómo reaccionar, para distraerse decidió pensar en otras cosas, recordó como fue que salió del capullo, su madre aumentó el brillo de sus raíces debilitando a sus hermanos y abriendo una pequeña salida para él, tan rápido, fácil y sencillo. Otro recuerdo llegó a su mente, Grimm y sus tropas de las pesadillas, en el momento que Brum le reveló la verdad supo lo que tenía que hacer: decirle adiós a su adorable compañera, ahora lo invadió un sentimiento de tristeza, realmente extrañaba a esa murciélago, finalmente le llegó un último recuerdo: Myla.

Aquella insecto que no pudo salvar de la infección, pudo salvar a Sly pero no a ella, con ese recuerdo le llegó un nuevo sentimiento: culpa, podría haber hecho más pero no, ahora ese recuerdo lo hiba a atormentar por el resto de sus días.

- Si esto significa tener sentimientos preferiría no tenerlos - Pensó con la cabeza inclinada hacia abajo.

- No tienes idea de lo difícil que fue encontrarte enano - Una voz lo regañó.

Al subir la mirada pudo ver como Quirrel estaba en frente con los brazos en forma de tetera y con una mirada que mostraba como claramente no tuvo un buen día.

- ¿Que tienes que decir en tu defensa? - Le preguntó con una voz que demostraba molestia.

En ese momento sintió una nueva emoción: alegría, la tristeza por un momento no parecía tan mala, junto con este sentimiento llegó otro recuerdo: el de su compañera alada, esta, cada vez que se sentaba a descansar un poco de su difícil misión, se acostaba a dormir en el suelo cerca de él, pero en una ocasión en vez de eso se sentó a su lado y lo abrazó, claramente en ese momento no lo pudo apreciar, pero se preguntaba: ¿cómo se sienten los abrazos? Sólo hay una forma de averiguarlo.

- Sigo esperando - Quirrel ya estaba por echar humo de la rabia, cuando de la nada vio cómo el enano se levantó y  se acercó a él, se preguntó qué tenía planeado hasta que vio como rodeó su pata inferior derecha con sus patitas - ... Vaya, eso no me lo esperaba - El azulado sólo se limitó a devolver el abrazo.

Y así, bajo la lluvia eterna de Ciudad de Lágrimas, el pequeño caballero aprendió algo nuevo.

- Me gustan los abrazos.