La oscuridad del Abismo.

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- Entierra al rey con su corona, y al guerrero con su aguijón... ¿así era no? - una insecto se encontraba cantando sola al lado de una puerta sentada en el piso pegada a la pared, ya había cantado 15 canciones e improvisado tres... si estaba desesperada - no entiendo ¿por qué se tardan tanto?

Lo sabría sin tan solo pusiera atención a los gritos que se oían al otro lado.

- ¡OK TE QUEDAN 5 SEGUNDOS DE VIDA ANTES DE QUE TE MATE A TI Y A TODA TU @#$%* DESCENDENCIA! - le gritaba la reina de Nido profundo a uno de los tres soñadores.

- ¡INTÉNTALO SI TE ATREVES BESTIA! - le respondió de vuelta el vigilante mientras el soberano de Hallownest solo podía aguantar los gritos mientras se repetía en su mente:

- Ningún costo es muy grande - se lo repetía una y otra vez hasta que volteo a ver a uno de los muros de aquel salón mirando a unas bellas raíces blancas y brillantes recorriendo esa y muchas otras paredes así como techos y pisos y sin embargo, a diferencia del sendero verde, estas raíces no tomaban todo, sino que parecían saber a donde ir - OK ya me cansaron sus discusiones infantiles - no le hicieron caso y siguieron gritándose... grave error, pues el rey solo se limitó a usar la magia que dominaba para encerrarlos en una jaula de picos pálidos que salieron sin romperlo como si estos crecieran de el - se supone que íbamos a hablar del futuro de Hallownest pero parece que en todos estos años de soñadores no aprendieron a trabajar juntos.

- ¡TÚ CÁLLATE CABEZA DE TENEDOR! - le respondió Herra desde la jaula donde estaba atrapada.

- ¡DEJA DE LLAMARME ASÍ! - y así fue como el rey pálido se unió a la discusión.

Mientras estos se gritaban, a las afueras de la torre estaban una maestra y su ayudante, quienes recién avían llegado y estaban viéndola desde el frente.

- Hace tiempo que no venía - pensó Monomon en voz alta - en fin, hay que entrar.

Entonces entraron a la torre y subieron, para cuando llegaron a la puerta que daba paso a la sala que debían entrar vieron al lado de esta a una joven araña durmiendo en el piso, de tanto esperar y tanto aburrimiento Hornet se había dormido en el suelo.

- Hey Quirrel quédate al lado de ella hasta que te llame por favor - le pidió amablemente la jefa a su ayudante.

- No hay problema se...- iba a continuar hasta que vio la mirada de "¿en serio?" de Monomon - Monomon - termino de decir quirrel y su jefa solo sonrió feliz.

- No tardo - dijo para entrar feliz al salón hasta que vio todo el desastre que había en el - ¿pero que pasó aquí? - preguntó confusa a los tres presentes allí.

- No importa, toma un asiento por favor - dijo el rey con voz ronca - ¿trajiste lo que te pedí?

- Si, los tiene Quirrel ahí en su bolso.

- ¿De que hablan? - dijo Herra con voz ronca mientras sostenía a Lurien del pescuezo.

- Un informe sobre la investigación del posible regreso de... ya sabes quién - dijo lo ultimo con un poco de cautela.

Aunque el pequeño caballero había acabado con Radiance, el Rey quería asegurarse de que no volvería a causar problemas, así que le pidió ( y con pedir me refiero a ordenar) a Monomon que se asegurara de que había desaparecido.

- Bueno, no importa, sólo continuemos con la reunión.

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Mientras flotaba con sus hermanos por los ciervo-caminos, se dio cuenta de que varios de ellos se habían alejado del grupo, la verdad no le importaba y para ser exactos no le importaba nada, pues no podía sentir nada y aún así, ahí estaba, con la sensación de que debía volver a Hallownest junto a sus hermanos; entonces se dio cuenta de que ya había llegado a un sitio muy conocido por todos.




























Ciudad de Lágrimas.

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Ya sé muy corto, pero en mi defensa no tenía mucha creatividad, aún así espero que lo disfruten.

Hollow WardenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora