¿Porque le trataban diferente a los demás omegas?
¿Porque se sentía tan sensible todo el tiempo?
¿Porque era tan extraño?
¿Porque no le dejaban estar cerca de los demás?
¿Porque era un omega particular?
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Tamaki se derritió ante la acción.
un beso corto, solo plantado en sus labios pero tan delicioso, un contacto tan anhelado que le fue imposible no cerrar los ojos y abrazar más fuerte a el rubio.
Mirio decidió dejar de pensarlo tanto y dejarse llevar.
Mordio el labio inferior de el gamma y empezaron a mover sus labios con torpeza, la lengua de Tamaki fue la primera en hacer un movimiento, ansioso por probar las hormonas que tendría mirio en la boca.
Apostaba a que serían deliciosas.
Así que adentro su lengua con cuidado y timidez, mirio le correspondió, pudo sentir el atractivo sabor, sintió su lengua relajarse y tener un cosquilleo, sus glándulas receptivas estaban sintiendo las hormonas que segregaba mirio y le encantaban.
-Hmm-
Gimio el menor suave contra sus labios y ahí es cuando el rubio se vio perdido.
gruño con fuerza estremeciendo a Tamaki y apretó con mucha fuerza la cadera de el menor.
El peli azul tuvo que separarse para gemir de dolor.
-Mirio....du-duele-
El alfa removió su cabeza, calmando y aclarando su cabeza y aflojó el agarre de su mano.
-Lo siento Tamaki-
Acaricio donde antes había lastimado por la fuerza con la que había presionado, su mano se paseó con mucho cuidado por su cadera y susurraba.
-Disculpame Tama, lo siento mucho-
El gamma se sintió morir con las lindas palabras, las suaves caricias y el dulce aroma que soltaba mirio para consolarle.
Acaricio los cabellos rubios de su nuca y ronroneo un poco.
-Esta bien mirio- -Nos besamos tama- -Lo sé-
El gamma sonrió de forma boba y buscó los labios de Mirio, el cual seguía encima suyo.
-No recordarás esto cuando termine el celo Tama....no quiero que sea así- -Mirio~ yo te qui-quiero- -Y yo a ti, por eso no quiero que olvides todo esto-
El menor negó y acarició con su mejilla la mejilla de mirio.
-Te quiero mirio-
y por más que tal vez fueran las hormonas hablando mirio no pudo evitar sentir su pecho caliente y querer llenar de besos a el pequeño chico.
-Yo igual Tama-
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