¿Porque le trataban diferente a los demás omegas?
¿Porque se sentía tan sensible todo el tiempo?
¿Porque era tan extraño?
¿Porque no le dejaban estar cerca de los demás?
¿Porque era un omega particular?
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Tres golpes fuertes se escucharon en la puerta del baño.
-Mirio! ya sal de ahí!- -No. Voy a quedarme aquí hasta ahogarme en el agua fría!- -No somos dueños de la compañía de agua! apaga la regadera!-
El recien presentado alfa gruño fuerte.
-No me gruñas Togata-
Se levantó de la regadera y apagó el agua que estaba lo más helada que le permitía.
se puso una toalla al rededor de la cintura y salió del baño.
-Me duele todo- -Deberias comer- -no tengo hambre, quiero ver a Tamaki...- -En unas horas, okey? Tranquilo, ya pasará-
su padre le revolvió los mojados cabellos para irse de el cuarto.
Mirio se veía distinto, no podía evitar notarlo en el espejo.
no se veía igual, se veía más grande, más fuerte, más alfa.
Sin duda también se veía más cansado, no durmió en toda la noche atormentado por calor de su cuerpo y la impotencia de no poder tomar a Tamaki.
Joder, tenía solo 15, no podía estar pensando de esa forma de tama.
Pero también estaba en celo, la cosa es que aún con un par de neuronas funcionales no se permitía pensar de esa forma de Tamaki, era una falta de respeto hacia el menor y nunca, ni en drogas, se permitiría faltarle el respeto a Tamaki.
entonces decidió que acabarse el suministro de agua de su casa sería una buena idea.
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-Tamaki- -hmm?- -Vino alguien a verte-
Su madre se hizo a un lado dejando pasar a mirio.
Un Mirio distinto.
Un mirio guapo, grande.
Pero también arrepentido.
arrepentido de su conducta salvaje cuando tenía cerca a Tamaki.
