𝑩𝑳𝑶𝑶𝑫 // 𝑾𝑨𝑻𝑬𝑹 • 𝐈.𝐋

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CINCO
DAMN HE'S HOT

Elizabeth, Erica e Isaac llegaron a la escuela. Al final, el fugitivo le había dicho a Jackson que debía decirle al sheriff que no lo había escuchado pelear con su padre antes de ser asesinado, o Elizabeth lo dejaría calvo. Funcionó, porque fue absuelto.

—¿Lo hubieses dejado calvo? —preguntó Erica con una risa.

—¿Bromeas? Claro que sí —admitió—. Nunca he dejado a nadie calvo así que, sería una buena experiencia.

Estaban a punto de entrar a la tercera clase, es decir: química. Elizabeth llevaba las dos clases anteriores burlándose por los matching outfits de chaquetas de cuero, no paraba de decirles adorables.

En cuanto llegaron, vio a esos dos mejores amigos de los que le hablaron. Stiles y Scott. Esos dos se apresuraron a sentarse junto a una rubia fresa, que pudo ubicar como Lydia.

Se sentó a un lado de Isaac, mientras que Erica se quedó en la mesa del lado derecho de Elizabeth. Los otros dos estaban muy ocupados en provocar a Stiles y Scott, mientras que ella pensaba distintas estupideces en su mente que para ella eran importantes.

¿Qué comeré cuando llegue al depósito? No es que tenga cocina o algo así pero muero de hambre. ¿Y si robo un banco y compro una casa? Estoy segura de que nadie se daría cuenta. ¿Podré hacer crecer dinero desde los árboles? ¿Si llamo a Nik me dará algo de dinero para una casa?

—Ni siquiera pienses en ese hombre —le regañó su abuela, causando que pegara un salto sobre su asiento. Isaac se dio cuenta de aquello, por lo que la abrazó por los hombros, mientras hacía brillar levemente sus ojos, viendo que tanto la abuela como la madre de Elizabeth estaban allí. Scott miró confundido a la morena. ¿Quién era ella y por qué estaba con Isaac?

—Estoy bien —susurró Elizabeth a Isaac, causando que éste se separara del abrazo.

Ni siquiera prestó atención al discurso de su profesor –el cual, cabe aclarar, lo detesta. Estaba segura de que su profesor favorito era el entrenador, en lo poco que llevaba de clases en esa escuela–. Se rió cuando vio que la mayoría de los estudiantes quisieron ser compañeros o compañeras de Erica. Pero, su sonrisa burlona terminó cuando Harris dijo que tenía que ser compañera de Stiles. Isaac hizo de su mano un puño, mientras le veía de mala manera.

La morena se levantó hasta llegar a su puesto, sentándose en silencio.

—¿Quién demonios eres y por qué parece que fuiste adoptada por una manada de peligrosos hombres lobo?

En ese momento, se escuchó el gruñido para nada agradable de Isaac y Erica. Pero, Elizabeth supo controlarlo, riéndose del vómito verbal que ese chico acababa de decir.

—Oh. ¿Te parece gracioso? ¿Qué será más gracioso después? ¿Ellos apuñalándote por la espalda? No tienes idea en lo que te estás metiendo.