Capitulo 25

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CAMILA POV

Empecé mi mañana, justo como lo había hecho los últimos días, mandándole un mensaje a Lauren que probablemente no respondería.

Yo: Tu silencio esté matándome. Te extraño tanto que duele. Por favor llámame. XO

Tres días sin un mensaje o una llamada telefónica de ella era una completa tortura. Cada vez que mi celular hacía un ruido, mi corazón brincaba a mi garganta. Incluso me puse a rezar para que el teléfono de la casa sonara, aunque no creo que tuviera ese número. Había un dolor dentro de mí que incluso una llamada telefónica no podría curar. Le había mandado mensajes un par de veces solo para decirle Te amo, siempre sin una respuesta.

Estaba a punto de terminar mis horas de pasantía y estaba muy segura de que Maureen me iba a aprobar. Aparentemente, es gruñona con todos sus estudiantes; es solo su personalidad. Keana me aseguró que si me contrataban en el hospital y me veía como una compañera de trabajo y no solo una estudiante, de hecho sería alguien agradable con quien trabajar.

Lo que sea.

Era más probable que Viper se casara con una monja antes de que yo solicitara trabajo en este hospital. Aunque extrañaría trabajar con Keana, sin embargo. Tan cercanas como nos habíamos vuelto, sabía que nos veríamos una a la otra de vez en cuando.

―Mira lo lejos que has llegado ―dijo Keana orgullosamente.

―¡Lo sé! Casi soy una enfermera de verdad, ¿no?

―Eres una enfermera de verdad, Camila. Está en tu corazón.

―Lo está, pero creo que he tomado una decisión. ―Me senté al lado de ella en la mesa―. Creo que voy a pedir trabajo en algún lugar en el área de partos.

Inclinó su cabeza ligeramente y levantó sus cejas.

―¿En serio?

―Sí. ―Me encogí de hombros―. He estado hablando con una amiga de Italia mucho sobre su embarazo y me di cuenta de que eso es lo que me apasiona. Ayudar a las mujeres embarazadas o en trabajo de parto, eso es lo que quiero hacer. Y ni siquiera me hagas hablar sobre sostener a esos pequeñitos bebes. Es como el cielo.

Keana metió su dedo en su boca y empezó a hacer arcadas.

―Puedes tenerlo. Todas esas mujeres se quejan y actúan como si fueran las primeras en el planeta en tener un niño. No, gracias. Yo me quedo con los borrachos en la madrugada, huesos rotos, y Dios sabe qué más, aquí en la sala de emergencias.

―Bueno, entonces, solo vamos a tener que reunirnos con frecuencia para intercambiar historias. ―Le sonreí.

―Definitivamente. ―Me sonrió de regreso―. Tal vez podríamos salir en una cita doble alguna vez.

―Ooooh. ¿Cita doble? ¿Quién es la afortunada?

Movió sus pestanas hacia mí mientras una sonrisa diabólica se extendía por su rostro.

―Digamos que es una gran serpiente.

Comprensión se apoderó de mí y mi boca se abrió.

―¿Viper? ¿Pensé que habías dicho que era cosa de una sola vez?

―Se suponía que lo iba a ser. ―Se encogió de hombros―. Pero me mandó un mensaje y no pude alejarme. Esa chica puede lamer la corteza de un árbol.

―Está bien, está bien. Lo entiendo. ―Apreté mis ojos y levanté mis manos, sin querer escuchar más―. Si de algo sirve, me alegro de que estés feliz. Y me encantaría ir a una cita doble, suponiendo...

Room For More (Camren Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora