Capítulo 4

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No sé cómo empezar esto, creo que escribiré esto para mi nada más desde ahora.

Es como si pudiera hablar con alguien y que mejor compañía que yo mismo.

Bueno ayer no seguí escribiendo porque no tenía ganas, había ido a ver a las chicas que daban piruetas...

Y me encontré con Twinky, estaba con ellas.

Creo que no le agradaba verme, lo que pasó entre nosotros creo que ya no le importa. Está bien yo no pido que siga enamorada de mí, éramos niños, cada quien hizo su vida, pero me hace sentir extraño.

Intenté hablar un poco con ella, pero sólo me cambió el tema y siguió con lo suyo.

Ya pasaron dos días desde lo último que escribí, la hoja sigue medio vacía así que seguiré con lo de hoy.

La gracia de que yo esté aquí es que entre a los salones cuando suena la alarma, me reclamó eso la bruja.

Ya es aburrido recorrer el lugar, así que seguí a un tipo de lentes.

Entré a un gran salón con objetivos de práctica, lo que fuera el montón de palos y toda clase de espadas además habían otros tipos que ya estaban dentro.

Había un viejo que parecía un militar retirado.

Me saludó como si fuera bueno que estuviera ahí, aqui va el mal entendido.

El viejo dijo "Enseñanos como pelea un pirata de verdad" lo dijo él, yo escuché eso. En Broken Bones es un "pelea con todo o siéntete humillado el resto de tu vida"

Y me dirás "Ese lugar no es Broken Bones" sí, me quedó más que claro que esto no es Broken Bones, pero por eso creí que sería una pelea a primera sangre, algo tranquilo.

El viejo dio la señal para iniciar, me enfrentaba a un tipo que alardeaba demasiado de sus habilidades. Debo admitir que sí era bastante hábil, pero aún así lograba desviar sus ataques con rapidez.

Las espadas chocaron, de un rechinido logré quitarle su espada y rozar el filo de la mía en su brazo, un poco de sangre se deslizó sobre su antebrazo y calló sobre su polera.

Logré ganarle pensé, pero me agarraron por la espalda y me quitaron mi espada.

No entendía por qué hicieron eso, había ganado, no lo iba a matar si eso fue lo que pensaron.

El viejo me llevó con el viejo director, el cual ya no se veía tan feliz de verme.

El viejo le explicó lo que pasó al viejo director omitiendo que fue su idea el duelo.
Me hicieron salir de la habitación, realmente nunca me importa que digan de mi, pero esta vez quise escuchar.

Hablaban de algo de que era una mala idea que yo esté aquí, que soy un peligro, que me han visto robando, blah blah blah.

Muy sencillo déjeme ir y prometo no volver a pisar este ridículo lugar.

Diario Adler Harvey HookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora