– ¿Y bien?
– Es seguro. Papá vendrá a Corea de nuevo – explicó el menor de los Jung, con el teléfono en mano después de haber terminado una llamada – Quiere saber con más exactitud que fue lo que ocurrió. – Hoseok suspiró dejando el apartó a un lado y dejando caer su cuerpo sobre el sofá, exhausto – Lo único que ahora se es que está bastante enojado, no paraba parlotear palabras sin sentido, todo por qué no le avisamos a tiempo el problema de Roseanne.
– Bonito, luces muy cansado, ¿has estado comiendo bien? – un chico pelinegro tomó asiento junto a su novio, acariciando sus hebras castañas con delicadeza mientras lo observaba con preocupación.
– Estoy bien, Jinnie... es solo que, todo este problema me tiene bastante frustrado.
Jin no replicó en su lugar, bien ya sabía que en realidad estaba pasando por un momento un tanto, duro. Se supone que el prometido de Rosé debería estar haciendo la parte más grande de este caso, pero en su lugar quien realmente le importa su desaparición es a su hermano. ¿Que piensa? ¿Que metido en su habitación sin salir ni comer, haciéndose el deprimido la encontraría más rápido de lo que piensa? Ahora lo único que podía hacer es observar a su fatigado novio, recitado sobre ese sofá con los papados cerrados aún así sabiendo que no dormía. Y si no fuera por que le dolía todo el cuerpo a mares, ya estuviera subido sobre su regazo repartiéndole besos y caricias que ya extrañaba impartirle.
– Por que mejor no tomas un baño y descansas un poco, bonito. – más que una pregunta o sugiriendo, era una orden. Jin realmente estaba preocupado por su hobi que no quería verlo más pariéndose el lomo – yo me encargo de hacer la comida para los chicos, y si tú padre llega hoy yo lo recibo.
– ¿No es mucho para ti? – inquirió el castaño desarrollando una mueca.
– Tranquilo, puedo con eso y más. Ahora ve y descansa.
El pelinegro animaba con golpecitos sobre su espalda a su pareja para que se levantara, propinando una gran palmada sobre el trasero de su chico antes de que se quejara del dolor, y con rapidez robando un beso de Hobi.
Elaborar la comida era algo que el encantaba hacer. Y ahora que casi todos los chicos estaban hospedándose en la casa de la futura pareja de esposos de los Park, tendría que cocinar un poco más de lo usual. Hicieron aquello creyendo que así, no sería complicado a la hora de ayudar en el caso de Rosé, aprovechando que estaban todos juntos, pero desafortunadamente también tenían que atender sus respectivos trabajos. A excepción de las chicas que siguen juntas, pese aquello avisaron que vendrían una vez pudieran para ayudar con el caso de Rosé.
[• • • •]
– ¿Rosie, linda, qué haces?
Cuando una voz tranquilizante y pasiva entro a las paredes de aquella habitación, donde una chica yacía recargada sobre su escritorio, sonrió al verle acercarse a ella.
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𝐅𝐀𝐍𝐂𝐘 𝐘𝐎𝐔 | r.k
Fanfic𝐅.𝐘 | "- 𝙉𝙤 𝙚𝙨 𝙘𝙖𝙨𝙪𝙖𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙖𝙮𝙖𝙨 𝙫𝙪𝙚𝙡𝙩𝙤 𝙖 𝙢𝙞, 𝙘𝙖𝙧𝙞𝙣̃𝙤. 𝙇𝙤𝙨 𝙙𝙤𝙨 𝙨𝙖𝙗𝙞𝙖𝙢𝙤𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙪𝙫𝙞𝙢𝙤𝙨 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙞𝙣𝙖𝙙𝙤𝙨 𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙧 𝙟𝙪𝙣𝙩𝙤𝙨" Y Roseanne nunca se esperó qu...