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– Ven, sígueme.
El chico rubio me indicó junto a un ademán para que siguiera sus pasos. Y por mi parte no conteste, tan solo camine en silencio, por que la vergüenza y timidez aún albergaban sobre mi.
Después de algunos minutos caminando detrás del chico, me dio la oportunidad de observar toda su cabaña, y debía admitir que todos los lugares de este realmente eran hermosos. Todo perfectamente acomodado sobre cada lugar, cada detalle fino y delicado. Además, el chico vivía solo y por como pude percibir sus acciones, y comportamientos, no le afectaba ni molestaba.
Ni siquiera me di cuenta cuando habíamos llegado a una habitación medianamente cómoda. Igual de diseñada que todo lo demás, una ventana grande que daba hacía el frente de la cabaña la adornaba apreciando como la lluvia seguía sin parar, la cama que ya veía cómoda estaba situada frente a un escritorio y el armario a un lado.
Bastante sencillo, pero a la vez lindo y comodina.
– Es... bonito, y cómodo.
– Por haya hay una puerta que da para el baño privado – señaló con su índice hacia una esquina de la habitación – puedes darte un baño si se te apetece y en unos minutos te traeré la ropa seca.
– Bien... – fue lo único que articule, pero antes de que el chico rubio abandonara el cuarto, lo detuve abruptamente – Jungkook, gracias por aceptarme y no echarme mientras la tormenta pasa. Gracias, en serio.
– Roseanne – diablos. Tal vez fueron ideas mías, o sentí miles de sensaciones cuando el chico mencionó mi nombre de una manera tan... extraña pero increíble – Te dije que para eso estoy, digamos que... ya me esperaba tu visita.
¿Me acababa de guiñar el ojo...?
¿Que rayos quiso decir con las últimas palabras?
Reaccione confundida a más no poder. ¿Que había sido eso? Oh vaya, tal vez tanta presión por la tormenta estaba afectándome, además este frío que siento no ayuda mucho y tal vez era el causante de tanto delirio.
Sin esperar nada más, me metí a la ducha, no sin antes ponerle el seguro a la puerta. Despojándome de la sucia y mojada ropa, fundiéndome en el agua caliente que me dejaba unas ganas de ya no salir de nuevo. Algunos minutos más tarde salí, enrollando una toalla al rededor de mi cuerpo, y otra sobre mi cabello mojado.
Y efectivamente como lo dijo, abrí la puerta quitando el seguro, verificando con mis ojos la ropa Bien doblada sobre la cama. No dude ni un segundo más en ponérmela y cambiarme de una vez antes de que me diera hipotermia o algo por el estilo.
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Su cabaña era tan hermosa como para que habitara solo el. ¿Acaso no tenia si quiera alguna novia? ¿O novio tal vez? Ese rubio realmente es guapo y sigue impresionando que un hombre como él si quiera tenga a una mujer de su lado aún.
O hasta a una familia.
¿Por qué rayos hablo de él como si fuera de mi incumbencia? Después de todo por lo único que debería de preocuparme sería por mi estadía aquí, y mi gratitud claro.
– Hey, veo que ya terminaste – escuche su voz cuando entre a la cocina y lo vi sentado el una silla recargando sobre el mesón haciendo algunas cosas en una laptop. Lo curioso fue ver lo lindo que se veía usando aquellos lentes de forma redonda que lo hacían ver tan tierno – Te queda bien la pijama.
Me observe la ropa cuando dijo aquello, por qué otra vez no me había percatado de que ropa era.
¿Por qué tengo que ser tan despistada?
En algún otro caso hipotéticamente me enojaría al ver su mirada escanearme de arriba abajo descaradamente, pero no lo hice por que al menos yo no sentí su mirada con algún sentido sexual o depravado. ¿Qué puedo decir?
– Gracias...
– Ya perdí la cuenta de cuántas veces has dicho gracias – comentó al mismo tiempo que río quedito.– Le habías puesto seguro a la puerta cuando te bañaste e hiciste lo correcto. Nunca sabes dónde puedes estar habitando cuando no tienes noción de nada.
¿Está tratando de asustarme?
– De hecho – sonreí felina, inclinándome sobre el mesón, justo frente a él y conseguir su mirada penetrante junto a la mía sobre el – en todo caso, el que debería estar asustado eres tú, ¿como sabes si cuando una extraña llega a tu casa de la nada, y no pueda traer un plan para hacer cualquier tipo de atrocidad?
– Oh, Roseanne – otra vez esa manera de mencionar mi nombre que me hace flaquear al instante todo mi ser. Imitó mi postura, inclinándose hacia mi lugar, dejando solo centímetros de espacio entre los dos – Te conozco más de lo que crees que estoy tan seguro como tú que no eres ninguna desconocida y mucho menos una loca con mente psicopata para hacer algo contra mi.
¡Esperen! ¡¿Que ha dicho?!
– ¿Que dijist-
– Oh mira – sonrió inocente cuando el horno sonó indicando que ya estaba lo que haya puesto haya dentro, ignorando también el hecho de que me interrumpió – Ya está la cena – cerró su laptop y se quito sus lentes. Caminó hasta el horno, tomando unos guantes para sacar un rico pavo que su olor inundo mis fosas nasales e hizo a mi estómago rugir del habré –, hora de comer.
Oh vaya, resulta que este chico es como una caja de palabras sorpresas. Y lo único que está haciéndome es desencajarme de mi lugar con sus respuestas extrañas.
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Muy corto, lo sé, pero ya era hora de actualizarla:'c
Feliz navidad y Año Nuevo re atrasado, se les ama mucho y thanks you por su apoyo a esta historia, se les ama mil(;'༎ຶٹ༎ຶ')
Voten mucho, tratare de traerles los capítulos más seguido, pero no prometo nada. Se les ama, besos en el ojo y hasta la próximaaaaaa🌚🤚🏼💖
