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La puerta caoba que encerraba a un chico en un pulcro silencio, donde sus pensamientos abundaban en el recuerdo de unos lindos ojos con forma de media luna cada vez que aquella sonrisa radiante y hermosa aparecía sobre su apacible rostro, se vio a...

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La puerta caoba que encerraba a un chico en un pulcro silencio, donde sus pensamientos abundaban en el recuerdo de unos lindos ojos con forma de media luna cada vez que aquella sonrisa radiante y hermosa aparecía sobre su apacible rostro, se vio a interrumpir su ensimismamiento gracias a que la puerta sonó con tres leves toques.

Jimin se reincorporó de su escritorio recargado sobre sus codos, miró la puerta y frunció su ceño. Todos sabían que en estos momentos no le gustaban que lo interrumpieran independiente de que estuviera haciendo, y lo entendieron después de muchas quejas por su parte. Después de todo están hospedándose en su casa.

– Por favor, no quiero ver a nadie — alzo la voz con debilidad para que lo escucharan desde afuera sin levántese de aquella silla – ya deberían saberlo.

Sin embargo, la puerta volvió a ser tocada de la misma manera. Y esto, había enfadado un poco a Park.

– He dicho que no quiero ver a nadie, ¡largo!

Diez segundos más pasaron en silencio y Jimin creyó que lo había dejando en paz, pero suspiró con fuerza ya exasperado por no haberlo dejado en paz, se levantó de la silla con brusquedad caminando a paso rápido hacia la puerta.

– No entienden el significado de la palabra lar-go-

Vaya fue su sorpresa cuando abrió la puerta con fuerza y se encontró frente a él a una chica que recordaba no haber visto hace años. Tanto que se quedó pasamano y congelado en su lugar, sintiendo la mirada escrutadora de la chica en toda su figura.

– Jimin... – fue ella la primera que habló rompiendo aquel silencio incómodo para Park – no tenía idea de que desagradabas tanto las visitas hasta tu habitación.

– Se-seulgi...





– ¿Estas segura que es por este camino?

– Por supuesto que si – la rubia sonrió audaz, mirando sobre su hombro al chico rubio que seguía sus pies – ¿Tienes miedo de perdernos acaso? ¿Que no se supone que eres el único ser aquí que conoce como la palma de su mano a este bosque?

– Claro que no tengo miedo, es solo que, en caso de que no nos estés llevando con algún animal salvaje y yo no tengo con qué defendernos.

Rosé no puedo evitar soltar una pequeña risita al imaginar a un Jungkook tratando de ahuyentar a un gran leopardo, con sonidos como "chu, chu, fuera de aquel animalito" haciendo además extraños al aire con sus brazos tomando una chistosa forma de defensa.

Si, definitivamente era una imagen bastante divertida.

– ¿y ahora que te acusa tanta gracia? – replicó el rubio cuando figuró a la chica reír silenciosamente.

– El hecho de que, si nos llegásemos a encontrar a un animal salvaje, estarías demasiado asustado. Temblando como un pequeño cachorro.

– Pfff, tonterías. Soy capaz de poder defenderme de lo que sea y como sea – comentó el rubio mientras intentaba caminar con alguno que otro escombro atravesado por el camino gracias a la lluvia que desparramó tantos árboles. Vaya que aquella tormenta estuvo fuerte.

𝐅𝐀𝐍𝐂𝐘 𝐘𝐎𝐔 | r.kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora