Luffy mira al niño de doce años boquiabierto. La gente pasa junto a ellos, lanzándoles miradas extrañas, pero nada puede hacer que aparte su vista de él. Cutty Flam frunce el ceño, se cruza de brazos y lo mira de arriba abajo.
"¿Qué demonios te pasa? Pareces un idiota", le dice.
El corazón de Luffy hace un giro extraño en su pecho. Water 7 está de camino a su destino por lo que, después de navegar sin rumbo y perdido durante más tiempo del que él mismo llegará a admitir, enganchó su barca a un barco pirata y llegó ahí. Una pequeña parte de él tenía la esperanza de ver a Franky pero por supuesto no pensó que lo encontraría sin buscarlo.
Incluso sin las modificaciones a las que está acostumbrado, Franky es completamente reconocible. Si el cabello azul y su marcado acento no fueran suficientes, el tanga lo sería.
El mayor parpadea de nuevo, Franky ladea la cabeza un poco confuso.
"En serio, ¿qué quieres? Eres un tipo raro."
La cabeza de Luffy trabaja horas extras para poder decir algo coherente. Su primer instinto es abrazar al chico y soltar mil palabras por minuto, explicándole todo lo que ha hecho desde la última vez que se vieron. Desgraciadamente, este Franky no es su Franky, no aún. Por mucho que Luffy quiere invitarlo a subir a su pequeña barquita para buscar a Brook, sabe que a Franky aún le quedan algunos años de una vida tranquila en Water 7. El menor da golpecitos impacientes con el pie en el suelo. A Luffy casi le sale humo de las orejas mientras los engranajes de su mente ruedan y ruedan.
"Necesito que arregles mi barca", es lo primero que se le ocurre.
Franky abre la boca, luego la cierra inmediatamente y frunce el ceño.
"Yo solo soy un aprendiz, tendrás que hablar con Tom-san."
Luffy sacude la cabeza. "Quiero que la arregles tú."
Por un momento, se quedan mirándose el uno al otro en silencio. Después, los ojos de Franky se ensanchan y da un paso hacia atrás. Luffy lo mira pacientemente. El más joven señala a Luffy con un dedo acusador y grita.
"¡Ya sé lo que pasa aquí!", dice llamando más la atención de la gente a su alrededor.
"¿Si?", Luffy parpadea confuso.
"¡Eres un pervertido!"
Luffy arruga la nariz. "Pero tú eres un pervertido."
"¡Pero no soy ese tipo de pervertido!"
Una escandalosa risa interrumpe su extraña discusión. Luffy gira la cabeza para ver a un Gyojin con la piel amarilla casi del tamaño de Jinbe. El hombre se acerca a ellos y le da una fuerte palmada en la espalda a Franky.
"¿Qué pasa, chicos?"
El menor señala a Luffy. "Tom-san, este tipo es un pervertido."
Los ojos del adolescente mayor se ensanchan con comprensión. Este es Tom, el mentor del que tanto le ha hablado su carpintero desde que se unió a su viaje. Luffy le da una amplia sonrisa con dientes.
"Quiero arreglar mi barca", le pide.
"Ahora mismo Tom's Workers está ocupada en un proyecto mayor", responde el Gyojin. "Pero si es una barquita puede ser fácil de arreglar. Llévame a ella."
Franky parece estar a punto de quejarse pero cuando Luffy y Tom comienzan a caminar, el niño los sigue. Continúa dándole miradas desconfiadas que Luffy ignora deliberadamente. Cuando llegan a Isla de Chatarra, donde está su barca, los dos carpinteros la miran boquiabiertos.
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El Rey de los Papás
FanfictionComo todo, la aventura del segundo Rey de los Piratas llega a su fin. Pero eso no es malo, un final significa un comienzo. Después de morir, Luffy despierta en el pasado como un bebé. Esta vez, en vez de ser el hijo de Dragon el Revolucionario es su...