Año 1509.
Robin se esconde tras un edificio, mirando con cautela las hordas de marines que corren de un lado a otro con las armas en mano. Sabo se pega a ella agarrando su libro nuevo con tanta fuerza que hace que sus nudillos se vuelvan blancos.
"¿Qué está sucediendo?", pregunta el niño un poco aterrorizado.
Toda la escena trae recuerdos indeseados a la mente de Robin. Ella se aprieta más contra su hermano frunciendo el ceño, sin tener una respuesta para el niño.
"No lo sé..."
Sabo desvía la mirada de los marines para fijarla en su hermana mayor.
"¿Por qué nos escondemos, Robi-nee?", pregunta.
La adolescente mira la expresión curiosa e inocente de su hermano. Sabo parece tan maduro que a veces le cuesta recordar que solo tiene siete años, que no sabe mucho de este mundo a parte de las injusticias de la nobleza que ha vivido de primera mano.
"Ace es como tú", le dijo su padre. "El Gobierno quiere su cabeza, pero no voy a permitir que la tengan."
Ella peina los rizos dorados de su hermano menor con una sonrisa cariñosa.
"Te lo explicaré luego", promete llevándose un dedo a los labios para pedir silencio.
El niño asiente y ambos miran de nuevo a los marines. Robin cierra los ojos y cruza sus brazos sobre su pecho. En la pared detrás de dos soldados aparece discretamente una oreja.
"... reincidente, escapó el año pasado. Ha vuelto con las armas cargadas, es el mayor asalto a Mary Geoise jamás visto."
Mary Geoise, Robin apunta ese nombre para investigarlo luego.
"¿Trepó la Red Line con sus propias manos?", dice otro con un toque de asombro. "¿Quién es ese tipo?"
Desde el callejón, la adolescente puede ver cómo la nariz del primero se arruga en una mueca de asco y desprecio.
"Fisher Tiger, un gyojin", escupe. "Tenemos órdenes de cazar a todos los que lleven la marca, incluyéndolo a él."
La oreja tras ellos se desvanece como cien pétalos arrastrados por el viento. Robin se gira a mirar a su hermano y le tiende una mano.
"¿Qué tal si vamos por ese callejón? Deberíamos salir de esta isla cuanto antes."
El niño asiente y toma la mano que Robin le ofrece, con la otra mano sostiene su libro nuevo fuertemente contra su pecho.
"Deberíamos irnos, sí", dice Sabo. "Antes de que papá o Ace causen algún alboroto que termine con nosotros siendo perseguidos por marines."
Ella suelta una risita. "No ha sucedido aún, pero creo que no debemos tentar a la suerte."
La suerte estaba colgando de un hilo, después de todo. Cuando llegan, hay tres soldados mirando escrutadoramente el Great Father. Luffy charla con ellos animadamente desde la cabeza del caballito de mar.
"¡Y le dije a Franky que me pinchaban mucho en el culo! Pero Franky dijo que eso es porque soy imbécil, porque este no es el lugar indicado para sentarse. Yo creo que está equivocado, porque siempre ha sido el mejor sitio, ¿sabes? ¡Amaba sentarme en la cabeza de Merry! Y Sunny era el mejor", sonríe y acaricia la textura rugosa del caballito de mar. "¡Pero tú también eres genial, Father!"
Los marines lucen un poco desconcertados.
"Es imbécil. No le hagáis caso y desapareced, inútiles", dice Ace desde la cubierta del barquito.
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El Rey de los Papás
FanfictionComo todo, la aventura del segundo Rey de los Piratas llega a su fin. Pero eso no es malo, un final significa un comienzo. Después de morir, Luffy despierta en el pasado como un bebé. Esta vez, en vez de ser el hijo de Dragon el Revolucionario es su...