1. Lazos

414 33 0
                                    

La tragedia que unió su camino, la caída del muro Rosa y unos años después el María, la pérdida de su cotidianidad, no pudo haber sido otra cosa que el destino.
Si este existía, era cruel.
Cuando cumplieron la edad suficiente se incorporaron a la escuela militar, para lograr ser parte del escuadrón de reconocimiento.
La curiosidad y querer hacer un cambio es todo lo que se necesita para arriesgar a diario la vida. Creyeron haber visto demasiado al caer el muro, pero fuera de ellos no era diferente, siempre regresaban pocas personas de las expediciones.
Por si fuera poco Eren se convirtió en aquello que más odiaba, un titán y no uno cualquiera, sino en uno capaz de ser controlado.

Esto cambió toda la situación. La humanidad lograría un avance, la esperanza de la humanidad residía ahora en Eren.

Lamentablemente no se puede confiar en las personas, siempre había interesés detrás de la ayuda. Pronto se dieron cuenta que no podían confiar más que en ellos mismos, y los tres seguirían caminando hacia adelante, en búsqueda de esa esperanza.

Cuando Eren fue separado sintieron una gran incertidumbre, trataban de entender la situación, pero no podían dejar de sentirse desconcertados. Su mejor amigo dormía todas las noches en el subterráneo, como si fuese un prisionero, y algo había cambiado en él, se podía notar en sus ojos, como si estuviesen viendo a otro lugar, siempre distante, y últimamente callado.

Aunque todos se volvieron diferentes, después de las muertes que presenciaron era casi normal, los sobrevivientes del escuadrón parecían tener aquella expresión, las sonrisas eran escasas.

Había ocasiones en las que Eren mostraba un hermoso brillo en sus ojos, Armin no podía descifrar a que se debía, le intrigaba, cuando lograba verlo le daba una sensación de paz, y nuevamente pensaba en cómo lograr avanzar. Puede que él mundo fuera cruel, pero siempre habría luz.

Decidío que acompañaría a su amigo en el subterráneo, anteriormente había hablado con los oficiales encargados; Erwin, Hange y Levi, para que lo incorporarán a dormir con los demás, pero su petion fue denegada, la razón siempre fue la seguridad de estos. Se sentío impotente, por más que analizará, privar a Eren de su comidad y de su libertad, era algo que no podía soportar. Decidió que él rompería las reglas.

-Dejen de decir tonterías, no puedo hacer mucho si Levi los atrapa - Eren les negó su plan para que estuviesen juntos.

-No nos quedaremos sin hacer nada- Mikasa estaba molesta ante la negativa del castaño.

No detuvieron sus planes, Mikasa y Armin había estado espiaron al capitán Levi e hicieron un duplicado de la llave del sótano. Resultaba que había noches que el capitán no regresaba, este esperaba a que Eren se durmiera. Aunque intercalara los días y a veces la hora, siempre eran 3 noches, querían saber porque desaparecía pero se limitaban a quedarse con su amigo.

Les costó convencer a Mikasa de que ella no durmiera ahí, en el subterráneo, más que nada para evitar que ella y Levi pelearan, sino podrían perder a los soldados más fuertes de la humanidad.

Mikasa se ponía muy feliz por estas visitas a escondidas, incluso llevaba alimento que robaba, cosa que aprendió de Sasha, últimamente se habían vuelto amigas cercanas, Eren y Armin se sorprendieron por esta cercanía. Una vez que se marchaba le daba un abrazo a Armin, mientras que a Eren lo tomaba de la mano y este le acariciaba la cabeza desde los barrotes, eso era más que suficiente para hacerla sonreír de una manera tan bella.

- ¿No es hermosa Mikasa? - soltó de repente. El rubio se acomodaba para dormir.

-Eh.. Claro que lo es- se sentó en la cama y espero la respuesta de su acompañante.
-Parece tener bastantes pretendientes, no se si lo hallas notado-
-Era de suponerse, es la mejor soldado-
-¿No hay alguien que te guste? -
-¿En qué sentido?-
-Ya sabes.. alguien por quién sientas atracción...alguna chica-

No respondió, Armin sabía que podía sonar molesto, pero era necesario, Mikasa era muy atenta con Eren de una forma distinta a la familia, quería que esos ojos verdes notarán los sentimientos de ella.

-¿Qué hay de ti Armin, te gusta alguien?-evadió el tema de una manera hábil, el rubio supo que no debía insistir.
-No estoy seguro-miró hacia otro lado - creo que nunca lo había pensado.. -
-No necesitas pensar para que te guste alguien-dijo con una sonrisa suave.
Armin se sentó en la silla, envuelto con sus cobijas quedando de frente a su amigo.
-Prestaré más atención a los demás.. -

--------
La tarea siguiente fue buscar la llave de la celda y sacar un duplicado de ella, pero al parecer el capitán la llevaba consigo en algún bolso escondido en su prenda. Esa fue a la conclusión que llegaron tras buscar en su oficina, Mikasa fue la encargada.

Sueños de libertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora