Samuel y Carla: Charlie

7- Perfecta

La asistente social había llegado hace poco más de una hora, y se encontraba hablado con Samuel en una habitación vacía del hospital.

- ¿Está completamente seguro?- le advirtió la mujer- Si decide que quiere hacerse cargo, no hay vuelta atrás.

- Lo estoy. Es mi hija.- sentenció Samuel.

- Bien. Deberá firmar estos papeles,- le indicó colocando un portafolio lleno de distintos documentos por completar en la mesa- e indicar dónde vivirá, su sustento económico, etc. El nombre de la niña lo puede decidir hoy o en un plazo de tres días. Le daré unos minutos.

Samuel se encontraba aterrorizado por lo que vendría. Pero se sentía agradecido de que su padre le estuviera ayudando tan voluntariosamente. Le había encontrado una casa con un par de habitaciones extra, una beca en una prestigiosa universidad de California, seguro médico, y una niñera (en caso de ser necesario)
El hombre quería entablar una relación estrecha con su hijo, y la noticia de que sería abuelo fue un golpe que le recordó todo lo que se había perdido en su vida. Pero estaba decidido a no perderse nada en la vida de su nieta.

Carla se encontraba en la camilla mirando hacia la nada, cuando sintió un pequeño golpe en el marco de la puerta

- Por favor, solo llévate al bebé. No hagamos esta despedida más dolorosa de lo que ya es.- sollozó ella sin siquiera mirarle.

- Vale... ¿Y no vendrás a visitarnos de vez en cuando?- le preguntó Samuel con una sonrisa de lado.

- Es que aún no lo entiendes, ¿verdad? Samuel, yo ya no seré parte de la vida de ninguno de ustedes. Tú has decidido criarle por tu cuenta, y yo respeto eso, pero no me pidas que me permita encariñarme con él... o ella.

Samuel suspiró y tomó su bolso.

- Adiós, entonces.- masculló mientras desaparecía en el pasillo.

En cuanto Carla procuró que Samuel se había marchado, rompió en un llanto desgarrador que alertó a las enfermeras.

En un mismo día había dejado ir al amor de su vida, y a su bebé. Ahora sí estaba completamente sola.