8- El nombre

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Samuel arribó a la casa que su padre le había regalado cerca de las 8am. Aún tenía que completar muchos papeles del hospital, por lo tanto tomó asiento cerca del ventanal principal que se encontraba en la sala, y se dedicó a terminar el papeleo.
'Nombre y apellido'...
Aquella línea le provocó un escalofrío.
Él era el encargado de decidir cómo sería llamada su hija por el resto de su vida. Debía ser un nombre que la identificara.
Volteó a verla. Estaba plácidamente observándolo desde su crib. Se encontraba bien despierta, permitiéndole a Samuel notar que sus ojos eran de un color verde muy claro... como los de Carla.
Se acercó a besarle su cabeza, y se encontró con que su hija no había nacido calva, sino que tenía una cabellera tan rubia que se perdía a la vista.
Era Carla. Era el amor sde su vida en minuatura. Como si estuviera observándola en otra etapa de su vida. Consideró por un momento nombrarla como su madre, pero era demasiado. No podía imaginarse escuchar ese nombre por el resto de su vida, siendo que ya la extrañaba con locura. Pero algo similar... algo que le dé rendimiento a Carla.

Y sin dudarlo, tomó la pluma y rellenó aquel espacio vacío: Charlie Cott.

Carla no terminaba de recuperarse físicamente de su parto. Pero no se comparaba con el vacío que sentía dentro de ella. Su bebé y el amor de su vida. Ambos estaban empezando una vida nueva, que no la incluía. En poco tiempo, Samuel probablemente encuentre una pareja y esta se haría cargo de llevar adelante a su familia, algo que Carla decidió poner en último lugar de sus prioridades.

Ya en Madrid, se reencontró con sus compañeros que no tenían idea de lo ocurrido, ya que la pareja había hecho un gran trabajo ocultando el embarazo. La única que tenía conocimiento de aquello era Nadia, y por ende, Guzmán.

Al llegar ese lunes a Las Encinas, vió aquella silla vacía, en el que se suponía que debía tomar su asiento Samuel. Por dentro se estaba quebrando, pero se recordó a ella misma que todo valdría la pena una vez que entre a la universidad de sus sueños y consiga lo que siempre deseó.
Pero una parte de ella, no estaba segura cuál, quería correr a abrazar a su bebé en ese mismo momento.

Samuel y Carla: CharlieWhere stories live. Discover now