Samuel y Carla acaban de confirmar su relación en Las Encinas, y están llevando todo con mucha naturalidad y ternura.
Sorprendente, Nadia, Guzmán y Lu, no están tan reacios como ellos creerían que estarían ante la nueva relación y tratan de brindarl...
- Pero ¿qué le vais a decir?- preguntaba Nadia a Carla, que estaba haciendo las maletas desesperada.
- No lo sé. Pero debo verlo... debo verlos.- respondió atropellado cada palabra.
El vuelo de Guzmán y Nadia salía en menos de una hora, y Carla se había unido a ellos en un ataque de ansiedad. No podía esperar.
En el transcurso del vuelo, Carla no pudo parar de removerse en su asiento. No aguantaba las ganas de llegar y tener a su hija en sus brazos. La palabra 'hija' parecía irreal, como si no fuera posible que ella hubiera creado a ese perfecto ser. Para tranquilizarla, Nadia le cedió su móvil con todas las fotos de Charlie. Desde que era una recién nacida, hasta la celebración de sus once meses.
-¿Y esto es una fiesta?- preguntó Carla, que estaba muy concentrada en una foto en la que salía Charlie con varios globos blancos y su boca repleta de pastel.
- Algo así, todos los meses Samuel los cumple-mes de Charlie. No es una fiesta, pero si nos reunimos en familia a pasar el día con ella.
Carla asintió mientras seguía contemplando cada foto.
- Con respecto al habla... ¿se comunica en español?- volvió a indagar Carla, retomando su postura fría y distante al darse cuenta de que había dejado que Nadia y Guzmán vean un lado de ella que no le permitía a nadie ver... ni siquiera a ella misma. Pero por dentro ansiaba conocer cada detalle de su pequeña.
- No mucho. Sabe algunas palabras, pero se comunica en inglés.- apuntó Nadia, mientras peinaba con sus dedos el cabello de Guzmán, que estaba completamente dormido.
A penas aterrizó el avión, Carla se notaba tensa al entregarle el móvil de vuelta a Nadia. Quería seguir viendo cada una de aquellas fotos en detalle. Nadia se percató de esto en cuanto le tendió el móvil de vuelta.
- ¿Quieres que te envíe las fotos? Digo, así tú también las tienes.- dijo Nadia.
- Vale.- contestó Carla intentando sonar indiferente, pero intercambió una mirada con la palestina haciéndole saber el agradecimiento que sentía por aquello y por todo lo demás.
-
Camino a la casa de Samuel, que se encontraba a unos cuarenta minutos del aeropuerto, se dedicó a revisar lo que Nadia le había enviado. Cada foto estaba titulada por Nadia.
Charlie's first Halloween
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Beach vibes with baby C!
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Charlie's first time trying Watermelon!
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Smiling her way into the weekend!
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- Es cierto.- suspiró para sus adentros.
Era cierto. Charlie era una Carla en miniatura. Pero por lo que veía, era igual a Samuel en lo interior. Cada foto dejaba ver cuán expresiva y suelta era su hija para demostrar emociones, algo de lo que Carla estaba muy lejos.
-
A menos de dos metros, se encontraba la puerta que la separaba de su hija y del amor de su vida. Y podía esperar para cruzarla.
