17- Una niña muy extraña

479 23 5
                                    

Carla no paraba de dar vueltas en la habitación. Su padre llegaría en la mañana y no tenía la más remota idea de cómo reaccionaría al hecho de que le ocultó su embarazo y se mudó a America para criar a su hija.

- Linda, debes calmarte.- le repetía Samuel, que la seguía con la mirada desde la cama.

- ¿Calmarme? Mi padre, el hombre más incomplaciente del mundo, vendrá mañana para descubrir que, la que él cree que es su perfecta hija, se embarazó y ocultó la existencia de su única nieta.- le respondió Carla angustiada.

Samuel se levantó de la cama y la abrazó, a pesar de poner resistencia al principio, la rubia terminó relajándose y devolviéndole el abrazo.

- Tengo miedo.- murmuró cerca de su pecho.

- Lo sé.- le respondió el castaño intentando sonar lo más comprensivo que podía- Pero no debes olvidar que la reacción de tu padre, no cambiara nada. Él no podrá impedirte ser madre, como quizá lo hubiera hecho en otro momento.

Aquel comentario fue lo que tranquilizó a Carla. Su mayor miedo era que Teo, de alguna manera, le prohibiera acercarse a Samuel y Charlie.

Se quedaron allí abrazados, y luego de unos minutos decidieron dormir para estar preparados para lo que vendría al día siguiente.

_._._

- Está llegando en cinco minutos, me envío un texto.- le anunció Carla nerviosa a Samuel, que acababa de regresar de checkear si Charlie seguía tomando su siesta.

Samuel le tomó el rostro entre las manos, le besó la nariz y la apretó contra su pecho.

- Tú, Carla, eres la mujer más valiente que conozco. Le has hecho frente a tempestades más fuertes que ésta. No tienes que temerle a nada.

Ante aquel recordatorio, Carla se recompuso enseguida y le dedicó la mejor sonrisa torcida que pudo.

Justo cuando iban a unir sus labios, el sonido del timbre hizo que voltearan a ver a la puerta.

A paso firme, la marquesita se acercó a abrir la puerta.

- ¡Carla!- exclamó Teo abrazando a su hija.

- Hola, hija.- le saludó su madre detrás de él.

- Hola a ambos, pasen.- agregó Carla mientras se apartaba de la puerta para darles paso.

- ¿Samuel?- preguntó Teo al ver al joven parado resueltamente frente a ellos- ¿Qué haces tú aquí?

- Bienvenidos, siéntanse como en casa.- les saludó Samuel, haciéndole entender a ambos que aquella era la casa que compartía con su hija, y que ellos eran los invitados, no al revés.

- Gracias.- medio tartamudeó Beatriz ante el saludo del joven.

- Así que...- comenzó a decir Teo- ¿ésto era lo que no me podías decir por teléfono?- no entendía por qué su hija pensaba que aquello era algo para hablar en persona. No le agradaba de todo que esté conviviendo con Samuel, pero tampoco se interpondría si veía que ella estaba feliz.

- No en realidad. Yo...- Carla no terminó de hablar cuando escuchó que. Charlie les llamaba desde su habitación. Había despertado.

Teo y Beatriz se miraron el uno al otro intentando descifrar si habían perdido la cabeza, o estaban en realidad escuchando a un bebé en el primer piso.

- ¿Eso es un bebé?- preguntó la madre de Carla con un rostro que reflejaba curiosidad y confusión.

En el momento en que iba a contestar, Samuel apareció detrás de Carla con Charlie en brazos. Nadie se había dado cuenta de la ausencia del castaño cuando fue a buscar a su hija.

Samuel y Carla: CharlieWhere stories live. Discover now