CAP. 2

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La mañana siguiente pasaba lenta, era como si los relojes se detuvieran a observar y apreciar cada segundo que transcurría. Hacía mucho calor, pronto se iniciaría la temporada de verano y las chicas saldrían de vacaciones para luego recibir el nuevo año escolar. Los chicos hablaban de una pelea entre su presidenta y la presidenta de la otra escuela, mas nadie sabía el motivo.

Algunos vociferaban que se trataba de una pelea por su reputación o el alcance de su poder; otros, creían que se trataba de una discusión por dinero; muchos más estaban casi seguros de que sólo diferían de opiniones; pero, nadie llegó a pensar que se trataba de una pelea por Yuu Koito, una niña un año menor a las presidentas estudiantiles, quien ni siquiera estaba interesada sentimentalmente por ninguna de ellas.

Yuu observaba atenta la pizarra, nunca en su vida había estado tan concentrada como en ese momento, aunque realmente no lo estaba, sino que su mente se encontraba divagando de un lugar a otro buscando una escusa para poder acercarse de nuevo a Touko. Por un instante creyó que lo mejor era alejarse completamente de la chica, pero luego se decidió a que eso no era lo correcto, eran amigas más que cualquier cosa, razón por la que le debía un tipo de respeto a su relación.

No importaba cuántas veces le diera vueltas al asunto en su cabeza, en el fondo sabía que su relación con Touko era incorrecta, al menos porque ella no sentía nada por ésta. ¡Cuántas veces no había deseado el poder deshacerse de ella! Mas, ahora que finalmente podía hacerlo, ya no quería, la necesitaba, deseaba estar con ella.

La campanilla sonó, había llegado la hora del receso. Yuu se dirigió al comedor junto con sus compañeras, quería contarles lo que había sucedido, pero no sabía por dónde comenzar, los nervios estaban apoderándose de ella al grado de que comenzó a sudar frío, al mismo tiempo que de temblaba un poco.

—Yuu, ¿todo bien? No has probado tu comida —preguntó una Araragi sorprendida—, ¿no tienes prisa? Creí que habías dicho que hoy tendrían que hacer un cierre parcial de actividades en lo que llega la nueva presidenta.

—¡Aaaaaaaaa! ¡Yuu! ¡Es cierto! —gritó una Akari asustando a sus acompañantes y llamando la atención de los demás—, ¿tú sabes del por qué se peleó Touko senpai con Mei san?

—Mmm... —Yuu bajó la mirada, dio un largo suspiro y choco su tenedor con el plato varias veces produciendo un sonido desconcertante—, ¿en verdad tengo que responder a eso?

—¿Entonces lo sabes?

—¡Ya decía yo! ¡Obvio que tú ibas a saberlo! ¡Cuéntanos por favor!

—Supongo que fue por discrepancias políticas...

—¡Vamos, Yuu! ¡Eso suena más falso qué cualquier cosa!

Mientras las chicas discutían. Ahí, al fondo de la cafetería, Touko sostenía su mirada con dirección a Yuu y sus amigas. Con sólo verla su corazón latía más y más fuerte, no sabía el por qué se sentía de esa manera, pero estaba segura de que cada día estaba más enamorada de aquella chica traviesa.

***

Quisiera poder acercarme a ella, sujetarle el rostro con mis manos y sostenerle la mirada, quisiera que ella viera todo lo que siento cuando la veo, cuando la tengo cerca mío, cuando le toco su mano...

Ayer que vi cómo esa tipa se acercaba a ella, no puedo describir el coraje y la furia que se apoderó de mí. Fue como si mi vista se nublara, mis sentidos no reaccionaban, no podía soportar la idea de que ella se fuera con alguien más.

A lo mejor se trata únicamente de un vago temor, pero es que aún no logro comprender el por qué todo se derrumba de un instante para otro. ¿Cómo es posible que en el más mínimo descuido de nuestra parte podamos perder lo que más queremos en este mundo?

Si tan sólo Yuu supiera lo mucho que significa para mí... Si tan sólo no tuviera que irme de la escuela... Si tan sólo pudiera estar con ella un día más...

—¿Estás bien? ¿De nuevo estás viendo a Yuu-chan?

—Sayaka, ¿qué puedo hacer para revertir el tiempo?

—Touko... El tiempo que se va ya no se puede recuperar... ¿Por qué no intentas hablar con ella?

—¿Y qué voy a decirle?

—Quizá deberías de disculparte.

—¿Disculparme?

—Una amiga no puede ponerse celosa de otra amiga. Yuu es sólo una amiga más, ¿no?

—...

—Ella comprenderá. Además, tienes que darte prisa, no creo que tenga que recordarte que mañana es el último día que pasarás en esta escuela, ¿cierto?

—No creo que desee irme. No quiero que Yuu quede al acecho de esa tipa.

—Tú no eres nadie para impedirle a Yuu con quién puede o no puede salir.

—¡Claro que puedo! ¡Yuu es mi novia!

—Espera... ¡Qué!

—Yo... Sayaka... Estoy enamorada de Yuu-chan...

Nunca había sucedido algo así. Sayaka me miró con los ojos fuera de sus órbitas, su rostro denotaba sorpresa, pero también un vago rastro de nostalgia. Me sentí una idiota, yo lo sabía, Sayaka estaba enamorada de mí y por lo mismo había mantenido mi romance en secreto, no quería lastimarla.

***

Hoy no logré hablar con Touko Nanami. En la hora del descanso traté de ser sincera con las chicas, pero sólo conseguí que pensaran que estaba celosa de la presidenta porque yo quería irme de intercambio al otro colegio.

Antes de inscribirme a esta escuela, yo anhelaba con todas mis fuerzas el poder entrar al instituto Aihara, pero no logré ganarme un lugar entre sus puestos. Sin embargo, era un asunto que no me gustaba comentar con nadie, puesto que sentía que era algo muy mío, algo que lastimaba mi orgullo.

El resto de las clases pasaron como de costumbre. Un maestro hablando, exponiendo, leyendo, escribiendo en la pizarra, diciendo cosas sin sentido como si a alguno de nosotros nos importara.

A la hora de la salida me dirigí con paso firme hacia el salón del consejo estudiantil, pero sin saber por qué mis piernas comenzaron a flaquear cuando me encontraba tan sólo a unos pasos de ahí. Estaba temerosa de que Touko aún siguiera molesta conmigo, ¿y si ya no deseaba hablar conmigo?, ¿y si dejaba de quererme?

—Yuu-chan, me alegro de verte.

—Aihara senpai...

—¿Perteneces al consejo estudiantil?

—Este... Yo...

Mei me miró de una manera que no sabría definirla. Pareciera ser tan fría, pero a la vez cargada de sentimientos. Posterior, se acercó a mí y acomodó uno de mis mechones que se paseaba salvaje sobre mi rostro. Sentí el tacto de su mano primero en mi frente y poco a poco fue deslizándose hasta llegar a mi mejilla donde se detuvo un instante.

—Me gusta cómo te ves cuando te sonrojas.

—Yo...

—¡Vamos! No queremos llegar tarde, ¿o sí? Además, no creo que a Touko le parezca de buen agrado que nos demoremos tanto.

—Yo... yo no voy para allá...

—¿Entonces ya te vas?

—Algo así... Con permiso...

—¿Te veré pronto?

***

Por la ventana pude vislumbrar cómo Yuu mantenía de nuevo contacto con la extraña de ayer. Se veía tan tranquila dejando que Mei le acariciara dulcemente la mejilla. Pero a la vez, se veía tan hermosa con su gesto de sorpresa, con su postura nerviosa de cuando algo le incomoda. Sin duda es la niña más hermosa que he conocido en toda mi vida. ¿Será que ya la perdí?

No tiene caso que trate de aferrarme a ella. Después de todo, yo tendré que irme de aquí por al menos dos meses. Tiempo que puede ser más que suficiente para que ella se olvide de mí.

¿Te irás para siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora