CAP. 5

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Las siguientes dos semanas de cierre de año escolar pasaron desapercibidas para Yuu. En ese tiempo se dio a la tarea de no pasar tanto tiempo cerca de Touko, ni con los chicos del consejo estudiantil, incluso le comentó a sus amigas que deseaba cambiarse de taller al de dibujo. Aunque, realmente lo que deseaba era no tener nada que ver con ninguna de las presidentas estudiantiles.

Su rutina se componía de un despertarse, ir al colegio, regresar a casa, hacer tareas y ayudar en la librería. No quería tener tiempo libre ni para pensar, porque entre lo que pensaba y lo que repensaba había una serie de vacíos que la atemorizaban.

Esa mañana había llegado al colegio una hora antes de lo habitual, Akari la citó porque quería hablar con ella de algo urgente. Una situación bastante fuera de lo común, aspecto que la hizo preocuparse por su amiga.

Se sentó en la acera de enfrente a su escuela. Se puso los audífonos y comenzó a escuchar música. Últimamente no paraba de escuchar música pop rusa, no entendía nada de lo que decían las letras de esas canciones, pero le encantaba cómo eran estas artistas.

—Yuu chan, ¿qué haces aquí?

Al ver que no recibía respuesta de la pequeña, se sentó en cuclillas y le acarició la cabeza. Yuu levantó la mirada y se topó con esa mirada que tanto la atemorizaba, o debería decir, cautivaba.

—¡Mei! ¿Qué haces aquí?

—Vine a traer el papeleo para mi intercambio. Antes de que vayan a cerrar las oficinas por las vacaciones. ¿Tú qué haces tan temprano?

—Estaba esperando a una amiga... —sonrió y bajó la mirada un poco tímida—, parece que olvidó que me citó aquí, tengo esperando por quince minutos...

—Supongo que no todo sale como lo disponemos. ¿Te parece si vamos por algo de tomar? ¿Un té quizá?

—Pero ¿y tu papeleo?

—Puede esperar, ¿tienes clases ahorita?

—Todavía faltan 40 minutos para que entre.

—Alcanzamos a tomar algo... ¿Vamos?

—Está bien...

—¿Conoces algún lugar cerca? La verdad yo no ubico mucho la zona.

—Hay un lugar que le gusta mucho a mis amigas. Podemos caminar hasta ahí, compramos algo y nos regresamos, ¿qué dices?

—Mmm... ¡Me parece bien!

***

La noche anterior fui a casa, necesitaba hablar con la esposa de mi padre. Al llegar me topé con Yuzu y su novio. Ambos estaban en la sala, más cerca de lo que deberían. Estaban besándose y aunque yo estaba ahí lo seguían haciendo.

Sé que un beso no puede significar nada, pero me da rabia pensar que alguien más puede poner sus manos sobre Yuzu, ella es una chica muy dulce e inocente, así que no es difícil aprovecharse de ella.

Hablé con mi madrastra y me despedí, no soportaba estar ahí ni un segundo más. Cuando estaba a punto de salir Yuzu salió a mi encuentro y me sujetó del brazo, con fuerza, con ganas de que no me fuera de con ella.

—Escuché lo del intercambio. ¿En verdad piensas irte?

—No es tu asunto.

—Mei, no te vayas, por favor...

—Ya tomé una decisión, eso me dará mayor currículo para cuando quiera suplantar a mi abuelo en el instituto.

—No todo en esta vida es trabajo. Mei, eres apenas una niña, ¿por qué lo haces?

¿Te irás para siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora