Capítulo final

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Durante el viaje me limité a tomar la mano de Touko. Desde que despertó quedó en silencio, no veía a nadie a la cara, no reaccionaba cuando la llamaban. Era como si se encontrara en otra dimensión. Sachiko y Yuzu me aconsejaron que ya no le dijera nada, que sólo la apoyara, pero sin decir palabra alguna.

—Me siento confundida, ¿saben? Ni siquiera sé por qué vengo con ustedes. Ni siquiera sé si me gustaría arreglar las cosas con Touko.

Touko levantó el rostro, salió de su trance, y apretó con fuerza mi mano. La miré y en ese instante me besó. Lo hizo con impulso, como si necesitara unir nuestras almas a través de ese beso. Y entre besos me dijo "te amo".

—Touko... ¿estás segura de esto?

—Eres lo más importante para mí, en verdad, Yuu... Créeme por favor... Yo te necesito...

—¿Quieres ser mi novia Touko?

—Eso es más que obvio, Yuu...

—¿Pueden dejar sus escenitas de amor para cuando estén a solas por favor? —dijo Sachiko mientras nos dirigió una mirada seca por el retrovisor—. Es algo incomodo tener que escuchar su reconciliación.

***

Cuando llegamos a la montaña. Mei ya nos estaba esperando. Primero quiso que la dejáramos a solas con Yuzu, quería disculparse y explicarle las cosas. Quería tener un instante íntimo para ellas dos solas.

Tardaron alrededor de una hora, hasta que ambas salieron de la habitación en la que se encontraban tomadas de la mano. Se les veía muy felices, como si nada más importara en ese instante.

Luego de eso, Touko y yo entramos en la habitación con Mei. Era el momento. Teníamos que hablar de lo recién sucedido. Estaba más que claro que muchas cosas habrían de cambiar entre nosotras.

—Sachiko —susurró Touko—, ¿desde cuándo lo sabías?

—Hace un mes me lo confesó nuestro padre antes de morir —respondí en voz baja, me sentía culpable del dolor que estaban sintiendo estas chicas, era como si yo fuera la responsable de que este secreto haya sido revelado a la par que arruinaba sus vidas—. Yo no quería que esto pasara, no quería que mi padre lastimara a más personas a causa de sus infidelidades...

—No te culpes, Sachiko —añadió Mei—. Como tú lo dijiste, el responsable fue ese señor que nos engendró y nuestras madres que se prestaron a destrozar tu familia.

—No destrozaron mi familia...

—Yo no sé qué pensar todavía. Mi padre habrá de odiarme, mi hermana ya no me verá como siempre... —agregó Touko mientras iniciaba a llorar desconsolada.

—Las cosas han cambiado demasiado de un día para otro, lo sé, chicas. Pero yo las quería antes de que esto se supiera y ahora las quiero aún más, las voy a cuidar y apoyar en todo lo que necesiten —argumenté para después quebrarme en llanto al igual que mi hermana menor.

—Sachiko, tú eres la menos responsable de todo esto, y nosotras también te queremos a ti... El problema será cómo arreglaremos las cosas ahí afuera, con nuestras familias, con el mundo en general...

—Yo hablé con tu abuelo y tu padre, Mei... Ellos quieren que vuelvas a casa, te extrañan y están preocupados por ti.

—No soy digna de pertenecer a la familia Aihara...

—Claro que sí, es un honor que ellos cuenten contigo, eres un orgullo para la familia. Además, tu abuelo insiste en que si te pones al tanto con los trabajos escolares aún estás a tiempo de terminar la escuela este año para que heredes el instituto y te inscribas a la universidad.

¿Te irás para siempre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora