Fanfic 2-Una nueva vida

Capítulo 2

Narrado por Kili
Después de un largo día de trabajo, me dirijo a la habitación de Lana. He estado esperando el momento en que abra la puerta y ella esté despierta, verla otra vez sonriendo y leyendo o lo que sea que haga.
Estoy a punto de abrir cuando oigo voces al otro lado de la puerta. Intento escuchar mejor y casi no puedo creer la vocecita que habla.

Me apresuro a entrar y para mi sorpresa, ahí está, sentada con un libro entre sus manos. A su lado se encuentra Élian, que cuando ve que entro le dice algo a Lana en voz baja y se va.
Me acerco y abrazo a Lana. Ella responde al abrazo y comienza a llorar.
-¡Kili! ¡Creí que habías....!-balbucea.

-Pero tú me salvaste, y es algo que jamas te podré pagar-le respondo. Guardamos silencio hasta que ella dice:
-Mira, el libro que había encontrado no se perdió con todo el alboroto.

-Está bien, así no te aburrirás durante tu recuperación.

-Pero lo acabaré pronto-musita.

-¿Y eso qué? Puedes empezar otros-le respondo.

-¿De dónde sacaré más?

-De la enorme biblioteca que hay abajo-acabando de pronunciar estas palabras, veo como sus ojos empiezan a brillar.

-¿Enorme? ¿Qué tanto?

-No sé, no la he visto detenidamente, pero si, tiene un tamaño considerable.

-Eso suena genial, pero, no puedo moverme de aquí para ir a verla-añade con desilusión.

-O puedes pedirle a tu novio que te traiga unos libros, ya que está tan servicial contigo-la bromeo.

-¡No es mi novio!-exclama-y no creo que sepa donde está...

-¿Qué insinúas?-pregunto al ver su cara adorable que pone cuando va a pedir un favor-está bien, está bien, yo te traeré libros, pero, ¿Cómo voy a saber cual quieres?

-Ninguno en especial, sólo es tomar uno al azar y ya. Me gusta de todo-responde esbozando una enorme sonrisa. Me doy cuenta de que está muy delgada, pálida y tiene unas enormes ojeras.
-Lana, deberías comer algo-le sugiero.

-¿Me veo tan mal como me siento?-pregunta preocupada.

-Pues no te ves tan radiante como siempre, y siento que en cualquier momento te vas a romper algo.

-Ya lo hice por si no lo recuerdas-me dice-pero si, acepto la oferta de comida.

-Entonces mandaré a avisar que te preparen algo-digo antes de irme. Voy a llegar a la cocina cuando recuerdo que no le pregunté a Lana que quería. Cuando regreso a preguntarle, veo que ya está dormida.

Me acerco, la arropo con las cobijas y le doy un beso en la frente.
-Descansa Lana-digo antes de irme.